Bonsur volvió a la carga luego de su gira por la costa. Motivados por la euforia del regreso, más la inminente salida de su primer disco, hablan sobre su música, ideas y proyectos.
«La idea surge de la necesidad de tener un nombre que no represente otra cosa que lo que se nombra. Borges dijo alguna vez que la mejor forma de describir a la luna es llamarla LUNA. No quisimos que el nombre nos marcara un camino, una onda… preferimos buscarlo. Y ese camino lo llamamos Bonsur, sería el nombre de nuestra carretera al sur, hacia adentro nuestro». A la hora de explicar el por qué del nombre, Axel Báez reconoce su temprana obsesión con la cruz del Sur, ítem recurrente en sus palabras. «Cuando estoy de gira por México o USA me gusta buscarla en el cielo para tener presente de donde vengo».
El frontman, junto con Andrés Dussel (bajo) formaron Santos Inocentes, banda pionera en materia de electro-rock durante los ’90, con la que alcanzaron proyección internacional, teloneando a Red Hot Chilli Peppers o Soda Stereo (en El Último Concierto, nada menos). Con un fuerte aval de aquella experiencia, pero marcando un quiebre con lo anterior, decidieron dar una vuelta de página y arrancar de cero. Y así fue que, junto a Pablo Diez (guitarra) y Julián Semprini (batería) este proyecto llamado Bonsur comenzó a ver la luz hacia fines de 2005, y desde entonces viene haciendo cada vez más ruido dentro del under nacional.
Faltaba poco menos de una hora para su primer show del año en Capital, en Alternativa, y esto nos contaban.
Vienen de gira por la costa, y esto siempre es una vidriera importante para las bandas ¿Cómo es el balance de la experiencia?
Julián: El balance fue buenísimo. Es la primera vez que como banda hacemos tantos shows en tan poco tiempo. Nos sirvió para crecer mucho entre nosotros, y para mostrarle todo lo que estamos haciendo a un montón de gente nueva.
¿Se unieron con el proyecto de Bonsur como punto de partida, o éste se fue gestando a partir de que se juntaron?
Axel: Supongo que cuando decidí armar este proyecto me moría de ganas de tocar con Julián, por ejemplo. Nos habíamos conocido en un concierto en Viedma. Y con Andrés venimos tocando hace rato. El trabajo de Pablo, si bien no lo conocía a él personalmente, también me gustaba mucho. Así que en principio cuando empezamos a ensamblar las canciones estábamos todos muy contentos y unidos. Ahora que estamos saliendo de gira y tocando juntos se empieza a dar esta cosa de hermandad que tiene el rock. Me gusta vernos como una «brigada de asalto»… somos muy ordenados para trabajar, y eso está sostenido por sentimientos de admiración y cariño mutuos.
Muchos los encasillan dentro del electro rock, pero dada la hibridez de su música ¿Cómo se definirían ustedes?
Axel: Somos electro rock porque somos una banda que utiliza esas herramientas, los sintetizadores, la computadora… pero también usamos una guitarra acústica, batería acústica… O sea que en realidad somos electro-rock no por elección, sino por consecuencia de lo que sabemos tocar.
Andrés: Me parece que es más una necesidad de las canciones, no lo vivimos como que somos electro rock. Hay temas que sí, y hay momentos en que la verdad de electro rock no tenemos nada. Las canciones van yendo por donde van, y si tenemos que tocarlas con una armónica, van a ir con armónica.
«Bonsur», pieza debut de su discografía, recientemente lanzada resulta, más que un punto de partida, algo así como el hecho que viene a consumar la primera etapa de su ascendente -y maratónica- carrera. Y es que en el lapso de un año, extendieron sus fronteras hasta México y USA; fueron soporte (y el punto de referencia en Argentina) de The Rasmus, y compartieron escenario con Durán Durán, Ian Brown, Erykah Badu y otros en las ediciones ’05 y ’06 del Personal Fest.
Dentro de su vertiginosa carrera, ¿Cuándo vieron que llegaba el momento del gran salto?
Axel: Todavía nos estamos preparando para el gran salto. Estamos viendo si hay agua en la pileta… Y aunque no haya agua, vamos a hacerlo igual. La verdad es que no esperábamos crecer tanto en tan poco tiempo, las cosas se están dando muy rápido… somos una banda que tiene un año de formada, y que recién ahora tenemos un disco en la calle. Creo que nuestro gran salto va a ser este disco, vamos a ver qué es lo que pasa cuando puedan escucharlo en las casas y venir, porque hasta ahora la gente que nos sigue se guía por cosas que graban en los shows o que ven en Internet, en YouTube o MySpace.
¿Cuál fue hasta ahora el show que más se disfrutó?
Axel: Los toques en si no son muy comparativos todavía por que son muy
diferentes, tienen personalidades muy distintas dependiendo el lugar y la gente. Este verano se podría decir que fue una gira muy especial, en muchos shows me toco cantar de frente al mar. El show con The Rasmus el primero fue muy lindo, hubo mucha magia con el publico, como amor a primera vista. Y el Personal Fest… poder estar, mostrarle mi musica a Ian brown o estar cerca de New Order fue una experiencia muy fuerte.
El primer corte, «Sicarios» ya está rotando por las radios y canales de música ¿Qué pueden contar sobre los otros temas del disco?
Andrés: El disco es muy variado. Nunca tratamos de empezar el proyecto definiendo cosas, empezamos abriendo el espectro y no queríamos encerrarnos en un género, entonces el disco es muy variado y tiene momentos muy distintos. Hay un hilo conductor que es lo que hacemos nosotros, pero ante todo es variedad, apertura de cabeza y poder disfrutar de las cosas que por ahí en otra época no nos atreveríamos a hacer, y la verdad que estamos muy contentos.
Las letras tienen un mensaje fuerte ¿Qué es lo que buscan transmitir?
Axel: En realidad no tienen un mensaje, más que nada es autoconocimiento. Pasa por descubrir qué es lo que hay adentro de uno, sin un preconcepto. Y cuado hacés ese laburo te sorprendés con un montón de cosas que no sabés ni que tenías. Creo que hay un lugar para toda la gente que construye la sociedad, el sociólogo, el político. El sociólogo analiza la sociedad de una forma estructural, el político de manera maquiavélica, como una unidad. Y el artista, en cambio puede decir prácticamente lo que quiere, básicamente lo que siente, lo bueno y lo malo. Así que lo que creo que está bueno del disco es que no se detiene en superhéroes propios, sino que muestra desde las cosas más comprometidas hasta las menos comprometidas, que eso también es decir algo.
Trabajar con una discográfica implica una puerta de entrada al mercado masivo. Aun así, ¿apuntan a un público en particular, dado el código que manejan?
Axel: El código es lo que somos nosotros, y tiene que ver con los amigos y con la gente que nos quiere y está cerca. Es el lenguaje en el que hablamos. Pero creo que cuando hacíamos el disco estábamos pensando en toda esa gente que queda excedida de un movimiento de arte, la gente que queda de costado, que queda marginal del arte, que no necesariamente es la gente de clase baja; es la gente que nadie representa lo que ellos tienen para decir. No se… las canciones a mi mamá le gustaron mucho, ojalá que se compre el disco.
¿En esto buscan diferenciarse de la mayoría de las bandas que arrancan apostando al rock más básico?
Axel: No, ojalá en algún momento lleguemos a hacer rock básico… Pasa todo por una necesidad, cuando uno es, no necesita mucho estar en lo que hacen los demás. Lo que sí tenemos es un compromiso personal con lo que es vanguardia, siempre nos gustan las cosas que están por venir. Y en ese sentido guardamos lo que es el espíritu de las viejas vanguardias argentinas. Ahora es como que todo se está volviendo clásico, conservador. Y eso también dice algo. Quizás ves bandas como los Strokes, y eso es una vanguardia. Sin embargo, nos acercamos más a Sumo, Virus, Soda… bandas de acá que siempre tuvieron los ojos puestos en lo que pasaba en el mundo y pudiendo estar a la altura de las circunstancias.
Estimulan mucho el feedback con el público a través de la web ¿Creen que hoy es más fácil llegar a la gente?
El problema es que ahora el vaciamiento no viene por los medios, sino por la gente misma. Tenés más medios, pero también mucha gente no quiere escuchar absolutamente nada y otra gente no tiene nada que decir, entonces ¿De qué te sirven todos los medios? La saturación de información trajo vacío y tristeza para todos. En Latinoamérica se vive una guerra constante, con un montón de muertos y con ejércitos extranjeros asentados en Paraguay, en Colombia y eso no sale en las noticias. Sale, por ejemplo, un parto siamés. Y ¿por qué pasa eso? La verdad no creo que sea más fácil comunicarse.
Con su primer disco en las bateas… ¿Como sigue todo esto?
Axel: Tenemos planeada una gira internacional para… ¿fines de abril, es?
Andrés: Mediados de año
Axel: y mientras tanto, seguir tocando muchísimo. Hoy tocamos en Alternativa, dentro de dos semanas en Radioset, en Puerto Madero. El 17 en Peteco’s, y después vamos a andar por Sta. Fe, Rosario y seguramente Córdoba. Pero bueno, toda esa información pueden fijarse en www.bonsur.com, que estamos todo el día ahí. No es un site muerto, funciona mas bien como un diario donde nos pueden escribir y actualizamos la información todo el tiempo.
Suele ser al revés. Generalmente, el tiempo apremia frente al grabador. Sin embargo, cuando éste se apaga, Axel se sorprende «¿Ya está? Pero si estaba lindo….» Quiere cerrar la charla dejando un mensaje final. De más está decirlo, deseo concedido: «Para todos los chicos que nos siguen o se quieran acercar, que no tengan miedo a lo distinto, que no es malo, que lo distinto básicamente es bueno, y que todo lo que tengan en el corazón está bien y que intenten en estos tiempos de guerra, de locura, de multiinformación, guiarse más por lo que tienen adentro y por lo que su grupo de amigos creen, que por lo que está dando vueltas en la media.»
El show
Para quien ingresa al Universo Bonsur a través de su primer corte como puerta de entrada, sorprende verlos en escena. Y es que «Sicarios», tema que ensambla potencia acústica con destellos electrónicos, remite inevitablemente a los inicios de la tradición sónica local. Pero, en vivo las guitarras le ganan a las máquinas, desatando una sonoridad verdaderamente arrolladora.
Los Bonsur tomaron por asalto el escenario de El Teatrito en su versión Matineé, y sacudieron con una decena de temas a un público de más de cien chicos, casi todos menores de 18, dada la condición ATP del show. Entre los temas de su placa debut, el set sorprende con algún tema con tintes de balada, y la voz de Axel en versión casi acústica. También -tal como adelantaran previo al recital- presentaron dos covers: «I’m not okay», de My Chemical Romance, y «Guilty»: «…un tema de unos amigos que, pese a que están lejos, y vivimos realidades diferentes, descubrimos que algunas cosas se sienten, y se viven de la misma manera. Por eso, ¡Qué se escuche hasta Finlandia!», arengaba el frontman en el tema de The Rasmus.
Actitud y vibración, Bonsur es también un llamado a la acción, distinto del rock que pretende transmitir que «está todo mal, pero hay sobrevivir como se pueda», sus letras operan como un sacudón que busca despertar del letargo a las nuevas generaciones. Mensajes consistentes, sumados a una sofisticada performance sonora, esta banda es una contundente fusión de forma y contenido, que guarda el espíritu indie, pero con muchas ansias de proyección. Tal como desafían desde el estribillo de Sicarios: «No nos pueden alcanzar…»