El paraíso de los sueños es un buen lugar
para quedarse dormido.
Y hay que tener mucho cuidado para no estar
mirándose siempre el ombligo.
Te encontrás en las miradas, el rebote es tu ojo mirándote a la cara
Me encuentro en las miradas, el rebote es mi ojo mirándome a la cara.
Cara de nada…
En una plaza donde muchos van a pasear
Vi una sombra y me dio cagaso
Me miraba con desprecio y con rechazo
Solo quería ver mis brazos, a ver si iban a abrazar
Solté la risa y la codicia cayó de rodillas intentando iluminar
Mi propia sombra, ese espejo que nunca se nombra
Ni se quiere volver a mirar
Menos la miro y más crece dentro mío
Se va haciendo su lugar
Dueño de mi cuerpo, dueño de mi aroma
Dueño de esa esencia, que a veces me abandona
Quiero que me des, más sabiduría
Sin abrumarme, con tanta perspectiva