Malas noticias para aquellos que creen que YouTube no está pagando suficiente de derechos de autor: es el servicio de streaming de música más grande del mundo y está creciendo más rápido que Spotify o cualquiera de sus rivales.
Por Tim Ingham, en Music Business Worldwide
Esto surge de un análisis estadístico de Music Business Worldwide, con datos de Estados Unidos y Gran Bretaña, que revela que la empresa de Google incrementó su participación de mercado en este primer semestre del año en ambos países.
En lo que va del 2015 el streaming on-demand creció 92% en EE.UU. y la mayor parte de este porcentaje obedece a YouTube, Vevo y otras plataformas, que sufrieron una suba de 109.2%, mientras que el audio bajo demanda (a través de Spotify, Rdio, Rhapsody, Beats Music y demás) aumentó 74.2%.
Es interesante observar que la tasa de crecimiento de ambas categorías se ha acelerado considerablemente en los últimos seis meses. Entre 2013 y 2014, el total de streaming de audio subió 60,5%, mientras que el video creció más lentamente: 49,3%.
Podríamos tomar como ejemplo a la megaestrella Taylor Swift: su catálogo fue bajado de Spotify y otros servicios de streaming gratuitos en medio de una polémica a fines de 2014. Sin embargo, los videos siguen a disposición en Vevo; la gran mayoría de los cuales se accede a través de YouTube.
En Gran Bretaña la historia es similar. En la primera mitad del 2015 se streamearon 11.5 mil millones de veces, contra los 14.8 mil millones de todo el 2014 (que fue casi el doble del nivel registrado en 2013). Y los plays de video tienen aún mayor crecimiento: en los primeros seis meses del 2015 se vieron 12.5 mil millones de videos, contra los 6.3 mil millones del mismo período 2014. Y en todo el año pasado se emitieron 14.3 mil millones de streams.
Lo esencial: los servicios de video streaming (un mercado absolutamente dominado por YouTube) está superando a sus competidores de audio, tanto en términos de volumen como en términos de crecimiento.
Por supuesto, ayuda que YouTube siga siendo totalmente gratuito, una de las mayores pesadillas de Spotify a la hora de lidiar con grandes artistas que abandonan su servicio.
La International Federation of the Phonographic Industry (IFPI) estima que a fines de 2014 los servicios de suscripción de música en audio tenían 41 millones de usuarios pagos, que aportaban 1.1 mil millones de dólares a los sellos. Pero como contracara, solamente 641 millones provinieron de servicios de video, gratuitos para los usuarios y sostenidos por publicidad.
Será muy interesante analizar al final del año si la entrada al mercado de Apple logra inclinar la balanza hacia el streaming de audio y quitarle participación a la cuota de mercado de YouTube.