El cuarteto de Moreno de rock alternativo Impar comienza a despedir su álbum debut, “Después”, el cual ya lleva dos años de editado, mientras preparan y adelantan flamante material.
“Las canciones nuevas van por un lado más rockero, pero mantenemos esta esencia –anticipa su cantante y guitarrista Pablo Cristín–. Por ahora tenemos un blues lento que matiza con algunas partes un poco más stoner, y alguna canción tirando a una especie de funk experimental”.
El conjunto que se completa con Leandro Duarte (batería), Federico Bonomi (guitarra eléctrica y coros) y Gabriel Rodríguez (bajo) se formó en el Oeste bonaerense en 2012 y recuerdan que durante esos primeros cuatro años hasta el lanzamiento de la primera placa fueron tiempos de composición y de conocerse musicalmente entre ellos.
La grabación de “Después” (2016) marcó el cierre de una etapa y afianzó a la banda en cuanto a estética sonora y a proyección.
Pablo rememora: “El disco en sí, para el que cumplimos el capricho de tenerlo en físico, más allá de las redes y plataformas del ciberespacio, nos abrió muchas puertas tanto para la difusión de nuestra música como para poder acceder a nuevas fechas, y poder darle al público la posibilidad de llevarnos a su casa al final de cada show”.
Desde 2016 hasta ahora, Impar recorrió distintos escenarios, principalmente de Zona Oeste de Buenos Aires, presentando las canciones de esta primera obra, pero también algunos covers y apostando siempre a los shows intensos musical y estéticamente sobre el escenario.
“Nos enfocamos en dar un buen show, que transmita tanto como las canciones, con energía, con fuerza, haciendo que el escenario explote en mil pedazos –remarca el frontman–. Apostamos a shows más experimentales, donde estamos comenzando a mezclar efectos de sonido, visuales y otros tipos de arte que de a poco se incorporan o se anexan dependiendo de las características del lugar; para que un show de Impar no sea sólo un recital, sino una experiencia que se disfrute con todos los sentidos como sea posible”.
Al mencionar otro de los puntos fuertes del grupo, aparecen las composiciones y la apuesta comprometida a tener canciones intensas, que sean un mundo en sí mismo, que transmitan un abanico amplio de climas o acordes inesperados.
“Nuestro sonido surge de los distantes gustos musicales que tenemos, que van paseando por todos los estilos, y que solemos disponer según lo que la canción nos pida”, asegura Pablo cuando también señala que los temas hablan de experiencias, rutinas, amor, esperanza, la noche, la resaca y varias cuestiones del día a día y agrega: “En un mismo disco, como es el caso de ‘Después’, podemos tener una canción densa y oscura como ‘Algunas mañanas prefiero no despertarme así’, una canción positiva con un poco de nostalgia como es ‘Por el Aire’, y otra totalmente pop pero con una letra un tanto oscura como es ‘Vos no sos una ciencia exacta’”.
En tiempos donde se necesita mostrar material nuevo todo el tiempo, ¿Están pensando en un segundo disco?
Sí, quizás se grabe a principios de 2019, con canciones nuevas que ya incorporamos a los ensayos, pero de un modo totalmente distinto. Hasta “Después”, las canciones venían ya armadas por alguno de nosotros y entre todos las vestíamos, aportando cada uno desde su instrumento. Para este nuevo álbum, planteamos armar los temas directamente en la sala, desprendiendo de alguna frase, acorde o ritmo mínimo que cualquiera de nosotros tenga como idea; lo que llamamos “semilla”, y a partir de ahí, con lo que cada uno de nosotros vaya aportando, ir construyendo la canción. Es un proceso más lento, pero mucho más rico donde jugamos más y cada Impar exprime su instrumento y su cabeza al máximo. Va a ser mucho más rockero y experimental que “Después”, que tiene un aire más pop, pero sin perder la canción. Por ahora tenemos canciones que van rebotando por varios estilos y esa mezcla nos motiva mucho.
Foto: Malu Quinteros