¿Es posible imaginar la cuenca del Plata como un amplio estuario psicodélico? Redoblando la apuesta con un título polémico, Alfonso Barbieri creó un mapa de referencias alucinadas, una mágica apelación a barrer géneros y cantarle al lecho de todas las cosas desde un sacado torbellino sensual. El ex lider de Los Cocineros, dibujante blasfemo y cancionista de choque, reúne un elenco variado para su aventura erótico-fluvial: Graciela Borges recita a Woody Allen (“Can tautor medieval”), Adrián Dárgelos evoca el romanticismo adiposo de Los Angeles Negros (“Amor por ti”) y Palo Pandolfo se sube al trip de un chama mé sanador (“Renacer”). A no desconfiar de los valses voladores y los teclados de fantasía, nada más alejado del tan temido pastiche, Barbieri bate la mezcla y surgen melodías para abrazar a extraños (“Humores orgánicos”) o recuperar a Giorgio Moroder (“Medianoche”).