El músico argentino lanzó su tercer álbum, grabado durante cinco días de corrido en enero de este año con una dosis de espontaneidad, frescura y cierta mirada crítica en sus letras hacia la vida moderna.
El resultado fue un disco muy diverso en sus estilos, que se entremezclaron y generaron una amplia riqueza de texturas. En “No estamos tan bien” podemos identificar blues, folk, rock y hasta bolero. En los primeros meses de 2020, lanzó dos singles para su tercer disco: “Festividad Espiritual” y “Cuarentena Blues”.
Tu nuevo material fue grabado en solo 5 días y de corrido. ¿Dónde lo grabaron? ¿Cómo fueron aquellos días?
Lo grabamos con Juanchi Otero en Mocambo en Villa Martelli. Fueron días muy intensos y divertidos, tenía una idea clara del tipo de sonido que estaba buscando, había muy linda energía entre todos los que participamos y eso le dio una dinámica hermosa que hizo que en pocos días pudiéramos tener el material casi terminado. Después hubo algún que otro overdub pero el 90 por ciento del disco se terminó de componer y se grabó en esos días.
“No estamos tan bien” desde los inicios contó con espontaneidad, tanto así, que los músicos invitados terminaron improvisando al 100%. ¿Crees que de la improvisación pueden salir sorpresas gratificantes?
Sí, totalmente. Son músicos en los que confío muchísimo y convoqué para esta grabación porque sabía que podían aportar los colores y texturas que quería plasmar en el disco. Prácticamente no conocían los temas, los mandaba a grabar arriba de las bases que había hecho con la viola y unos sintetizadores y les decía que toquen lo que sintieran, sin miedo a “equivocarse”. El resultado final tiene esa frescura y la esencia natural de cada artista que aportó su magia a la obra.
¿Por qué la elección del nombre del disco?
Toda la obra en sí gira un poco en torno a cierta banalidad que venía percibiendo. El hecho de las redes sociales, cierto exhibicionismo de lo cotidiano y lo instantáneo. Estaba notando que parecía dar más satisfacción mostrar que se estaba viviendo algo que vivirlo en sí. Eso me parece peligrosísimo a nivel sociológico porque genera una ansiedad muy grande, y ya de movida venimos sobre-estimulados por mucha información, en gran parte, tratada y desarrollada para objetos de consumo.
¿Qué crees que es lo positivo de sacar un disco en medio del contexto que estamos viviendo como sociedad?
Si bien el contexto es difícil porque no está la posibilidad de salir a tocar y girar para defender la obra, que es algo que me divierte y disfruto muchísimo, hoy por hoy, entre tantas complicaciones, que a la gente que le gusta lo que hago tenga música nueva para escuchar y atravesar estos momentos es siempre gratificante. Creo que el arte, en general, es muy necesario para apaciguar y enfrentar la poca amabilidad de las crisis.
¿Cuáles son tus planes o proyectos musicales para cuando termine el confinamiento?
Teníamos shows programados en varios lugares y geografías, hay que ver como se reactiva todo lo que es espectáculo. Mientras tanto es una excelente oportunidad y un terreno muy fértil para componer nuevas cosas e ir investigando y experimentando. Trato de mantenerme en movimiento y estar en la búsqueda de nuevos confines sonoros.