Este es un disco sumamente especial para García porque, como él mismo lo declara, tiene una gran carga emotiva. «Clis modernos» fue rechazado por un amplio sector del público y Charly debió asimilar el revés pese a que La calidad de ese álbum era y es indiscutible. Pero «Piano Bar» muestra a García en todo su esplendor como músico y como productor., El tecladista sigue siendo uno de los mejores autores del panorama nacional y eso se torna evidente en cada una de sus letras. García está atravesando un morhento sumamente especial en su vida y eso se refleja en sus palabras. Pero, como siempre, Charly tiene una peculiar habilidad para escribir cosas con las que cualquiera puede sentirse identificado. Cuando canta «Yo que crecí con Videla/ Yo que nací sin poder / Yo que luché por la libertad/ pero nunca la pude tener/ Yo que crecí entre fachistas/ Yo que morí en’el altar/ Yo que crecí con los que estaban bien/ pero a la larga estaba todo mal/ Hoy paso el tiempo demoliendo hoteles/ mientras los chicos allá en la esquina pegan carteles’: García está traduciendo la frustración interior que sienten muchos argentinos. Y cuando dice «Ya no quiero criticar/ sólo quiero ser un enfermero», deja bien en claro el papel que desea cumplir más allá de las falsas idolatrías. En otro tema explica: «Me siento solo y confundido a la vez/ los analistas me podrán entender» y más adelante afirma «No elegí este mundo/ pero aprendí a querer». Charly García siempre tuvo un soberbio talento para crear imágenes fuertes en base a un lenguaje cotidiano. Y ese don está plenamente desarrollado en este disco, cuyo fuerte —más allá de la incuestionable calidad musical— está justamente en la parte literaria. Como en las viejas épocas de Sui Generis, Charly se largó a hablar sin prejuicios y «Piano Bar» es la muestra de que él sabe decir las cosas como nadie. Y ahí radica uno de los principales méritos de este excelente disco. En la faz estrictamente musical, García dejó de lado la seducción tecnobailable predominante en «Clics modernos» para volcarse a una música más directa, más cruda, más rockanrolera. «Demoliendo hoteles», «Cerca de la revolución» y «No se va a llamar mi amor» son buenas muestras de rocks fuertes y directos, con mucha melodía y poca sutileza. Charly buscó hacer algo contundente y lo logró. Brillantemente acompañado por Fito Páez, G.I.T. y Daniel Melingo, el tecladista grabó un disco que es fundamental en su carrera y en la historia del rock nacional. «Piano Bar» es un álbum soberbio que:vtrelve a poner en la cima del panorama musical argentino a quien nunca debió salir de allí.