El sexto disco de estudio del trío liderado por Luciano Napolitano fue presentado el viernes pasado en el Teatro de Colegiales con invitados explosivos y un emotivo homenaje a Juan “Locomotora» Espósito.
Tras un 2016 sumamente difícil para Lovorne, donde no sólo debieron afrontar la muerte del histórico baterista, Juan “Locomotora” Espósito, sino también la realidad de que no llegaban con el dinero suficiente poder fabricar y distribuir el último material, finalmente el Carpo envió desde arriba una luz mística para que todo resultara como esperaban.
Tal es así que la fecha de origen para su lanzamiento, pautada para noviembre del año pasado, finalmente logró ser concretada en la única que quedaba disponible: el 10 de marzo. Día en que Norberto Napolitano cumpliría 67 años de vida.
Desde el comienzo de la jornada el Teatro de Colegiales respiró rock y emociones. Primero con la sorpresa de encontrarse ante una exposición cargada de objetos pocas veces vistos, pero de gran influencia en la carrera musical de Pappo. Así lo fueron su “Guitarra mágica”, que usó para componer y tocar en sus shows; borradores de letras emblemáticas como «Botas Sucias»; una Portastudio Tascam; y la rareza mayor de verlo de joven a través de sus diferentes documentos de identidad.
Con una puntualidad que merece ser destaca, el show principal dio comienzo a las 21.30 horas mediante una lista de temas que encendió el espacio en pocos minutos. Entre los primeros cuatro se encontraron “Acantilado”, “La Llamada”, “Los Bares” y “Todos Hablan de vos”.
Ya que gran parte de este nuevo disco denominado «Lovornetorium» contó con la esencia del fallecido Juan Espósito, claro está que la mención y el homenaje a través de imágenes en pantalla grande no podían faltar. Los amigos del power trío tampoco serían una excepción al momento de celebrar. De esta manera el Tano Marciello fue el primer invitado en subir durante el séptimo tema, “Insoluble”, para acompañar junto a Beto Ceriotti.
Luego de ello fue un camino de ida para el público presente, que no paró de sorprenderse con los poderosos punteos de Luciano y la solidez de Adrián acoplándose de manera natural arriba del escenario. Una fusión entre aires nuevos y recuerdos envueltos en zapadas, visuales y cantos dedicados al eterno carpo.
Como si esto fuera poco, entrada la mitad de la velada, el líder nato de Vox Dei, Willy Quiroga, apareció por detrás del escenario del brazo de su colega Carlos Gardellini para acompañar en la versión de “El Viejo”. La lista de temas continuó con “Me Dejaste tirado”, “Naturalmente” y “Las consecuencias”; hasta llegar a la “Fiesta Cervezal” de la mano de Corcho; y a continuación “Mensajero Nocturno” con Boff Serafine.
Una de las cerezas de la noche fue sin duda la presencia de Vitico, que marcó una diferencia en la época de Riff como una de las más entrañables por parte del público y los propios músicos. 24 temas con pocos intervalos y muchas emociones, que dieron el cierre final a las 23.30 horas con el clásico “Sucio y Desprolijo”.