Mike Muir adelanta el nuevo disco con Dave Lombardo y el show del viernes en el Vorterix, y apunta contra el ex Pantera. Entrevista con Rock.com.ar.
La ecuación es así: la cantidad de veces que Mike Muir nombra su padre a lo largo de una entrevista es directamente proporcional a los minutos que dure la nota en cuestión. Por eso, a lo largo de esta charla telefónica desde su casa en los Estados Unidos, lo cita unas cuarenta veces.
El cantante de Suicidal Tendencies es un tipo familiero. Cuando su hijito lo interrumpe en el medio de la entrevista pide disculpas y le contesta amablemente. Y de alguna manera debe estar agradecido, porque sus parientes fueron quienes lo sacaron de las sombras a principios de los 2000.
“Estaba tranquilo viviendo en Australia, con mi mujer y mi primer hijo, sin tocar. Un amigo que trabajaba con un festival enorme de allá, el Soundwave, me preguntó si podíamos presentarnos con Suicidal. Yo ya me había retirado por unas cirugías que había tenido en la espalda, pero en ese momento los dolores habían bajado –dice-. Lo charlé con mi esposa y me dijo que iba a ser muy divertido porque yo ya me sentía bien, y que de paso nuestro hijo iba a estar ahí para ver el concierto”.
Así resucitó una de las grandes bandas de crossover thrash de los ’80 y ’90. Y aunque su regreso discográfico se demoró unos trece años –con “13” (2013)-, parece que ahora la maquinaria está más aceitada. En 2016 el grupo se reformó por enésima vez, aún con el guitarrista Dean Pleasants –que está desde hace dos décadas-, y la suma del chileno Ra Díaz en el bajo, Jeff Pogan en guitarra rítmica y el gran Dave Lombardo detrás de los parches.
¿Cómo llegó uno de los mejores bateristas del mundo a formar parte de Suicidal Tendencies? Lo irónico es que Muir había visto a Slayer antes de que sacaran su primer disco, y lo mismo sucedió a la inversa.
“Unos amigos me habían dicho: ‘Tenés que ver esta banda, hacen un punk y metal muy rápido’. Tom Araya –cantante de Slayer- estuvo en nuestro primer video, ‘Institutionalized’. La gente que nos escucha en vivo con Dave y que nunca lo había visto, dice que es un espectáculo asombroso. Y los que van con las expectativas altas porque es su baterista favorito… se vuelven locos y cuentan que el concierto fue increíble”.
Lombardo está grabando en el nuevo disco de Suicidal Tendencies, que saldrá este año. Pero antes pasarán por la Argentina.
-¿Qué pueden esperar los fans de este álbum? Para el anterior tenían compuestos unos 200 temas.
-Como dijiste, la diferencia es que para “13” la grabación había empezado en 2000. Luego hubo varios cambios, yo pasé por mis cirugías de columna… así que con el correr de todos esos años teníamos muchas canciones. En cambio ahora nos juntamos en el estudio y compusimos específicamente para el disco. Fue más divertido y más fácil, porque estuvo presente la formación actual. Todos en el grupo están realmente emocionados con el proceso. Mucho tiene que ver con que esté Dave, eso es algo enorme. Además, es loco porque con Slayer giramos hace 26 años (risas).
-Lombardo disolvió a Philm, su banda anterior, porque los otros miembros le pedían que tocara más suave y más lento. Supongo que eso no le pasa en Suicidal Tendencies…
-¡Para nada! Lo gracioso es que es muy inteligente, y me dijo: “Si hay algo que no te gusta, me avisás”. Y yo le respondí: “Sos Dave… yo no soy quién para indicarte qué hacer. Trabajá tranquilo en lo tuyo, porque sabés mucho más que yo”. Entendía que era un baterista increíble, pero cuando lo vi en los primeros ensayos me volví loco. Hace 25 años estaba grabando con Suicidal y le dije a un amigo: “Me encantaría que Lombardo tocara en este disco”, y él me respondió: “No, él toca un estilo distinto”. Y yo le contesté que tenía su propia personalidad, y no me equivoqué: en este disco, Dave agarró lo que habíamos compuesto y lo llevó a un plano totalmente superior. Lo escuchás y decís: “¡Este tipo es una máquina!”, y a la vez encaja. Recién volvimos de Europa, donde algunos fanáticos nos vieron más de veinte veces, y nos dijeron que esta gira fue una locura. Es el mejor elogio que podés recibir.
-Hace varios años grabaste con Ozzy Osbourne, y para vos fue como estar al lado de un héroe. ¿Te sentís de la misma forma con Lombardo, al margen de que ya eran amigos?
-Mi papá tenía mucho sentido común, y me decía: “Si hay algo que te gusta y que pensás que es grandioso, podés cumplirlo”. Si cuando yo tenía 12 alguien me hubiera dicho: “Vas a grabar un disco con Ozzy de invitado”… le hubiera respondido que no, que yo ni siquiera sabía cantar. Así que son cosas que cuando pasan, te das cuenta de que son asombrosas. Lo de Dave es distinto porque ya está dentro de la banda. ¿Escuchaste esa expresión que dice que el baterista es el que maneja el camión?
-Sí, claro.
-Bueno, no podría ser más perfecta. Ya disfruto cuando me levanto todos los días para hacer un show y sé que va a estar él. Y Ra, el bajista que viene de Chile, se siente en el lado opuesto: siempre amó a Suicidal Tendencies, y dice que esta es la oportunidad de su vida. Cuando vas a un festival y ves a 40 bandas, muchas parecen no tener ganas de estar ahí. Pero la mayoría nos dice que a nosotros siempre se nos nota la felicidad. Más que un trabajo, para Suicidal cada concierto es una chance. Antes de subir, decimos: “Vamos a tocar para muchos que seguro nunca nos vieron. ¡Salgamos y seamos matadores!”.
-Hace unos años dijiste que no querías que la banda se convirtiera en una ocupación, y que ibas a parar antes de llegar a ese punto. ¿Cómo lográs que sea algo serio y que a la vez no sea un trabajo?
-Bueno, en 1995 paramos un tiempo, después de las giras con Guns ‘N Roses y Metallica en Europa y los Estados Unidos. Ahí ya no me resultaba divertido. Antes me gustaba gusta salir de los recitales y encontrarme con la gente, pero en ese período no lo disfrutaba. No por los fanáticos, sino porque me daba cuenta de que se estaba transformando en un trabajo. ¡Así que renuncié! Me dediqué a Cyco Miko e Infectious Grooves –proyecto por el que pasaron Robert Trujillo de Metallica, Stephen Perkins de Jane’s Addiction y Brooks Wackerman de Bad Religion-, y fue como regresar a lo que me divertía y a lo que hubiera hecho cuando tenía 16. Ahora, al haber sumado a Dave, Ra y todos los de la banda, es muy divertido. No nos aburre tocar, y cada vez que nos proponen ir a algún lugar, decimos que sí sin pensarlo. Para Ra es genial porque en Chile va a poder tocar en frente de su familia. Cuando se anunció el show se puso feliz porque era trending topic en su país (se ríe). Muchos músicos me contactan y me dicen que es una gran persona y que están felices por él, y les digo que yo también, porque me di cuenta de que vale mucho como ser humano.
-¿Él y Dave estuvieron en el disco desde el principio?
-Sí. Ra fue la primera persona, y básicamente le dije: “compongamos algunas canciones, y si sale todo bien, estarán en un nuevo álbum de Suicidal Tendencies. Sino, igual va a ser divertido”. Él conoce los estilos de todos los bajistas que tuvimos, y entiende lo que me gusta y lo que quiero. Es mucho más fácil trabajar con personas que tienen una base sólida de ideas, en lugar de que sean simplemente sesionistas. Así que hay una muy buena atmósfera y me encanta seguir haciendo algo que me gusta a esta edad.
-¿Cómo se va a llamar el nuevo álbum?
-“World Gone Mad”, tentativamente. Va a salir en septiembre, y también lanzaremos un EP en enero.
-¿Por qué dos CD’s separados?
-Porque empezamos a trabajar y nos dimos cuenta de que había dos conceptos distintos, y que las temáticas se ajustaban mejor si las analizábamos de a una. Cuando la gente escuche el EP se va a dar cuenta de por qué salió por su cuenta. Una de las muchas frases que tenía mi papá era que en realidad sí importa quién gana una pelea. Luchás con tu puño, pero el combate más importante es con tu cabeza. Hay que aprender a pelear no solo yendo a un gimnasio, sino haciendo lo correcto y sin tirarte para atrás. Una de las nuevas canciones es sobre la batalla personal con esas cosas, y se llama “Get your fight on”. Es muy importante que la gente haga eso, porque se va a poder enfrentar mejor con todos los asuntos políticos.
-Una de las cosas que impulsaron estos trabajos fueron las elecciones próximas en los Estados Unidos. ¿Eso va a estar en muchas letras?
-Cuando sacamos el primer disco –en 1983- la gente me decía que era demasiado político, y yo les respondía que se trataba más bien de mis “políticas personales”. La verdad es que es desafortunado estar ahora en mi país. Viví en Australia muchos años, y todos me hacían críticas sobre los yanquis. Y la verdad es que yo no soy el responsable de todo lo malo que hay en el mundo. Los políticos no intentan hacer nada constructivo: muchas cosas están mal, pero los demócratas no las denuncian porque pasan dentro de su partido… se fijan en qué les da más poder. Volviendo varias generaciones, fui la primera persona con la suerte de nacer en el mismo país que su papá. Así que conozco a gente de todas las nacionalidades. Mi viejo decía: “No confundas la nacionalidad con la amistad”. Que seas el vecino de alguien no quiere decir que sea una buena persona, y lo mismo si va a tu colegio. Generalmente la mejor gente está dispersa por todo el planeta. Hay muchas cosas excelentes que se podrían hacer y que borrarían toda la mierda política.
-¿Por ejemplo?
-Voy a decirlo así: no estoy en ningún partido, pero ponele que hay una reunión de los demócratas. Si entre ellos arman una buena idea, la apoyan. Y si los republicanos aparecen con algo idéntico, les dicen que es terrible. Y viceversa. Cuando le das el poder a la gente le sacás un montón de control a los políticos, y eso hace que pasen a ser menos importantes. Cuando al pueblo le va bien por su cuenta, no los necesita. Pero cuando la gente tiene miedo de que alguien vaya a darle por el culo, por las dudas agarra un cuchillo. Estoy lejos de ser un hippie, pero creo que hay muchas cosas que si juntaras a gente racional, diría: “¿Por qué estamos haciendo esto? Busquemos una solución”. Se puede arrancar con cosas apolíticas, para que nadie “compre” una ideología. Pero concierne a toda la estructura de poder, no solo a los funcionarios. El mundo es mejor cuando la gente se siente mejor.
-Supongo que viste los comentarios racistas de Phil Anselmo sobre el “poder blanco”. ¿Qué opinás?
-A veces mis declaraciones terminan sacadas de contexto en Blabbermouth… Pero claramente no estoy de acuerdo. Le deseo lo mejor, pero no creo que esté en lo correcto. Giré con él y no pienso que sea un mal tipo; sí sé que algunas personas están felices con lo que son y otras no. Con la gente que estuvo en una banda enorme –como Pantera- pasa lo mismo que con los comediantes: terminan matándose ellos mismos. Se vuelven miserables, porque todos esperan que siempre sean divertidos, y los termina consumiendo el personaje. Espero que Phil haya estado realmente borracho, pero no es excusa. Anselmo necesita correrse de esa pose de “grrowwrrr” y convertirse en una persona real. Porque así es la vida, la gente se está muriendo y hay un montón de odio. Y si opinás como él, no ayudás en nada.