De pronto espío
por que estas a punto de aparecer,
prendida en mis faroles
tomando revancha sin sed.
Barajando, sonriendo,
mi destino me habló y él dijo:
¡Dejo los naipes servidos
pero al truco jugálo vos!
Sigue cayendo esa agua del cielo,
riega e inunda a mi gran verde prado.
Siempre flotando esa nube en el cielo
respira y me asfixia, respiro y me asfixio.
Son áridas las palabras
que emanan la pura verdad,
son sacrificios muy largos
y nunca paran de llegar.
De pronto espío
por que estas a punto de aparecer,
prendida en mis faroles
tomando revancha sin sed.
Sigue cayendo esa agua del cielo,
riega e inunda mi gran verde prado.
Siempre flotando esa nube en el cielo
respira y me asfixia, respiro y me asfixio.