Previo al show del 15 de septiembre en Uniclub, donde el público elegirá las lista de temas, Chuck (voz y guitarra de Smitten) rememora los hitos, discos, canciones y shows que marcaron al grupo durante estos 22 años.
Entiendo que en estos 22 años deben haber cumplido varios de los sueños/objetivos que tenían en el momento de armar la banda. ¿Cuáles fueron los que cumplieron y cuáles les quedan pendientes?
Lo que nos dio la banda fue lo más grande que te puede dar algo, es el amor de llevar un proyecto por un montón de años y que siga funcionando para nosotros y para la gente, seguir disfrutando el escenario entre amigos con el mismo entusiasmo y la misma energía de siempre. Acabamos de volver de una gira de 20 días por México, ¿qué más podemos pedir?
¿Creés en ese sentido hay un hito que definió el destino de Smitten? Puede ser un tema, un show, un reconocimiento.
Sí, fue muy importante el reconocimiento de artistas que para nosotros son importantes, entre ellos rescato el de Gustavo Cerati -en el marco de fiesta de SONY en Mar del Plata-, Juanchi Baleirón -el disco «Puentes» lo íbamos a grabar con él pero por cuestiones de tiempo no pudimos- y León Gieco -por su afectuoso agradecimiento por el cover de la canción «La mama de Jimmy»- son premios para el corazón.
Siguiendo esta línea, ¿cuál es la canción que les permitió hacer un click como banda en cuanto a popularidad?
Creo que fueron varias, porque de alguna manera hicieron una unión recíproca entre ellas. Lo voy a resumir en «Sabes», ya que es una canción grabada cuando la banda aún era independiente y fue un gran salto a nivel under. «23 de abril», que fue la primera canción que tuvimos sonando fuerte en los medios, y «Nada para mí, nada para vos», que superó las expectativas de todos y nos hizo crecer en el rock nacional.
Te propongo en el marco de los festejos elegir el mejor show y disco de su carrera. Empecemos por el show.
Hay muchos que fueron importantes por distintos motivos pero la tercera vez que fuimos a Chile y nos dijeron que el show estaba agotado y quedaron 200 personas afuera fue muy emocionante. Otro que siempre recordamos con emoción fue un Pepsi Music que tocamos para 50 mil personas, el día que cerraba Andrés Calamaro. Tampoco puedo dejar de nombrar nuestro primer Teatro Colegiales lleno.
¿Y el mejor disco?
Es muy difícil, supongo que es como preguntarle a un padre a qué hijo quiere más. Tal vez es más fácil para nosotros elegir un disco por lo que representó en el momento en que salió. Creo que «En algún lugar» fue un disco bisagra para la banda por la gran llegada que tuvo. Eso nos abrió puertas en Argentina y Latinoamérica.
Por último, ¿cuáles son los planes de aquí a los próximos años?
En el 2016 sacamos el disco «La diferencia entre vivir y respirar» y ya lo presentamos en varias provincias del interior, México y Chile, y aunque aún lo queramos tocar por un buen rato, supongo que pronto arrancaremos a trabajar con el nuevo material.