El supergrupo de metal progresivo formado por Mike Portnoy, Derek Sherinian, Billy Sheehan, Ron “Bumblefoot” Thal y Jeff Scott Soto llega a la Argentina para presentar “Psychotic Symphony”, su disco más reciente.
La historia es así: Mike Portnoy cuenta, en sus redes sociales, que trabaja en una nueva banda. Aunque Portnoy es un reconocido multitasking, en este caso, el anuncio genera gran revuelo entre los fans, que empiezan a ver cómo un viejo sueño se cumple. El mensaje va acompañado de una foto, unos pies calzando un par de botas tejanas que, enseguida, todos reconocen: se trata de Derek Sherinian, quien hasta 1999 acompañara al baterista en Dream Theater.
En el colmo del nepotismo convocan, nada más y nada menos: a Sheehan – compañero de Mike en The Winery Dogs y de ambos en PSMS -; a Bumblefoot – que fue parte de Metal Allegiance -, y a Jeff Scott Soto, que había abierto varias veces con su banda para The Winery Dogs.
Charlamos con el cantante del supergrupo, antes de su presentación en Groove.
Para muchos fans, ver a Portnoy y Sherinian juntos de nuevo, con canciones nuevas y perspectivas de continuidad como banda, es un sueño cumplido ¿Cómo lo viven ustedes?
Jeff Scott Soto: ¡Igual que los fans! (risas). Es un honor ser parte de esta increíble banda. Nuestros antecedentes nos hacen imparables en cualquier cosa que decidamos emprender juntos.
Son todos grandes estrellas del metal, y lejos de una batalla de egos, se ve que todos se tienen un gran respeto y la pasan muy bien ¿Cómo es tocar y componer junto a todos estos tipos?
Jeff Scott Soto: Realmente emocionante. Ya después de los primeros shows que hicimos, podíamos sentir la magia y la química que se iba creando. Es una gran sensación saber que sos parte de una banda en la que todos pueden hacer mucho más que el promedio (risas). Es una banda increíble, en todo sentido, increíble.
En “Psychotic Symphony” (2017) se puede reconocer el estilo de cada uno por separado, pero a la vez es un trabajo muy armónico ¿Cómo fue el proceso de composición?
JSS: Fue compuesto y grabado en un marco de absoluto respeto y confianza, pero, lo más importante: lo hicimos juntos. Lo que escuchás no es el resultado de uno o dos músicos manejando todo; brillamos todos, tanto en la composición como en las performances. Realmente fue mágico.
El disco retoma un metal progresivo de fuerte contenido melódico y momentos verdaderamente épicos, pero sin dejar de ser agresivo y pesado ¿Fue algo deliberado, se fue dando, o cómo fue?
JSS: Al principio la idea era que sea más progresivo, pero los fuertes antecedentes de todos en distintos estilos fueron apareciendo naturalmente en el proceso de creación, y terminamos yendo más allá del prog. Somos una banda de hard rock con tendencias al prog, metal y el rock clásico ¡Así es más emocionante!
Dentro de poco vienen a la Argentina. Todos ustedes estuvieron en nuestro país en algún momento ¿Pudiste conocer algo de música local?
JSS: Lamentablemente, cuando estamos de gira no tenemos mucho tiempo en cada ciudad, generalmente nos quedamos un día, y con tanto viaje en el medio, aun si llegamos a tener un día libre, lo último que hacemos es ponernos a buscar música o lugares ruidosos en los que quedarnos. Así que no, realmente no he tenido la oportunidad de explorar mucho fuera de los aeropuertos, el hotel o las salas donde vamos a tocar.
¿Y qué recuerdos tenés de visitas previas a nuestro país?
JSS: Sobre todo, recuerdo la comida: ¡chimichurri, entraña, panqueques, dulce de leche! Y la gente, siempre tan amigable y llena de vida. Y, por supuesto, su cultura ¡Amo Argentina!
¿Qué podés adelantar del show que van a dar en Buenos Aires?
JSS: Será un gran concierto. Van a terminar sintiendo que corrieron una maratón ¡Quedarán exhaustos, pero satisfechos!
¿Cómo sigue Sons of Apollo?
JSS: Espero que sigamos por mucho tiempo más: más discos, muchas giras ¡y un montón más de asados!