La Argentina está pasando por una situación económica y social delicada donde las personas más marginadas están recibiendo la peor parte. En medio de esta profunda crisis surge el Frente Heavy Metal (F.H.M.), una organización solidaria que busca visualizar y combatir las principales problemáticas sociales que atraviesa el país.
La lluvia obliga a la gente a apurar el paso hasta que se encuentran con una puerta transparente de un bar. A través de ella sólo se ve una luz verde que encandila. De repente, la puerta se abre y una señora sonriente recibe a todos cordialmente. Mientras algunos dejan sus bolsas llenas de alimentos no perecederos en una mesa cercana, ella cobra una módica suma al resto de los que ingresan. Al subir las escaleras se escucha el pesado sonido que ocasiona la distorsión de dos guitarras y un bajo al ritmo de bombos y platillos. “¿Cuál era el nombre que pensaron sus padres? Sus verdaderos padres que eligieron para él ¿Qué les pasó? ¿Qué les sucedió? La verdad se siente. La sangre no miente, no. La verdad se siente en el corazón, ¡siempre!”, canta Ramírez, el vocalista de la banda emergente Thesis, quienes junto a los grupos Agreste y Arritmia protagonizaron el festival solidario organizado por el Frente Heavy Metal que se realizó el sábado en Bar Íntimo ubicado en la Ciudad de Buenos Aires para dar una mano al comedor comunitario “Pekeñito” de Rafael Calzada, Provincia de Buenos Aires.
El Frente Heavy Metal surgió en junio de 2017 con el objetivo de ayudar a los sectores más desprotegidos de la sociedad mediante eventos donde se recaudan alimentos, ropa, juguetes, artículos de limpieza e insumos médicos, entre otros, que luego son destinados a comedores comunitarios, merenderos, hospitales, guarderías, las madres víctimas de trata y los pueblos originarios. La organización está integrada por más de 50 trabajadores de diversos ámbitos: músicos, especialistas en sonido, empleados, e incluso por gente que no es afín al heavy metal. No reciben ningún tipo de apoyo de otros organismos, ya sea estatales, privados o sin fines de lucro y así también priorizan a los sectores que tampoco poseen alguna ayuda o subsidio, ya que buscan dar una mano a los que peor están y tampoco desean quedar vinculados a otras instituciones políticas.
“Seguramente más de uno de nosotros la habrá pasado mal en algún momento y se nutrió de esa solidaridad del otro para zafarla y así después devolverla. Básicamente se trata de ayudar a otros y, si bien la solidaridad es una cuestión política, lo hacemos sin ningún tipo de partidarismo. Entre nosotros también hay militantes de diversos partidos políticos, pero nuestra idiosincrasia no permite que la ideología de cada uno influya en absoluto en nuestras conversaciones. Nos respetamos mutuamente, sino no podríamos formar parte de un mismo frente para la solidaridad”, expresa Coralina Gemetro, quien además de ser paseadora canina y adiestradora, es miembro fundador del Sindicato de Trabajadores Caninos. Ella conoció el Frente un día que fue a comprar indumentaria de Motörhead y la vendedora resultó ser una conocida suya que le comentó sobre la organización. Fanática del heavy metal e interesada en las causas sociales, Coralina comenzó a formar parte del Frente en agosto de 2018.
El trabajo de la organización no consiste solamente en la donación, sino también en la concientización sobre las problemáticas que atraviesa a cada grupo de personas que ayudan, como el predominio del hambre, la salud en deterioro, el negocio de la prostitución, el abandono de los pueblos originarios, la falta de espacios para el arte, la precarización laboral y las represiones. Además, buscan romper con ciertos prejuicios que predominan sobre el género musical que une a todos sus integrantes: “también es generar un cambio cultural de la imagen que la gente tiene del heavy metal porque vos miras a pibes metaleros y tienen barba, pelo largo, cuero, tachas, etc. y el que no entiende piensa que es algo agresivo y nada que ver”, señala Coralina.
Para una mejor coordinación se han dividido en distintas zonas, cada una con su representante, de las cuales una está en la Ciudad de Buenos Aires y las otras seis en la Provincia de Buenos Aires: oeste, sur, norte, Mar del Plata y Santa Teresita. La zona que arma una fecha tiene la posibilidad de incluir dos bandas para el evento y las otras zonas pueden agregar una banda cada una. Empero, esta decisión no es a dedo, sino que efectúan una convocatoria, luego un sorteo y, por último, el orden en que toca cada grupo también se resuelve por azar. Se trata de un movimiento que tiene la intención de expandirse a nivel nacional: “Tratamos de que se extienda lo más posible porque la verdad es que estamos todos en la misma. Hay mucha gente pasándola mal. Algo que también queremos aclarar es que cuando sacamos fotos de las actividades y de lo que recaudamos no lo hacemos de figureti, sino que hay mucha truchada. Hay gente que por ahí dice: si, en realidad lo llevan a tal lado y nunca se sabe. Es para que no haya dudas y que la gente lo pueda ver”, explica Ariel Caballero, miembro fundador del Frente, artesano y bajista de la banda Cuarteador. Cuenta que todo comenzó hace dos años cuando organizaba eventos solidarios junto a otras seis bandas. A medida que fueron organizando fechas más bandas y personas se fueron sumando al grupo, por lo que finalmente decidieron formalizarlo.
En la actualidad el Frente Heavy Metal continúa recibiendo numerosas solicitudes de bandas que quieren participar en los festivales y si bien no existen restricciones en materia de estilos y géneros, sí existe otro criterio que puede excluir a más de una: “No somos un jurado que diga: que bueno esto o que malo aquello. Pero sí tratamos de interiorizarnos en el mensaje que da cada banda para no tener ningún tipo de conflicto. No vaya a ser cosa que estés convocando a una que después se saca una foto con Biondini”, comenta Ariel. En la misma línea se ubica Coralina: “hay muchas bandas a las que no les damos la posibilidad porque tienen ciertas ideologías con las cuales no nos identificamos. Una vez bajamos una banda llamada Muerte porque encontramos contenidos fachos y misóginos dentro del Facebook de un par de los miembros. Creo que el heavy metal es libertario, es solidaridad, una hermandad y una comunidad donde somos todos iguales. Esto tiene que ver con el cambio cultural que se generó en el heavy metal. Ahora hay un montón de bandas de chicas que tocan y cada vez más mujeres van a presenciar los shows, antes eso no pasaba”.
Llevar adelante el Frente no es fácil para sus miembros en razón de la cantidad de tiempo, dinero y esfuerzo que requiere. Muchas de las fechas se realizan al aire libre y esto implica que a veces tienen que suspenderse por las condiciones climáticas. Ejemplo de esto último fue la que se preparó el 11 de noviembre del año pasado con la intención de ayudar a la escuela N°49 de Moreno, la cual había sufrió la explosión de una garrafa que resultó en el fallecimiento de una maestra y un auxiliar. Este problema del clima llevó al Frente a realizar festivales en lugares cerrados y a buscar distintas formas de autogestión. “En las fechas a veces cobramos un bono de contribución de una módica suma con la que después formamos una pequeña caja autogestiva para poder pagar algunos gastos que tenemos en las fechas posteriores. A veces es difícil que la gente entienda que esto es necesario porque no siempre contamos con la solidaridad de todos los lugares donde armamos los eventos. En algunos nos cobran un bono determinado y no siempre tenemos esa plata que sale de nuestro bolsillo. Hay algunos de nuestros compañeros que están sin laburo y, sin embargo, siguen ayudando”, finaliza Coralina.