El conjunto santiagueño de punk rock con más de una década y media de formación lanzó el año pasado en formato digital su segundo álbum, “Asuntos internos”.
“Refiere a temas básicamente personales, expresados en las letras de las canciones, por eso que elegimos ese nombre para el disco -afirma Sergio Coronel, voz y guitarra-. Son letras que acompañan el proceso madurativo como individuos. Comparativamente al primer disco, donde se plasmaban emociones más adolescentes, las letras de este refieren a otras vivencias que puede tener cualquier mortal treintañero”.
El frontman del conjunto remarca que Patones le canta a las dificultades existenciales, a los problemas laborales, amorosos, psicológicos, pero siempre desde una mirada reivindicativa y no catastrófica. Los inconvenientes que enumera Sergio a cualquiera le resultarían usuales, pero toda banda fuera de la provincia de Buenos Aires sabe que el camino para llegar a la mayor cantidad de lugares posibles de la Argentina con la música es cuesta arriba, lo que a veces lleva a abandonar los sueños rápidamente, y que sostener el trabajo de un grupo durante 15 años no es nada fácil.
“Creemos que Internet es una herramienta de gran alcance territorial, incluso potencialmente a otros países –señala-. El disco aún no se encuentra en su formato físico y ha tenido una buena repercusión, ya sea por visitas de público como de recepción de medios radiales, no solo de Santiago del Estero, planteando incluso la duda de si hacer ese formato material o no. Pasar por Buenos Aires permite el compartir escenario físicamente con bandas con más trayectoria o incluso de otras provincias o países como el caso de Punkzer de Uruguay”.
A Sergio lo acompaña Marcelo Ponce en guitarra, Carlos Trejo en bajo y Ramón Antuz en batería. Las influencias del conjunto van por el punk inglés y estadounidense de los 70 y las bandas punk Argentinas de los 80 y 90.
¿Cómo es la movida punk rock en Santiago del Estero?
Retratar la situación del punk rock y de géneros que no corresponden al folklore, no es muy alentadora. Sin embargo, poder relatar la situación ayuda a detectar los límites externos para poder hacerlos conocer y también que se reconozca el esfuerzo de las bandas de rock y punk en general. Las dificultades a la vez hacen que las bandas de esta movida, sean más solidarias entre sí. La falta de lugares para tocar o los medios donde difundir, generan una red donde se colabora para darnos espacios a cada banda.