El debut independiente de Flopa conforma un agradable conjunto de canciones delicadas que atraviesan pasajes acústicos.
«Dulce Fuerte Grave» es un disco con diecisiete canciones que parecen surgir del lugar del alma donde se forma la esencia de los sentimientos. El clima intimista se construye sobre una selección de pasajes esencialmente acústicos que, en su mayoría, parecen integrar la misma cosecha que nutrió el disco «Flopa Manza Minimal» (trío que integran Flopa, Mariano Esaín y Ariel Minimal). Asimismo se puede establecer una conexión a partir del sonido con «Mutations», la placa acústica de Beck. La mayor parte del disco se construyo sobre melodías en estado natural con alta calidad de sonido.
La cantante realizó el álbum en compañía de Rodrigo Guerra (guitarras eléctricas, piano en tres temas y acordeón) y el percusionista Alejandro Oliva. Todas las composiciones son de Flopa, excepto «Il leone e la gallina» de Battisti-Mogol (la rareza del disco, cantada en italiano). La producción corrió por cuenta de Lestani y Guerra. El booklet que acompaña la obra contiene algunas fotografías de hamacas vacías en plazas desoladas. En la tapa se ve a la artista colgada cabeza abajo en un juego para niños, en medio de un hipnótico trabajo de diseño (obra de Laura Fernández Saad). La madurez reflejada en el disco se opone a esa etapa especialmente irresponsable de la vida.
«Arco Primordial», el primer tema, es una muestra del clímax otoñal, melancólico y ensoñador que se desarrolla en el resto de la placa. En «Nuevos encantos», un solo de guitarra se erige como un puente de armonía para unir esta canción con la que le da nombre al disco. «Germinar» es una melodía folk con una letra que curiosea sobre los orígenes de la vida con una carga poética notable. «La mañana» es la composición que quisieran escuchar todas las parejas enamoradas al despertar juntas. La placa también contiene algunos pasajes de música sin estribillos que le hacen ganar identidad a la producción. «Vino bajo el sol», el antepenúltimo track, desata la fuerza escondida del disco. En general las letras van de la mano con la dulzura de las melodías y el tono de la voz.
La producción podría describirse como un extracto delicioso y armónico. La intimidad volcada desnuda la capacidad compositiva de Flopa, alejada de sus épocas punk en Mata Violeta. Si hay que rotularlo le quedaría cómoda la etiqueta de «música para reconciliaciones». «Dulce Fuerte Grave» podría ser un disco aburrido si no fuera tan emotivo. Y sí, hay que prender un sahumerio y escucharlo en un sillón.