El quinteto de Río Negro que fusiona funk, jazz, rap y hip hop presenta su nuevo material discográfico “El avance de la euforia”.
“‘El avance de la euforia’ intenta plasmar un nuevo momento en la banda, en el cual nos sentimos más maduros musicalmente y nos permitimos experimentar más –describe su cantante y bajista Mariano González-. A lo largo de las canciones buscamos atravesar diferentes estados y que el oyente descubra la esencia que queremos transmitir. El sonido se renueva y ahora logra un aire más moderno, apareciendo una nueva faceta en la banda en la que el rap se logra destacar. También aparecen sonidos de samplers, vocoders y autotune que decoran esta nueva etapa y permiten ingresar al viaje sonoro”.
¿En qué se diferencia este nuevo EP con “Chacra” (2019)?
Este nuevo Ep fue pensado desde el minuto cero como un material de estudio, a diferencia de “Chacra” que fue realizado como un material audiovisual en vivo. Creemos que en este nuevo material la banda se renueva experimentalmente, y que tal vez ahora se vuelve un poco más difícil describirse dentro de un solo estilo. El funk está presente, pero hay una fuerte relación con el rap y el hip hop principalmente. Además de aparecer algunos tintes de jazz, ambient y otros estilos.
¿Cómo surge en Niño Kamikaze la idea de fusionar rap y funk?
El amor por el funk llegó a nosotros en el momento que nacimos como banda y creemos que disfrutamos mucho a través de este género. El rap aparece como una herramienta que nos permite dialogar con la música de otra manera, en la cual la conexión y la libertad de expresarse son lo principal. Tal vez en esta etapa estamos mostrando nuestro momento más “rapero”, pero no es la idea encasillarnos alrededor de un solo estilo. Las voces nos parecen particularmente uno de los aspectos más importantes de la música de hoy en día, porque es lo primero a lo que se le va a prestar atención y el rap aporta la novedad del sonido actual en general.
¿Cuál dirían que es el fuerte de Niño Kamikaze?
Nuestro fuerte son los shows en vivo, en los que conectamos con el público y nos retroalimentamos con la energía que nos llega al escenario.
¿Qué planes tuvieron que posponer por la pandemia y cuáles tiene para lo que resta del año?
Teníamos varios shows y festivales, que por la pandemia tuvimos que posponer, y hoy es algo que extrañamos mucho. Tuvimos la suerte de que durante este periodo pudimos realizar este nuevo material y ahora estamos muy contentos con las repercusiones que nos trajo. Poder trabajar de manera independiente y autogestiva nos permitió seguir produciendo durante el aislamiento y no sentirnos de alguna manera limitados. Nuestro objetivo para lo que queda del año es poder hacer girar nuestra música y en especial nuestro nuevo material, y cuando se termine el aislamiento nos encantaría presentarlo en diferentes lugares del país.
¿Cómo imaginan ese primer concierto de Niño Kamikaze cuando puedan volver a los escenarios?
Imaginamos que cuando vuelvan los shows, la gente va a estar muy deseosa de volver a escuchar música en vivo y eso nos pone muy contentos. Creemos que van a ser muy enérgicos y eso es algo que nos gusta mucho y que nos atrae para hacer música en vivo. Cuando pase esta pandemia, la euforia va a ser generalizada y esperamos despertar esos sentimientos en nuestros shows.