Con su nuevo proyecto de rock, el ex Buenos Aires Karma, Emanuel Sáez, lanzó su álbum debut homónimo en noviembre del año pasado y participará este fin de semana en Cosquín Rock, antes de presentarlo oficialmente en La Tangente en abril.
“El disco suena exactamente como lo soñaba y eso se debe a que hicimos un laburo previo muy arduo, y cuando se sumó el productor y crack del audio Guillermo Porro lo potenció hacia el lugar que yo deseaba –señala Emanuel–. 2018 es el año de la presentación así que en el transcurso veré realmente los resultados y hasta dónde nos puede llevar”.
A diferencia de su anterior banda, Buenos Aires Karma, donde la mayor parte de las ideas y composiciones surgían de él y de Pablo Passano; en Tamboor, Emanuel toma el control total para poder mostrar todas sus inquietudes artísticas sin restricciones y llevarlas a la sala. Una vez allí, se abre el juego para que el resto del conjunto aporte ideas y arreglos. “Tengo la suerte de contar con compañeros músicos muy talentosos como Gabriel Gasloli, que es una especie de productor interno dentro de la banda y me ayuda mucho a pulir y pre producir el material –apunta el cantante–. En la batería esta Juan Ruíz que aporta unos beats demoledores, sobre todo en temas que no tienen un patrón rítmico definido y en el bajo está Gregorio Martínez que no necesita mucho tiempo para armar unas líneas increíbles y certeras”.
¿Cómo te resulta empezar desde cero de nuevo con una banda?
Muy excitante y siento que soy un explorador en busca de nuevos territorios. Si hay viento a favor y buena suerte mejor aún. Mi objetivo primario es buscar la excelencia dentro de mis posibilidades y retratar lo mejor que pueda cada momento artístico que vivo. Poner en palabras y en música sentimientos es un trabajo hermoso pero que lleva tiempo y dedicación. En Tamboor tengo una libertad tremenda y realmente estaba necesitando eso, pero también tengo una gran responsabilidad. La idea es ir paso a paso, tratando de controlar la ansiedad y con objetivos a corto plazo. Es difícil, pero trabajo cada día para poder mantenerme en ese rumbo. Lo bueno es que al manejar el timón uno puede ir midiendo las velocidades y variando el rumbo.
¿Qué metas te gustaría alcanzar con Tamboor que no pudiste con Bs.As. Karma?
Todo se da por algo. Buenos Aires Karma fue lo que fue y no podía haber sido de otra manera. Los discos que hicimos con sus defectos y virtudes fueron hermosas experiencias y aprendimos muchísimo. Las canciones allí están para los que quieran escucharlas y algunas siguen siendo muy buenas, eso no se puede borrar. Podíamos haber cumplido muchos más sueños pero estoy convencido que todas las cosas vividas me llevaron a esta nueva etapa y a este disco. Lo que busco con Tamboor es poder liberar el fuego artístico que aún llevo dentro, y espero nunca me abandone, sin ninguna traba, de la mejor manera posible y como yo lo imagino. Siempre buscando, como te dije antes, la excelencia. Todo lo que esté en mis manos tendrá esa misma dedicación y esfuerzo. A partir de ahí ya no tengo mucho control y el que escuche las canciones decidirá.
Van a estar tocando en Cosquín Rock, ¿qué expectativas tienen y cómo se preparan para ese show?
Siempre es lindo tocar en festivales, son experiencias musicales muy intensas y más aún si te ve mucha gente. Pero como esto es solo el comienzo, vamos tranquilos esperando que sea lo que tenga que ser y preparados para romperle la cabeza a los que vean nuestro show, sean muchos o pocos. El objetivo es juntar millas, rodaje y tantear las canciones que recién salen a la luz. El set list que armamos es muy poderoso, no queremos darle ningún respiro a los presentes. Nos entusiasma mucho también compartir escenario y momentos con las otras bandas, de eso trata también un festival de rock.
Tamboor se presentará el domingo 11, a las 16, en el escenario Quilmes Garage del Cosquín Rock. Aeródromo de Santa María de Punilla, Córdoba.
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