Invisible en vivo. Nada menos. Spinetta, Pomo y Machi en el escenario del Teatro Coliseo, en los shows de presentación del disco «Durazno sangrando», noviembre de 1975, con un sonido remasterizado y acompañado de un material fotográfico extraordinario de Eduardo Martí… Así es este lanzamiento inédito de Sony Music en CD, vinilo y plataformas digitales.
Apenas 47 años y 5 meses después, acá los escuchamos con un sonido impecable. «Creo que el disco los va a sorprender, tanto por su sonido, así como también por cómo está tocado», había anticipado Rufino. Son siete canciones en las que queda en claro la perfección que buscaba este trío.
«A juzgar por lo que se oye en este recorte de aquellas presentaciones, el éxtasis se generaba de la mente para adentro y apenas se podía reaccionar con una exclamación aplacada por la estupefacción», opina el periodista Germán Arrascaeta. «Invisible intenta, a través de su música, crear toda una corriente estética de la cual participan público y artistas, a través de un intercambio mutuo», publicaba la Revista Pelo en aquél momento. Y si bien es la presentación de «Durazno sangrando», de esa placa apenas se incluyó el tema homónimo. El resto del registro incluye dos canciones del primer disco («El diluvio y la pasajera» y una extensa «Azafata del tren fantasma»); «Oso del sueño» y «Viejos ratones del tiempo» (que habían sido editadas como simple en el ’74); y «Que ves el cielo» y «Perdonado (niño condenado)», dos temas inéditos en aquél momento, que serían incluidos en el tercer y último álbum («El jardín de los presentes»).
La grabación original, en el ’75, estuvo a cargo de Carlos Melero. Este ingeniero de sonido donó las cintas al INAMU (Instituto Nacional de la Música), que a su vez las cedió a la familia de Luis. Catarina contactó a Héctor Pomo Lorenzo y a Carlos Alberto Rufino para trabajar en la digitalización y remasterización. Esta tarea fue responsabilidad de dos históricos colaboradores de Spinetta: Gustavo Gauvry y Mariano López. Vale la aclaración: si bien las listas de temas de estos shows fueron mucho más extensas (en Youtube hay un registro amateur de <em>aceptable</em> calidad sonora), sólo se registraron estos siete temas que aparecen en el disco.
En la presentación de este rescate, Pomo comentó que aquellos conciertos no fueron resultado de ensayos específicos, sino que representan fielmente el momento del trío, que convivía en una quinta en General Rodríguez: <em>»ese ensayo ilimitado fue para el primer disco, cuando nos encerramos en una quinta para preparar, más que ese primer disco, el camino para que fuesen tres, y hoy en día, cuatro»</em>, recordó Pomo. Y Machi remató: <em>»era como una especie de Arco Iris pero sin el gurú»</em>, haciendo referencia a la vida en comunidad que llevaba adelante la banda de Gustavo Santaolalla. <em>»Tocábamos todo el día. Ahí se generó, no solo la música de Invisible, se generó también una relación entre los tres muy fuerte, que estoy seguro que nunca más tuvimos en otra experiencia musical»</em>.
En cuanto a la edición del material, Catarina Spinetta le pidió al fotógrafo Eduardo Dylan Martí que buscara en su archivo personal, y así resurgieron estas sesiones inéditas, que junto a afiches creados por el propio Flaco, forman parte del diseño de portada e interiores, a cargo de Theo Lafleur.
