La banda liderada por Walter Giardino y Adrián Barilari se presentó en la Plaza de la Música en la capital cordobesa. Con formato teatro, la misma estaba con capacidad cubierta: más de tres mil espectadores disfrutaron de un evento de altísimo nivel.
Durante una hora y media de show pudimos disfrutar del repaso de los más de treinta años de trayectoria que tiene la banda. Con un repertorio impecable donde sonaron muchos de los clásicos de Rata.
Ni bien ingresamos nos dimos cuenta de que estábamos ante una producción de alto calibre, con solo ver el escenario imponente que tenía una pared de amplificadores Marshall. Dándonos a entender que iba a ser una noche a puro metal, y fue así. La iluminación y los juegos de luces que acompañaron toda la velada fueron excelentes. El formato teatro y sus butacas no impidió que el público terminara parado y cantando con toda la fuerza las canciones de la grilla.
Michelle, odia la oscuridad fue el tema elegido para dar inicio al gran set, y ya la audiencia se mostró enardecida y deseosa de escuchar a estos eximios del heavy argentino. Luego de Sólo para amarte, vino la primera interacción del vocalista con el público; “Hermoso verlos…Hermoso la verdad…felices de estar en esta ciudad trayendo un poco de Rock and Roll”, nos decía Barilari. Durante toda la noche fue arengando a la gente para que se parara y cantara.
Disfrutamos de El beso de la bruja, Volviendo a casa, La otra cara de la moneda, Talismán y de La canción del guerrero. Luego llegó el momento más emotivo de la noche cuando la banda quiso dedicarle Pequeño ángel oscuro a Guillermo Sánchez con motivo del quinto aniversario de su muerte. Y Adrián nos recordó que la última participación del bajista fue justamente en el disco Tormenta eléctrica, que incluye ese tema. La canción cerró con un solo de Giardino impresionante que nos puso la piel de gallina a más de uno.
Le siguieron Días duros, El amo del camino y con Mujer amante la plaza explotó. Ya comenzaban a despedirse con 71–06 (Endorfina), para dar pie a Rock and Roll Hotel y Aún estás en mis sueños. El cierre de esta velada increíble llegó con cada espectador saltando y cantando delante de sus asientos al ritmo de La leyenda del hada y el mago.
El virtuosismo de Walter Giardino haciendo magia con sus manos, el carisma y desenvolvimiento que tiene Barilari para recorrer todo el escenario, con la grandeza que lo caracteriza y su impresionante voz que nunca falla. El acompañamiento de Fernando Scarcella y Pablo Motyczak dando una base sólida tanto en la batería como en el bajo. Y la destreza de Danilo Moschen en sus teclados y coros fue como siempre sobresaliente. La excelencia de estos músicos dejó a Córdoba con ganas de seguir escuchándolos por muchas horas más.
La gira por la provincia mediterránea los llevó no sólo por la docta en este fin de semana. Rata Blanca también pasó por Rio Cuarto, por Villa María y San Francisco. Y como el propio Barilari dijo en un momento de la noche; “Después de tanto encierro, tanta pandemia, volver a trabajar es lo mejor que nos puede pasar…”, y para sus seguidores verlos tocar en vivo también es una de las mejores cosas que nos pueden pasar.