Artista plástica, ex Baobab, one hit wonder (“Parque de diversiones”), con dos discos, uno luminoso y pop («Fetiche», 2006) otro folkie western («Señuelos», 2009). ¿Dónde ponemos a Florencia Ciliberti en su tercer álbum, «Palabras gastadas»? Asistida en producción por Gustavo Iglesias (Babasónicos) y Mariano Oliva (el tecladista y programador de su banda), Hana trae todo lo que antes tenía de analógico en procesado: sintetizadores cósmicos, baterías electrónicas y su Voz, premeditadamente restringida, que sobrevuela en varias capas como coritos de sirena que llegan desde lejos. Son diez temas que en su mayoría no duran más de tres minutos, escritos en letra y música por la intérprete. Busca un equilibrio entre el formato canción y un trance electropop en primera persona, a través de preguntas existenciales, reflexiones comunicacionales y algo de autoanálisis. Sus palabras acompañan este cambio de temple y, más que gastadas, son simples. Pero también melódicas y bien enlazadas.