La banda española, que tocará el 10 de abril en The Roxy Live, habla sobre el éxito repentino y su manera de escribir. Entrevista exclusiva.
En España, hay un nuevo grupo que resuena. Podrán haberse formado hace menos de cuatro años, pero tienen canciones con más de 9 millones de escuchas en las plataformas digitales -como «Amos del piano bar»- y ya dieron shows propios frente a quince mil personas.
Willy Bárcenas y Antón Carreño también serán jóvenes… pero tienen las metas bien claras. Por eso, rechazaron las ofertas de discográficas como Sony, Universal y Warner. «Ninguna oferta nos acabó de convencer -cuentan antes de llegar a la Argentina por primera vez-, y decidimos crear nuestro propio sello, Voltereta Records. Así podemos tener todo el control sobre nuestra obra. Básicamente, hacemos lo que queremos, cuando queremos».
Pero así como poseen convicciones, ambos tienen una conexión con la política: Willy es hijo de Luis Bárcenas, extesorero del Partido Popular español; y su compañero de banda es el nieto de Gerardo Díaz Ferrán, expresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y de la dudosa empresa Viajes Marsans. Aunque la mayoría de los artículos que nombran a Taburete hacen honor a la posible corrupción de sus parientes, los miembros de la banda le hacen caso omiso a las críticas.
«Nunca nos molestaron. Nosotros hacemos nuestra música, y el que nos quiera prejuzgar… ¡que lo haga! A base de canciones, intentamos tirar esas barreras», explican los jóvenes.
Aunque éste es su primer proyecto fructífero -con el que lanzaron tres trabajos-, Antón ya había contado con un grupo en los Estados Unidos. «Fue uno de mis primeros acercamientos a la música con banda. Chapurreábamos (sic) algunas canciones, pero la pasábamos muy bien. Nos llamábamos los Orbital Cheese», cuenta.
Willy, su compañero, confesó en una entrevista «saber cuándo una canción va a ser un hit». Consultado al respecto, aclara: «No compongo pensando en hacer éxitos, pero cuando las melodías y las letras empastan, sabés que algo bueno va a salir. El mayor indicativo de que puede ser un hit se da cuando lo toco frente a mis amigos y veo sus caras. Muchos son muy críticos, y no dudan en decirme si no les gustó. En nuestros conciertos vemos a gente de todas las edades y de todo tipo, pero eso tampoco fue buscado. Muchos padres, de tanto escuchar las canciones que ponen sus hijos, se terminan haciendo fans y van a los conciertos».
Esa mixtura de público es la que se espera que llegue a The Roxy Live, el martes 10 de abril, en el que será su primer concierto en la Argentina. Con respecto a los recitales que ya brindaron en Sudamérica, los españoles agregan que la aceptación «está siendo buenísima», y que las entradas se están vendiendo muy bien. «No nos esperábamos este recibimiento y las ganas de los fans antes de empezar la gira. Está siendo muy gratificante, y nos hace recordar a nuestros inicios en España».
Ahora, Taburete está terminando de grabar un nuevo disco. El sucesor de «Tres tequilas y un mezcal»(2017) saldrá dentro de poco. «Estamos buscando mostrarlo y ver la aceptación del público, pero nos atrevemos a decir que es nuestro mejor trabajo. Después de presentarlo volverán las giras, y por qué no, otra visita a Latinoamérica», señalan ambos.
Aunque tenían sueños, hace cinco años ninguno creía que podrían haber recorrido el mundo con su grupo. «Con haber llenado una sala en Madrid nos dábamos un canto en los dientes (sic). ¡En 2013 ni siquiera nos conocíamos entre nosotros! Hoy, lo más gratificante es ver cómo el público deja la voz en cada concierto, cantando tus temas. Eso no tiene precio».