Mientras preparan su próximo disco, el conjunto cordobés Paris Paris Musique se prepara para girar por México pero antes se presentarán una vez más en la pronta edición del Cosquín Rock.
“Estamos muy contentos –señala el cantante y guitarrista Matías Astudillo Choi-. Si bien nuestra mente está enfocada en México, tocar en Cosquín Rock siempre está bueno y más ahora que me parece que el festival está incorporando más shows alternativos”.
Desde el 2013 con su álbum homónimo que Paris Paris Musique no lanza material discográfico –salvo el single “Irreal” en 2017-. El anterior CD había sido “Cómo escaparse del mal” (2011) y luego de su segunda placa y de llevar a cabo la primera gira por México y Perú junto a Gordo Raphael (productor de The Strokes) y de tocar en el Ciudad Emergente, sufrieron la salida de su bajista.
“Tuvimos que empezar desde cero a buscar músicos que pudieran llenar el espacio que ocupaba Santi (Astini) y en una banda independiente no solo buscas a alguien que sepa tocar bien sino que también tiene que compartir la pasión que uno siente por la banda, tiene que haber química, tiene que tener tiempo para dedicarle. No éramos Metallica buscando a Trujillo y ofreciéndole un millón de dólares para que se comprometiera. La independencia en la música requiere de eso que no se ve, está en el aire y no se puede medir”, explica el frontman.
De allí en adelante el conjunto pasó por muchos cambios hasta llegar al punto de decidir continuar como trío. Los bajos y los teclados comenzaron a ser tirados en vivo como secuencias a través de computadoras.
“Lo cual para una banda de rock eso puede ser considerado raro –reconoce–. Pero como nuestra búsqueda es cambiar constantemente, lo probamos y nos encantó. Las cosas fluyen mucho mejor ahora que somos solo tres músicos. Son más responsabilidades, pero solo dependemos de nosotros tres. Todo ese proceso de cambio lo estoy resumiendo pero fue largo y difícil”..
Ya llevan más de 10 años de formación, ¿Qué cosas han evolucionado desde sus comienzos hasta hoy?
Este camino musical nos fue enseñando lo que significa tener una banda independiente, desde conseguir fechas y buscar el sonido de tu guitarra, hasta grabar un disco y publicitarlo. Todavía nos falta mucho por aprender. Si uno quiere avanzar siempre va a ir evolucionando y encontrando las situaciones y personas que te permiten seguir creciendo en este camino, el cual no tiene fin.
¿Cómo recuerdan aquellos primeros pasos y qué significa para ustedes la banda hoy?
Obviamente nuestros recuerdos son muy lindos y felices. Éramos solo un grupo de amigos queriendo que llegara el sábado para poder ensayar y compartir música. Hoy por hoy la banda ya es parte de nuestras vidas y es difícil imaginarse sin Paris Paris.
¿Qué pueden adelantar del nuevo álbum?
El hecho de que ahora no contemos con un bajista hizo que sin quererlo incursionemos en los synthetizadores y por defecto eso hizo que el sonido de la banda se refrescara. La mayoría de los bajos son compuestos con un synte de bajo y cada vez nos estamos influenciando un poco más por conjuntos que mezclan estos mundos del rock y los syntes. Por otro lado, también queremos llegar a un nivel de composición más claro y directo, sin perder esa inocencia sonora y compositiva que teníamos en los discos anteriores y conservando las ganas de seguir experimentando. Estamos en la etapa final de producción de un grupo de canciones que desembocarán en un EP a mitad de año. Siguen un poco la línea de “Irreal” nuestro último single.
¿Cómo ven la movida indie en la actualidad? ¿Se sienten parte de una escena?
Esta es una pregunta difícil o fácil (Risas), según cómo se mire, porque me parece que el concepto de movida y escena es muy distinto en cada persona y nunca escuché una definición que aúne a todas esas opiniones. Si bien yo tengo un concepto muy claro de lo que considero una escena, para mi incluye a las bandas y al público que retroalimenta a cada una de esas bandas generando en conjunto una movida, escena, industria. El año pasado tuvimos la suerte de poder realizar nuestra tercera gira por México y compartir escenarios, festivales, shows y momentos con las bandas emergentes e independientes más grandes y activas de la escena rockera mexicana, como por ejemplo Oddisseo, Rubytates, Camilo Séptimo, Coco Cece, Los Mesoneros, Ramona, Venison y muchas más. Gracias a esa oportunidad de viajar, hoy lo único que puedo decir es que la escena Argentina, según el concepto que yo tengo, es muy distinta a la de allá. Aquí grupos buenos y músicos buenos sobran. Lo que falta es público y mercado para el rock independiente.