Todos Tus Muertos, grupo referencia de rock contestatario y virulento en los ’90, se presenta esta noche en Córdoba. Vuelven con la idea de revisar todo su legado, pero sin Fidel Nadal, el vocalista original. Diálogo con Félix Gutiérrez, miembro fundador. La nota de Germán Arrascaeta, para La Voz del Interior.
Todos Tus Muertos siempre tuvo una trayectoria desconcertante. Amparados por el sello alternativo Catálogo incierto, en los ’80 el grupo editó en un casete TDK Noches agitadas en el cementerio, una estampida afterpunk que dejó himnos disconformes como Demasiado revueltos, El espejo, Tango traidor y Gente que no. Luego llegó al primer vinilo oficial (Todos Tus Muertos) donde se permitió deslizar reggaes contra el apartheid y, ya en el despertar de los ’90, coqueteó con el hardcore y el metal en Nena de Hiroshima.
Pero con Dale aborigen, de 1994, Los Muertos dejaron de ser sólo una referencia virulenta del circuito under. Casi de forma simultánea a la explosión de Mano Negra, se les colgó el rótulo de “alterlatinos” al volverse estilísticamente diferentes y reivindicar las revoluciones indigenistas, al zapatismo, al Che Guevara, a Sandino, a Mandela.
Y ahora vuelven con la idea de revisar todo ese legado, pero sin Fidel Nadal, su vocalista original. La revisión es exhaustiva, tal cual se pudo comprobar en la última edición del Oye Reggae, donde Todos Tus Muertos piso escena a las cinco de la mañana y se retiró tres horas después. “Tenemos material para llenar ese tiempo. Así que, si nos lo piden y nos dejan, vamos a hacer un show de similares características”, promete del otro lado de la línea Félix Gutiérrez, el único “muerto” que estuvo en todas las versiones del grupo, aludiendo al concierto previsto para esta noche en La Vieja Usina (ver “Datos…”).
Se trata de una vuelta de la banda porque vienen de una separación previa y veda consecuente de actuaciones, sólo interrumpida en un Quilmes Rock, donde fueron invitados por Los Auténticos Decadentes.
“Esa fue la excusa para reencontrarse. Salimos con ellos tocando como Todos Tus Decadentes. Fue el puntapié de la reunión, porque ese fue el día en que nos volvimos a ver las caras después de mucho tiempo. Sobre todo con Pablito (Molina, cantante que hizo contrapuntos con Fidel desde Dale aborigen e, incluso, compartió iniciativas con él en Lumumba) y con Poten (Pablo Potenzoni, baterista), porque con Gamexane (Horacio Villafañe, guitarrista) veníamos conectados musicalmente y haciendo shows sólo con el nombre de Los Muertos. Nos sentimos bien, nos pusimos a charlar y salimos adelante. Se fue dando. Y encima hubo respuesta de la gente”, rememora Gutiérrez, quien muestra una mueca de fastidio cuando se le observa que su grupo quedó como máxima referencia “alterlatina” junto a Cadillacs y que la separación dejó desierto el cetro correspondiente, por más Nuca y Karamelo Santo que haya.
“No nos ponemos esa etiqueta. Vamos a cumplir 20 años como banda y pasamos varios momentos creativos”, descarga. Luego sigue: “Con Dale aborigen pegamos un salto y recorrimos el mundo porque adoptamos un lenguaje más universal. Y está bueno que haya nuevas bandas e interpreten las cosas a su modo. Imaginate que sólo las bandas grandes sigan convocando y que no crezca nada a la sombra del pino. No está bueno”.
“Uno hace lo que hace porque surge espontáneamente; va creciendo, haciendo discos, respondiendo a cuestiones inmediatas. Sólo hacemos música, nos comunicamos con la gente. Tratamos de conservar nuestra fuerza. No me puedo hacer cargo de lo que genera o cómo se lee nuestro mensaje”, cierra.
Legendarios en serio
Todos Tus Muertos fue una de las primeras bandas del rock argentino en hacer referencia a los desaparecidos. La dedicatoria de Noches agitadas en el cementerio dice: “Esta producción independiente está dedicada a todos nuestros amigos en el tiempo y la distancia, y a aquellos que murieron por defender la libertad en manos de opresores”.
Sin embargo, fue la prédica del exitoso Dale aborigen que se impuso, dejando la sensación que Todos Tus Muertos contribuyó a la conversión de la imagen del Che Guevara como fetiche de merchandising. Félix no cree en la esterilidad del uso y abuso de íconos revolucionarios: “Si hubiera sido pura apropiación vacía de contenido, no estaría pasando en Latinoamérica lo que pasa. Evo Morales es presidente de Bolivia… Desde el ’94, el año de Dale aborigen, hasta hoy sólo viví cierta evolución en materia de conciencia social. Lo que pasó en 2001… No fueron sólo estereotipos consumidos como el Ratón Mickey”
“Los chicos nos sólo se pusieron la remera. Después de eso, ocuparon puestos en la sociedad y generaron un cambio de mentalidad. Hace 10 años atrás, puede ser que la cuestión fuera más estética. Pero ahora tenés que poner la mente más en alto para analizar, alejarte mucho. A veces perdemos la perspectiva”, añade el bajista.
Lo que viene
El último disco de la banda es El camino real, y data de 1998. Por ahora, la veda editorial sólo se interrumpió con un pirata grabado en directo, que puede comprarse en los shows y que contiene versiones de clásicos, además de un cover de un clásico de Marley: Punk reggae party. Así las cosas, lo nuevo del grupo sólo puede apreciarse en vivo. Adelante Félix: “Vamos a tocar cuatro temas nuevos: Sea lo que sea (merengue punk), un cover de Bob Marley, que lo hacemos en español y lo tocamos fuerte, y otros dos que se llaman Pulso y El ritual de la muerte”.
–Félix, ¿qué ganan y qué pierden no teniendo a Fidel en el grupo?
–Fue un desafío, porque cuando salimos a tocar teníamos que tener el mismo empuje con uno menos. Estamos los que estamos sólo porque lo decidimos así. No hace falta ser muy sabio para darse cuenta que Fidel cambió, está en otra movida, se dedicó al reggae devocional… Y nosotros tenemos ganas de seguir tocando lo que tocábamos. Recuperamos lo nuestro y la gente lo interpreta. Y respetamos lo que él hace.
–Hay muchas letras que son de Fidel. ¿No hubo ningún desencuentro legal?
–Tenemos el nombre del grupo y las canciones viejas las seguimos tocando igual. Todos Tus Muertos es algo ya registrado, para nosotros y para la gente; entonces, podemos representar las distintas etapas de la vida del grupo. De hecho, lo hacemos. Y vamos hacia algo nuevo, donde las letras si correrán por nuestra cuenta. Además, tenés derecho a tocar los temas de otra persona con letra original.
–Y que Fidel pase después por Sadaic.
–Claro. Sí.