El conjunto santafesino presenta su cuarto disco, “Todas las lenguas en una”, una sesión en vivo grabada y producida en Córdoba y que puede verse en YouTube.
“Desde un principio queríamos que musicalmente sea un set de corrido, en el que los temas se van entrelazando, con muchas partes instrumentales y letras cortas”, afirma la voz cantante Pacho Geller.
¿Cómo fue la producción desde el lado visual?
Armamos un equipo que se dedicó a coordinar la dirección de las cámaras y la escenografía móvil en relación a cada parte del set: el colectivo Hecho en Maipú para el montaje escénico, y el fotógrafo Justo Lassaga para la dirección de cámaras. Después se sumarían al equipo de cámaras Sofía Basco y Juan Ignacio Pedrini. Los primeros rosas y azules vinieron desde la vestimenta. María Flora Gatti ideó el vestuario a partir de una paleta de colores que dio lugar a lo que sería la paleta de colores final.
Ya habían lanzado un álbum anterior en vivo, ¿Por qué eligieron repetir esta experiencia? ¿Fue producto de la pandemia y la ausencia de shows o ya estaba en los planes repetir una producción así?
“Otra vez cualquier cosa” (2018) es la sumatoria de los dos primeros discos de estudio: “La libertad es cualquier cosa” (2016) y “Frenar para seguir” (2018), pero con sus versiones en vivo. “Todas las lenguas en una” es, conceptualmente, la sumatoria de estos tres primeros discos. Son las versiones originales de los temas tocadas en vivo directamente. Es como si se uniese un disco de estudio y su primer recital, con el agregado de ser un set con todos los temas siendo parte de una sola cosa. Lo de los dos discos en vivo seguidos fue casualidad nomás o capaz que por consecuencia directa de la ausencia de shows en vivo.
¿Por qué decidieron grabarlo en Traslasierra, Córdoba?
La idea de viajar en grupo después de un año terrible, sonaba salvadora. Veníamos espiando Sonorámica hacía un tiempo y muy rápidamente se transformó en el lugar ideal para hacer todo lo que necesitábamos. Un estudio muy cómodo para que trabajemos las 16 personas que armamos esto, con mucha tranquilidad y en medio de un paisaje increíble. Fuimos muy cómodos de tiempo también: un día entero para armar la puesta en escena, la distribución de los instrumentos y los espacios por donde circularían cámaras y escenografía móvil, luces, y prueba de sonido. Nos grabó Aitor Aramberry que viajó con nosotros y armó “la planta” con la delicadísima microfonía disponible y demás chucherías de estudio. También Aitor sería quien mezcle el audio final, y más tarde Matías Parisi completaría el proceso de audio con el mastering final. El segundo día fue para ensayar. Media jornada de estudio y el resto del día para disfrutar. El plan era que el tercer día tiremos tomas desde el mediodía, pero decidimos por cuestiones de luz y no luz, arrancar desde el atardecer. Tiramos tres tomas de corrido y la última es la que puede verse en YouTube.
¿Cuáles son los planes para la banda para lo que resta del año?
Estamos con muchas ganas de tocar en vivo. Tenemos dos sets listos para que suenen como es la música realmente, en vivo, haciendo vibrar las paredes. Ojalá podamos hacerlo mucho y por todos lados.