Después de tres sencillos que fueron dejándose ver a lo largo del año, la artista porteña revela al completo una colección de temas de pop de diseño en la que predominan la exploración sonora, la búsqueda intimista y una marcada nostalgia posmoderna. Cinco canciones impregnadas de una sensibilidad única.
En su retrato introspectivo, María se pregunta qué es lo que mostramos y lo que no dejamos ver (“Las Flores Violentas”); captura imágenes permanentes (“Loop en Mi”); cuestiona identidades en un mundo cada vez más virtual (“¿Quién Sos?”) y lucha contra la facilidad de la desaparición (“No te Olvides de Mí”). Un recorrido que culmina cantando sobre una vuelta a casa para ordenar “esos desastres de los que escapé” en la última canción del EP, “Y Ese Fragmento Velado o Fuera de Foco (siempre soy yo)”, que le da nombre a la obra, como cierre, de una manera abreviada y sugerente.
María Codino cuenta un largo recorrido en la escena musical independiente. Inició su primer proyecto musical a los 18 años con la banda Apolo Rixi, de corte post-rock, con la cual dio sus primeros pasos en la escena porteña. En 2016 y luego de transitar diversos proyectos en conjunto, dio un golpe sobre la mesa virando hacia el indie con De Incendios, banda que lideró por cuatro años y donde se puede intuir una estética más marcada y personal de su universo sonoro.
A finales de 2019, con un repertorio mucho más íntimo y la voluntad de continuar la búsqueda sobre la instrumentación, María grabó “Ese Fragmento Velado” entre su home studio y Estudio Pirámide de Estanislao López, quien fue técnico de grabación y mezcla. La producción estuvo a cargo de María Codino, con la colaboración de López. El EP se distribuye a través de Indie Folks Records.
Recientemente lanzaste tu primer EP como solista “Ese fragmento velado”, un recorrido de 5 canciones super personales e introspectivas. ¿Cómo fue el proceso de grabación del álbum?
El proceso fue muy distinto al que venía teniendo en anteriores proyectos. Acá, muchas de las canciones partieron directamente de una composición sobre la computadora en mi habitación, como un juego, una búsqueda de sonidos combinados con melodías. Y también algunas en parte mitad y mitad, compuestas con la guitarra pero inmediatamente llevadas al plano sonoro sobre la computadora. No hubo esa instancia de banda, de ir probando cosas en los ensayos y practicar sobre la canción en marcha, sino más bien de explorar. Una vez que sentí que tenía algo conciso que quería llevar adelante, me contacté con Estani. No nos conocíamos personalmente, pero nos juntamos un día para contarle sobre el proyecto. Le mostré las canciones que tenía, le gustaron mucho y nos quedamos hablando tres horas en su casa, escuchando música que yo tenía de referencia para con el EP y otrxs artistas que a él se le iban viniendo a la cabeza. Desde ese día empezamos a trabajar juntxs. Cuando me junté con él, el proceso fue muy parecido al de casa: afilar cosas, regrabar algunas guitarras y todo dentro de un mismo lugar. Antes, siempre iba a grabar a un estudio con banda en vivo y ensayada, con todos los detalles cerrados. Pero en ésta oportunidad, no fue así. Por ejemplo, me pasó con una de las canciones, “Loop en Mí”: la llevé hecha de tal manera en un principio que luego a lo largo de los días, mientras ibamos trabajándola, había algo que no me cerraba. Recuerdo volverme del estudio y pensar “hay algo de esto que le falta alma y no sé qué es”. Entonces, llegaba a casa y seguía probando más cosas en mi computadora, cosa que me da una libertad y placer tremendo, eso de poder seguir avanzando de acuerdo a las inquietudes que van surgiendo. Un día empecé a probar y probar, hasta que lo encontré. Le escribí a Estani esa noche: “cambié toda la base de Loop en Mí”. Con solo cambiar esa base todo el tema recobró sentido. Era como en una comida cuando de golpe se le sienten todos los sabores. Así que el proceso lo tomé como algo mucho más íntimo y creativo, empezando por la intimidad de mi casa y luego las jornadas seguidas juntxs con Estani, regrabando cosas, debatiendo sobre detalles, probando y sacando cosas, u otras dejándolas tal como estaban. Lo que más rescato de este método es la libertad del a ver, probemos.
Si bien hace tiempo te manejás en la escena, siempre fue junto a bandas. ¿Cómo te ves en esta nueva faceta en solitario?
Es todo más novedoso para mí, y desde un lado de mucho disfrute y experimentación de ir descubriendo nuevas maneras. Tenía una inquietud de hacer algo nuevo, cambiando el formato. Quería probar un formato de instrumentación más portátil, en el que pueda tocar en vivo sin la necesidad de una batería acústica, y también haciendo sonar cosas que quizás son detalles no tan instrumentales pero que suman al clima y me interesaba que suenen en el vivo también, como el sonido de la lluvia en “No te Olvides de Mí”. Por un lado, me noto más tranquila con ciertas cosas, con De Incendios aprendimos mucho sobre la marcha; por otro lado, ser solista es una vía que necesitaba hace tiempo para poder volcar todas las inquietudes creativas que voy teniendo. Creo que las personas estamos constantemente en movimiento y por ende nos vemos atravesadas por cosas muy distintas a lo largo del tiempo, y lo que me interesa en este proyecto es poder volcar eso de la manera más libre y transparente. Tocar en banda tiene todos sus privilegios, pero también es un camino que hace el grupo. Hoy me interesa más investigar el camino personal.
Este 2021 arrancó de una manera muy positiva para tu música, ya que acabás de presentarte en vivo por primera vez. ¿Cómo fue esa experiencia en este contexto tan particular debido a la pandemia?
Fue una experiencia muy loca y distinta. Me encantó tocar al aire libre, entre los árboles del jardín del Museo Larreta, es un espacio hermoso. Es un poco loco ver a la gente sentada y en asientos tan distanciados. Si bien hay que recobrar la energía de las fechas pre Covid, siento que también a raíz de ese espacio se generó un ambiente muy cálido entre el público y el show, una sensación de intimidad que combina muy bien con el EP. Creo que estamos en un momento de transición y con todas las realidades nuevas que trae la pandemia hay que buscar la manera más natural de adaptarse. Si en este caso es tocando en lugares abiertos y con sillas distanciadas, entonces lo haremos así el tiempo que sea necesario. Considero que el arte tiene millones de maneras con las cuales conectar y es un buen momento para ir redescubriéndolas. También es importante, más que nunca, apoyar la cultura en estas épocas difíciles. Tanto yendo a ver música en vivo, como teatro y otras actividades culturales, que se vieron muy perjudicadas el año pasado.
¿Cómo continúa tu agenda para este nuevo año? ¿Qué planes o proyectos tenés en mente?
Tengo varios proyectos en mente. El primero es seguir presentando el EP en vivo por distintos lugares. También, estoy preparando algunos lanzamientos para este año, tengo la inquietud también de poder hacer algunas colaboraciones con artistas que me gustan. Y ahora estoy retomando la composición, en la búsqueda de sonidos nuevos, y exploraciones nuevas. Para eso, me gusta mucho empezar a escuchar artistas que no conozco de diferentes partes del mundo, leer cosas nuevas, llenarme un poco de nuevas experiencias, para un futuro próximo disco.