El conjunto pampeano de rock presenta su tercer material discográfico, “El Club de los Nostálgicos”.
¿Qué buscaron mostrar en este nuevo álbum?
Nicolás Lippoli (guitarra y voz): El concepto del álbum alude a la reivindicación de sentimientos pasados, que pueden ser parte de la vida cotidiana o de eventualidades que sucedan en el día a día. Rescatar la poética del club de barrio, de los valores que allí se instauraban y representarlos en forma de canción en 2022. Re-interpretados por medio de un lenguaje que hace referencia a nuestra generación. No se trata de una nostalgia ligada a la tristeza sino justamente cosas que nos remiten a tiempos en los que el concepto de libertad era otro, en los que la gente no se odiaba tanto entre sí, en los que la contaminación no invadía los barrios y donde los clubes podían sobrevivir apoyando a la cultura desde la educación y el deporte, o las artes. Si traducimos eso a conceptos musicales, podemos extraer elementos que nos planteen historias que podamos traducir en letra y música, haciendo una puesta en valor de sensaciones universales. Situaciones cotidianas toman el papel en el escenario principal de las temáticas abordadas en cada canción.
¿Cómo fue la producción de este disco?
NL: Se produjo en cuatro etapas. Primero, la composición y grabación de demos durante la pandemia 2020. Yendo al estudio una vez por semana armamos la lista de temas que serían plasmados en el disco. La segunda etapa fue a fines de 2020 y principios de 2021. Se realizó la grabación empezando en La Aldea Estudio, luego Daktari Estudio, cuyo dueño es Norman McLaughlin, productor artístico. La tercera etapa se realizó en conjunto productor-banda, que es donde ultimamos detalles, grabamos coros y arreglos mínimos. Y la cuarta etapa fue mezcla y master en Daktari y Richards Estudio.
¿En qué se diferencia este tercer álbum con los dos anteriores?
NL: Nosotros venimos de hacer dos discos en donde reina el rock and roll setentoso de garaje y donde se nos puede ver en el estado más elemental del grupo. Pero en el caso de “El Club de los Nostálgicos”, la búsqueda fue diferente. Incorporamos nuevas técnicas de grabación, composición y producción, que hasta ahora no habíamos usado. Nos dimos el tupé de grabar por pistas, orquestando cada capa de música de una manera muy minuciosa, lo que da un resultado sonoro mucho más fino en relación a lo que sucedió en nuestros anteriores discos. Este proceso nos dio frescura, nos sacó de una zona de confort y nos permitió sentir la adrenalina de arriesgarse por algo nuevo.
¿Qué los motivó a tomar el riesgo de ampliar la paleta de sonidos que abarca el conjunto?
NL: Lo que nos motivó a desarrollar este proceso y este cambio en cuanto a lo sonoro, fue el hecho de escuchar más música nacional de los años 80 y la renovación que en esa década surgió en la escena nacional. Eso nos sirvió de ejemplo para romper nuestras propias barreras y tirarnos el lance a nuevos campos armónicos.
¿Cuál dirían que es el fuerte de Las Sombras?
NL: El fuerte de Las Sombras es el show en vivo. Allí se rompen las barreras entre banda-público, porque creemos que el público completa la energía vital de este grupo y es en los escenarios donde se aprecia la magia detrás de todo esto.