La banda cordobesa de punk lanzó su primer LP, editado en forma independiente.
Cordobeses insertos en el movimiento punk, dieron a luz su primer trabajo discográfico llamado «Mirando las sombras». Formada a principios del año 2002 por Andrés Riberi (guitarra y voz), Darío «Chino» Arias (guitarra líder y coros), Santiago Pauli (bajo y coros) y Javier Nahas (batería), Astenia fusiona desde el Hard Rock y el Metal hasta la balada de guitarras acústicas con el sonido engendrado por The Clash, Sex Pistols y Ramones.
En setiembre presentaron en sociedad su primer CD, editado como una excelente producción independiente luego del primer paso discográfico de toda banda: el EP, editado en el 2002 que se llamó «Sociedad brutal» y contenía cuatro canciones. Compuesto por once canciones, Mirando las Sombras arranca con una introducción «flashera que suena bastante a melodias arabicas mezclado con voces de niños y mujeres que se mezcla con cadenas», explicó el cantante. Luego un himno de la banda, Cadenas, y continúa con un punk sencillo pero contundente que coquetea con el Nü Metal denunciando el Esclavitalismo, para llegar al track número cuatro (Solo un Recuerdo) inmerso en la corriente californiana.
Bastan 10 minutos para que retomen la senda del punk rock más crudo, que se mezcla con el relato de su historia. Composiciones sociales y anécdotas de corazones partidos son las responsables de transmitir su mensaje, directo a la cabeza de quien transpira en el pogo o los escucha a través de los parlantes del estereo.
«Hundida en esa depresión que te atrapa y no te deja respirar. Es difícil levantarse, es difícil rescatarse, cuanto todo el mundo está al revés», reza uno de los temas más melódicos que pueden encontrarse en el disco, pero con cortes repentinos que lo devuelven al origen musical de la banda.
Tu soledad (track 7) nos remonta a uno que otro disco de Los Rancheros para pegar un gran cachetazo que te transporte a tiempos de Nirvana y o la parte más dark de Green Day.
Los chicos no se encasillan, mantienen esa base punk en las guitarras rítmicas y el bajo, pero la batería siempre al frente señala las diferencias. El disco se escucha de un sola vez y no aburre ni siquiera en sus baladas, algo importante para una banda joven que espera alzar su cabeza entre las decenas de grupos cordobeses que surfean en las mismas aguas turbias.
Sobre el final, Sociedad Brutal muestra de la manera más concreta las influencias provenientes del Heavy clásico junto a frases no menos contundentes: «Sos producto de una sociedad brutal, un perfecto cementerio de esperanzas muertas. Estas enfermo de una peste mortal, un cáncer que destruye poco a poco tu cabeza».
Van contando las miserias y desventuras de vivir en el 2004, parados en el umbral de la adolescencia que poco a poco van dejando atrás. Disco que se escucha pensando que a veces es Mejor Esperar. Desde Aca marca el final solo con guitarras, diciendo: «Veo que muchos no eran lo que decían ser, aquellos que emulaban, que me querían bien. Ayer me acompañaban y hoy no lloran por mi. Muy tarde me di cuenta, solo queda soñar»; concluyendo una de las mejores producciones escuchadas hasta el momento de este género en Córdoba.