La banda uruguaya nos presenta su segundo disco de estudio, en el cual muestran su versatilidad, talento y estilo.
Luego de años de experimentación y búsqueda, Los Buenos Modales se muestran con una identidad grupal consolidada que les permite atravesar y mezclar distintos géneros para obtener un resultado único e inédito. Un pasaje a “Vice City”, por favor: un disco con un sonido atemporal y autóctono, influencias de soul y trip hop de la década pasada y rimas que se quedan en tu cabeza sin pagar alquiler. La banda nos deja asomarnos a la ventana para presenciar otro escenario del paisaje urbano y cosmopolita que crean con su proyecto más reciente.
Los Buenos Modales vuelven a demostrar que pueden jugar de locales en todas las canchas. Con un disco notable en el que se destaca “Otra liga”, una colaboración de la banda junto al trío de vientos de NTVG, compuesto por Martín Gil (trompeta), Denis Ramos (trombón) y Mauricio Ortiz (saxo). En este futuro himno logran consagrarse acompañados por los integrantes de una eminencia de la música uruguaya que nutrió la esencia de este colectivo de rap desde su formación.
Recientemente lanzaron su segundo álbum de estudio, sucesor de su disco homónimo que los posicionó dentro de la escena. Teniendo en cuenta que “Vice City” salió 4 años después de LBM, ¿cuándo y cómo comenzó a gestarse el concepto de este material?
Si bien fue un disco que se compuso y grabó de manera intermitente durante todos esos años, principalmente debido a la carga de shows que por suerte tuvimos hasta el 2020, los primeros beats surgieron inmediatamente después de que presentamos el primer álbum. Había una necesidad muy grande de seguir haciendo música. Canciones como “Jungla” forman parte de algunos de esos instrumentales que componen ese proceso. La pandemia definitivamente terminó de forjar el disco; posponerlo ante la necesidad de revisar el material y resignificarlo nos permitió pulir el sonido y descubrir qué valor tenían para nosotros esas canciones en este contexto.
El disco contiene una amplia variedad de estilos, colaboraciones y marcadas influencias. ¿Cómo fue el proceso de grabación?
Lo que se logró en este álbum fue poder registrar un proceso que se estaba dando de manera natural, que es la consolidación del colectivo como banda. De pasar a ser beat makers con raperos encima de la pista, a una banda que compone y piensa como tal. Esta vez, la composición de toda la música estuvo a cargo de los cinco instrumentistas, con una producción artística, mezcla y mastering en manos de Dubchizza. De cierta manera, siento que este es nuestro primer disco, con el grupo consolidado, donde finalmente pudimos aceitar las piezas y potenciar lo que sabemos nos hace sentir cómodos y nos sale bien. Hubo un ejercicio de confianza en ceder espacio para que cada uno de los integrantes aporte desde su rol, y creo que eso se nota en la variedad de estilos, pero también en ese sonido que creo que se identifica fácilmente como nuestro.
“Vice City” va desde lo hardcore a las baladas, dejando en evidencia la versatilidad de la banda. ¿Van a continuar por el camino de la experimentación? ¿O simplemente dejan que las cosas fluyan a su tiempo?
No lo llamaría experimentación. Creo que esa variedad de estilos se promueve cien por ciento y viene justamente de la naturaleza colaborativa del proyecto; donde cada uno de los ocho vuelca sus referencias y vivencias, las mastica el monstruo y las vomita en forma de canciones que la mayoría de las veces nadie tenía tan claras cómo iban a ser realmente. Eso es central para sorprendernos a nosotros mismos constantemente y lo que más disfrutamos de hacer canciones juntos.
¿Qué planes o proyectos tienen en vista para este 2021, en la medida que se pueda?
Este es el disco del “a pesar de”, y que exista eso nos llena de orgullo. A pesar de un montón de cosas malas, la música está ahí afuera y lo único que podemos esperar es que ruede todo lo posible. Los Buenos Modales siempre intentó generar contenidos y colaboraciones que excedan lo musical, así que esperen algunas novedades por ahí. Siempre hay algo para hacer. Ojalá nos veamos pronto.