Banda de género (ska) y a mucha honra, Satélite Kingston acaba de editar su tercer y mejor disco («Algo tiene que pasar»), que fue producido por una gloria del estilo: Flavio Cianciarulo. ¡Callate y baila! La entrevista de Claudio Marazzita, para el Sí de Clarín.
Experimento ska. «Somos un grupo de género. No se me escapa que eso puede ser cerrado, pero lo llevamos al máximo», arriesga Daniel Flores, tecladista de Satélite Kingston, banda que gira hace nueve años por los escenarios. Bajo la fórmula PES (persistencia, exploración y supervivencia), «en los últimos cinco años el grupo se hizo semi profesional», asegura.
Otro ingrediente que ayudó al revival ska es el parentesco con los ritmos de Bob Marley y compañía. «Nosotros no hacemos reggae, Dancing Mood tampoco, pero aplicamos a la idea de la música jamaiquina. Si a Los Cafres les va bien, en algo te va ayudar», tira el tecladista que con Alejandro Pribluda (violero) está desde que se craneó el grupo. A diferencia de otras bandas, Satélite niega que su crecimiento haya sido a puro download. «Para nada, hay una deuda en eso. Tenemos que empezar a utilizarlo», avisa Fernando Marastoni, dueño del saxo tenor, quien desconocía lo que era MySpace hasta que su compañero le explicó en la entrevista. El experimento Satélite es el resultado del rejunte de ex integrantes de Riddim y otras bandas. El grupo de los nueve acaba de lanzar su tercer disco de estudio (el excitante «Algo tiene que pasar»), producido por Flavio Cianciarulo, un conocido de la casa. «Me pregunto por qué no se dio antes. Algunos integrantes iban a ver a los Cadillacs antes de que graben su primer disco «, relata Flores. El CD, que fue grabado «prácticamente en vivo», fue lanzado en Argentina, Brasil, México y Estados Unidos.
Hablar con los grossos de la escena es un sueño cumplido para Satélite: «Cuando Bad Manners vino a tocar se quedaron en la casa de algunos de los chicos», detalla Flores.
—¿También estuvieron con Madness en el Personal Fest?
—En ese show, Suggs McPherson, el cantante, le dedicó un tema a nuestro sonidista porque habían ido a comprar zapatos el día anterior.
—Para ustedes debe ser el sueño del pibe llegar a gente como esa…
—Sí, pero al mismo tiempo es fácil, porque es una escena de melómanos. Todos los que tocamos en Satélite somos melómanos. Y ellos son tipos muy interesados en hablar música.