El tercer trabajo discográfico de Sergio Dawi, el ex saxofonista de Los Redondos, será presentado el 7, 8 y 9 de julio en el Konex mediante una propuesta de teatro a oscuras. En el Estudio Calipso del barrio de Almagro se materializaron los temas de “Jaqueados”, el nuevo trabajo discográfico de Sergio Dawi y los Estrellados.
Las nueve canciones son parte de la banda sonora de una puesta teatral a oscuras, en donde se relata la historia de personajes jaqueados en el amor, en la esperanza y en la vida misma, que “pidieron a la Pachamama por un respiro y paso a paso, poco a poco, golpe a golpe, lo encontraron”.
¿En qué momento de tu vida te encuentra este tercer disco?
Sergio: Estoy en un momento en donde tengo muchísima actividad y varios canales abiertos. En lo afectivo, de mi familia, de mis hijas y los amigos. Y en lo artístico, con Semi-Dawi que es un espacio donde podemos llevar adelante una propuesta audiovisual mediante la empatía entre la plástica y la música. Cada noche resulta diferente y cada día se nos ocurren cosas nuevas.
Lo mismo me sucede con VideoSaxMachine, que es anterior a Semi-Dawi, y me permite no sólo reeditar cortometrajes, sino también hacer un espectáculo donde lo visual está ligado a lo musical de una manera digital. Todo esto tiene una suerte de improvisación, lo que hace que sea novedoso y bastante jugado.
Ya no sé cuántos años tiene Dawi y los Estrellados, pero por lo menos diez o doce. El primer disco fue casi un material solista, donde invité amigos. Uno de ellos fue Juan Benítez que luego siguió en este espacio.
Como saxofonista puedo llegar a lugares donde comunicar y transmitir, pero la necesidad de utilizar la palabra también pide pista y encontré este formato de la canción con el primer disco. En general me tomo mi tiempo para quedar conforme con lo que voy a mostrar o convidar.
¿De dónde nace la inspiración de tus composiciones?
Sergio: Si hablamos de “Jaqueados”, te diría que en un principio la banda del segundo disco fue transformándose y quedamos el DJ Roco Collado, Juan Benitez y yo. Con ellos hicimos las bases y las escenografías, entre otras cosas. A eso le sumé las melodías que iban a tener la voz y la letra.
Tengo la facilidad de hacer canciones en donde voy sumando capas y las últimas de ellas se dan cuando voy tarareando una melodía que tiene empatía con la escenografía. Entonces por más que este disco haya empezado hace cinco o seis años, en el último periodo es donde el rompecabezas empieza a tomar forma y fuerza a cerca de qué es lo que voy a decir.
El título de “Jaqueados” me parece que es la síntesis de un estado generalizado que veo del mundo en este momento. De alguna manera también lo fue del encuentro con cada melodía y cada canción que iba mostrando de manera aleatoria.
Son historias de ficción, pero tienen que ver con estos personajes que están jaqueados en el amor, la esperanza y la vida misma. Me siento contento y satisfecho de poder sacar para afuera mi mirada.
¿Te demandó más trabajo en comparación a otros materiales?
Sergio: Yo soy bastante obsesivo y en general trato de poder dar el máximo. También la gente que se sumó, ya que tenemos a dos dibujantes y diseñadores que pudieron interpretar las canciones ya terminadas. De alguna manera las cosas que voy haciendo tienen que ver con un trabajo en equipo, desde los técnicos y los músicos, hasta los dibujantes y la gente que hace prensa.
Crear una suerte de familia y poder seguir avanzando es algo que me pone contento. El otro día fui a dar una vuelta con mi hija por San Telmo y le contaba lo que significaba para mí ese lugar. Oír el disco, en esta visión donde aparecen los edificios y el dibujo artesanal de los personajes que timonean cada canción, es algo que me apasiona.
A su vez, me siento preocupado por lo que pasa. Veo de una manera increíble lo que sucede con los poderes máximos del mundo. Hay una fuerza para convencerte de por qué las cosas son de esa manera y no siempre son creíbles.
¿Qué opinión te merecen las nuevas herramientas de comunicación como Facebook y Twitter?
Sergio: Una vez escuché que se podría comparar con un amplio mar u océano con poca profundidad.
Yo siempre fui curioso y me gusta dejarme llevar por esa fuerza, pero pienso que es como todo. Hay que saber buscar y en mi caso es una herramienta que utilizo para comunicar cosas de trabajo, no personales. Muchas veces me quedo bastante decepcionado con lo que veo, pero hay que aprender a convivir. Yo soy más afín a lo orgánico y esas cosas son las que me conmueven más.
¿Qué buscan lograr con esta propuesta de teatro a oscuras?
Sergio: Ante esta situación extraordinaria de escuchar la música sin la vista presente, queremos lo auditivo incentive a otros sentidos. Somos parte de una propuesta donde hay actores que suman motivando sensaciones y olores.
Con Los Estrellados lo hicimos anteriormente en dos oportunidades. Durante un ciclo del Teatro Ciego y después como invitados de Bienal Arte Joven con un equipo que sumaban sus técnicas. Para nosotros fue inolvidable y por eso lo volvimos a elegir. No como un formato que vayamos a sostener en el tiempo, sino como un gusto que nos queremos dar en vida. Poder convidar esta experiencia me parece que está bueno.
¿Cuáles son tus expectativas?
Sergio: Este es un disco que tiene nueve temas y dura cuarenta minutos. Además tiene la característica de que entre canción y canción no hay silencio, sino que es continuo. Al tener la posibilidad de contar con estas técnicas y presentarlo en una situación de oscuridad, los interludios van a tener mayor extensión. Los actores también van a poder aportar otros lugares de donde viene el sonido. Así que lo esperamos con ganas de que salga todo bien.