Hace 10 años, 4 solistas se unieron para crear Viajantes, una banda efímera pero intensa. De esa experiencia salió un disco que ahora se puede escuchar en las plataformas digitales nuevamente. Por Por Lisandro Machado y Eric Balbi.
“Así de misteriosas son las cosas hermosas, que no se recuerda bien cómo comienzan ni se comprende nunca por qué terminan”, reflexiona Pablo Dacal. Viajantes fue eso, la intensidad de lo efímero, la energía combinada de cuatro solistas dispuestos a dar un único par de sinfonías. El resultado fue más que un disco, aunque ese sea el único registro tangible.
Como los viajes, el proyecto se gestó de sueños y de pensar en voz alta. Todo arrancó de conocerse en bares y en La Aromática, “un local de comidas y centro de bohemia en que pasábamos los días y las noches con la guitarra encendida y la cocina abierta a cualquier experiencia transformadora”, en palabras de Pablo. En ese trajín, los caminos de él y de Manuel Onís comenzaron a compartirse musicalmente en un show en Bogotá, Colombia. Ese día, telonearon en Casa de Citas a los cubanos de Los Cuatro de Belén y la formación fue Dacal en guitarra y voz, Onís en bajo y voz y “un percusionista colombiano”, cuenta Manuel. El repertorio encontró temas propios y versiones de Leonardo Favio, Chico Buarque, Ramón Ayala y Fernando Cabrera, entre otros.
Entre juntadas a comer y tocar en la casa de Dacal y Talata Rodríguez en la calle Bulnes, en lo de Alfonso Barbieri y Jimena López Chaplin en Soler o en La Aromática, la recomendación de músicas, libros y películas luego derivó en la idea de la banda. “Cuando Alfonso vino una vez a quedarse me propuso armar algo, hablamos de Manuel y estuvimos de acuerdo”, recuerda Pablo. “Comenzamos con la idea de hacer una o dos canciones pero fue tal el entendimiento y el entusiasmo que decidimos hacer un disco entero”, completa Manuel. Y cuando pensaron en sumar una batería, Juan Jacinto apareció en el radar porque “era genial y todos estuvieron de acuerdo”, afirma Dacal. Así quedó conformado Viajantes, nombre propuesto por Juan en honor a la canción de Cabrera.
Tanto la composición como la grabación se hicieron en el camino, honrando el nombre. “Era divertido ir armando los temas porque lo hacíamos por partes, con bases en el campo en la casa de alguno a lo que yo metía moogs, acordeones y pianos y luego le poníamos las voces”, cuenta Alfonso. Lo grabaron en distintos estudios portátiles y, al final, las baterías se sumaron en el estudio de Anetol del Norte, en la calle Agüero. Lo que le dio el toque final fue la extensa lista de invitados, todos por amistad: Jimena López Chaplin, el violinista Pablo Grinjot y Ramón De la Vega, entre otros. Hasta Luis Alberto Spinetta casi participa, pero aunque dio el visto bueno, finalmente no pudo.
El corolario del proyecto fueron dos shows, con Mauro Comforti y Sebastián Volco completando la formación. Luego vino la mudanza de Juan Jacinto a Londres, para convertirse en un verdadero viajante, y un final abrupto del grupo. Al menos por ahora, ya que Juan dice que “el grupo musical Viajantes no existe más, pero existe el grupo de WhatsApp y siempre coqueteamos con la idea de volver a hacer algo, aunque por ahora nunca quedó en nada”.
Esa experiencia se reeditó con la llegada de “Viajantes (Edición 10 años)” a Spotify. “Me resulta muy hermoso saber que se vuelve un poco a prestarle atención a ese momento que, al menos para nosotros cuatro, fue tan importante y fugaz”, concluye Juan. “Fue algo que nos hermanó, éramos y somos viajantes”, agrega Alfonso. “Una cofradía de un momento crucial”, termina de definir Pablo. Por ahora, está historia está cerrada ahí.