Gustavo Santaolalla es uno más que ingresa a la larga lista de músicos que están emigrando en los últimos tiempos. Su historia, una vida que ya lleva 15 años de rock, está indisolublemente ligada a la historia del rock nacional desde sus inicios, cuando a los 11 años le regalaron su primera guitarra eléctrica, hasta ahora, en que con sus 26 años decide emprender nuevos horizontes.
Gustavo marcó, con Arco Iris, uno de los capítulos a la vez más discutidos e importantes del rock nacional, y la oportunidad era buena para intentar hacer un balance de la experiencia, y a la vez que bucear en su pasado indagar en el futuro y sus próximos planes. Una vida musicalmente muy productiva, ocho LP grabados sin contar las recopilaciones, y multitud de trabajos realizados, requerían una explicación más o menos ardua. Fue así que convivimos con Gustavo durante dos días enteros, charlando y dando forma al material de esta entrevista. Aquí está, en una apretada síntesis, el relato honesto de 15 años vividos junto al rock, toda una vida de música.
LOS PRIMEROS RECUERDOS
Los primeros recuerdos que yo tengo de muy chico con efecto a mi historia musical, es que mis padres escuchaban un programa llamado ‘Música en el Aire”, donde pasaban todos los discos gue estaban en el ránking en Estados Unidos a través de ese programa mis viejos se copaban con esa música y compraban muchos discos de pasta, de 78. Después me iban a quedar ami, tengo una colección inmensa de discos de pasta. Las primeras músicas que me empezaron a gustar en esa época fueron po ejemplo Les Paul, Les Paul 8: Mary Ford,Smith y sus Pelirrojos, Frankie Laine, Dinah Shore. El tema que más me gustaba era ‘Tirando manteca al techo’. Una vez mis viejos trajeron un disco de Bill Haley y sus Cometas, que era ‘Rock around the Clock”, y un poco más adelante uno de Elvis, y ahí ya me empecé a volver totalmente loco. A ellos esa música ya no les gustaba mucho, se los compraban un poco por que estaban de onda. Ahí empezaron a traer menos discos, entonces, empecé a comprar yo. Para esa misma época, yo tenía 5 años, mi abuela me regaló mi primera guitarra, era una guitarra chiquita que más tarde la usamos como sello en el primer LP de Arco Iris, la tocaba Guillermo con un arco de violín, Me acuerdo que en una reunión familiar, yo estaba sentado sobre la falda de mi tía y ella me preguntó que quería ser cuando fuera grande, y le contesté ‘yo quiero ser como Paul Anka’, Eso me quedó muy grabado , ya desde ese entonces la música estaba girando en mi cabeza.
SER EL PRIMERO
Siempre sentía, quizás por ser hijo único, que mis viejos me educaban para sobresalir, yo tenía que ser el original, el distinto. Una vez estando en jardín de infantes, en esas fiestitas que todos los chicos se disfrazan, yo hice de mago. Mi viejo me compró unos juegos en un bazar y me enseñó a hacer los trucos, Imaginate yo con 5 años y haciendo los trucos, los pibes no entendían nada. También en otra fiestita que todos se disfrazaban de indios, yo me disfracé de cacique. Además fui abanderado, y otra vez dirigí una banda rítmica como de 30 pibes, tengo la foto mía empuñando la batuta. Yo era de Ciudad Jardín, y ahí iba a una academia de danzas folklóricas. Una vez al año la academia hacía una exhibición en el cine del barrio, el Helios. Yo hacia un número de malambo junto a otros cuatro chicos, y mi viejo me dijo que terminara mi solo de una forma distinta a como lo hacían los otros. Entonces me acuerdo que estaba el Helios llenísimo, y cuando terminé mi solo el cine se venía abajo. Ya ahí me empezó a gustar eso de estar arriba de un escenario. Mis viejos eran muy católicos, y yo también era muy religioso. Para Navidad hacíamos unos pesebres impresionantes, participábamos de esos concursos de pesebres y siempre lo ganábamos. Para mí era algo fascinante, siempre esperaba que llegara fin de año para armar el pesebre. Llegué a ser presidente de la juventud de la Acción Católica. Mi padre quería que fuera sacerdote o médico. Y ahora me doy cuenta que ambas cosas tiene algo como de asistir a las personas, ya sea en lo espiritual o en lo físico. Y que en definitiva la música tiene también algo de eso, por que siento que los músicos, y los artistas en general, son tipos que se entregan, que se dan hacia los demás. Y hubo una época en que quise ser cura. Por que yo empecé muy temprano con los ‘males de amor”. A los nueve años ya tenía romances, a los diez ya iba a asaltos, y a esa edad ya sufrí un gran ‘desengaño amoroso’. Entonces a los doce ya era un místico, quería ser sacerdote
NO LE PUEDO ENSEÑAR MAS
Yo tocaba folklore, y estudiaba con una profesora que venía a casa. Pero no estudiaba nada, por eso es que hasta el día de hoy no sé leer música. Ella me enseñaba los temas por música y yo los sacaba de oído, hasta que un día le dijo a mi vieja que mi oído era superior a su teoría, que ella no me podía enseñar más. Veía por televisión un programa llamado ‘Guitarreada’ y me aprendía zambitas, chacareras, y además, Leo Dan, Palito Ortega y toda esa fauna del ‘Club del Clan’.
Los primeros discos que me compré fueron de los Teen Tops, me enloquecían, tenía toda la colección. También me gustaban Neil Sedaka, Paul Anka, toda esa onda.
A los once años hago mi primer viaje a Estados Unidos, que también incluyó a Perú Ese viaje fue muy importante, por que un poco terminó las dos cosas, las dos culturas que más me iban a influenciar. Ya entonces me pasaba todo el tiempo cantando, me mandaban a hacer los mandados y vo iba cantando, sanateando en inglés. Y a los once años mis viejos me regalan la primera viola eléctrica, que era una Morgan, una de las mejores guitarras que había por esa época. Yo veía los grupos que actuaban por televisión , como los Wonderful, los Diamantes, y todos tentan Morgan. Y a los doce me regalaran el primer equipo, que era un Morgan también, con vibrato. Ahí me empecé a entusiasmar más, a sacar temitas, y después entro en el secundario y un día anuncian la llegada de ‘The American Beetles’. Cuando los ví por televisión, aunque sabía que no eran los Beatles auténticos, me di cuenta que por ese lado se venía una pelota infernal. Ahí me empecé a interesar por toda esa onda y conseguí el primer disco de los Beatles, ‘Por Favor Yo”, que me dio vuelta totalmente.
THE ROVER’S
En ese momento la cuestión era juntar un par de amigos que tuvieran ganas de tocar. Hicimos un grupo y le pusimos “The Rover’s”, lo único que teníamos era mi guitarra y un bongó, pero como los Beatles tenían escrito el nombre del grupo en el bombo de Ludwig, nosotros le pusimos ‘The Rover’s’ en el parche del bongó. Hacíamos todos los temas del primer LP de los Beatles. Como no teníamos un bajo, ni plata para comprarlo, decidimos hacernos uno. Lo construimos nosotros, con tres maderas encoladas, de modo que el mango y la parte del medio es la misma pieza. La parte electrónica se la mandamos hacer a Morgan y la diapasón se lo compramos a Malosetti, que hacía unas violas llamadas Palm. Tenía el mango gruesísimo, por que como no tenía fleje era un cacho de tronco impresionante. El chico que tocaba el bajo se fue, y enseguida entró Guillermo (Bordarampe), que heredó ese bajo. Antes de eso hacía el bajo con una guitarra, y teníamos una parte del show en que tocábamos los dos en la misma viola, él en los graves y yo en los agudos. Cuando por fin tuvimos el bajo no lo podíamos creer, nos sentíamos como los Beatles. Primero tuvimos un baterista que se llamaba Pablo Landesman, que después pasó a llamarse Paul Land, y era nuestro manager. En la batería pusimos otra chico del colegio, Robert, que tenía un swing especial, los viejos eran alemanes y el escuchaba mucho jazz. La batería la habíamos armado con un bombo criollo que yo tenía , un redoblante que era una lata redonda de galletitas a la que le habíamos cruzado unas cadenitas y un platillo rajado que nos habían regalado unos tipos que hacían jazz. Ara (Tokatlian) , Guillermo y yo íbamos juntos a la iglesia desde muy chicos, estábamos en la Acción Católica. Ara hacía coros, tocaba pandereta y un poquito de piano, y los integramos al grupo. Ahí formamos el primer conjunto más o menos. serio, pero durante mucho tiempo funcionamos como trío, por que a Ara los viejos no lo dejaban. Hacíamos temas de los Beatles, de Dave Clark Five. Me acuerdo que el primer tema que le pasé a Guillermo fue ‘Can 1 trust you”, de los Dave Clark Five. Empezamos a tocar en asaltos, en cumpleaños, una tocamos en Arenil, para los lisiados, otra vez tocamos en un desfile de modas que se hacía en el colegio.
THE BLACKBYRDS
Ahí me empecé a enroscar cada vez más en el asunto. Compraba todos los discos, conocí a los Hollies, a los Stones, y además entré a componer. Ya a los diez años había hecho una chacarera, pero a los trece me puse a componer en serio. El primer tema que hice fue una vez que me desperté, y durante ese momento de ensueño que transcurre hasta que te despabilás del todo, me sonó un tema en la cabeza. Me levanté, agarré la guitarra y me salió todo al hilo, se llamaba “1 don’t know”. Por supuesto que eran en inglés, en esa época no existía cantar en castellano. Empiezo a componer y a tocar desesperadamente, es una época en que te despertás a todo, en que la vida es como un gran descubrimiento. Por entonces mi viejo me compra una batería, una Ludwing viejísima que era hermosa, hasta el día de hoy lamento haberla vendido. En mi casa siempre me apoyaron con la música, yo era un poco la proyección de todo lo que ellos no habían podido hacer. Empecé a practicar percusión, que es algo que siempre me gustó, y con esa batería voy a hacer un tiempo más tarde, a los quince años, mi primer laburo profesional como músico. . Era la música para un cortometraje llamado “Las Estatuas”. El argumento era de que cuando todos dormían en la ciudad, las estatuas bajaban de sus pedestales y tenían su propia vida, salían, jugaban en el lago. Yo hacía toda la ambientación, con batería y percusión. Ya con la batería el conjunto empezó a sonar más armado, además ensayábamos mucho. También hacíamos temas de Los Shakers, que es otro de los grupos que me enloqueció, tenían una musicalidad tremenda, más de un conjunto de ahora quisiera sonar como lo hacían ellos en aquella época. Por ese entonces mi viejo me alquiló unas horas de grabación en los viejos estudios Phonal, y hacemos nuestro primer acetato, que todavía lo tengo, con dos temas míos en inglés. Ya nos llamábamos “The Blackbyrds”, tocábamos todos con polerita negra y jeans, y nos habíamos puesto otros nombres: Robert era Robert Rain, Guillermo era Willy Bright, Ara se: llamaba Ara Brown y yo Gus Black. Aparte teniamos una tarjeta que decía “The Blackbyrds”, junto a un logo con un cuervito, y más abajo “Representante: Paul Land”. El grupo sonaba super bien. Yo seguía haciendo la secundaria, era muy buen alumno, y me puse de novio “en serio”, con una chica a la que le compuse un montón de temas. Tenía catorce años. Actuábamos bastante, y me acuerdo que una vez en la A.F.A.L.P., que era el club de Ciudad Jardín, iban a estar los Orion’s Beethoven, que eran de Villa Bosch, y nosotros fuimos a verlos. Subieron a tocar haciendo cualquier facha, con pantalones negros ajustados, sombreros tipo John Lennon y camisas con un águila estampada, y cuando el cantante estaba entrando al escenario tropezó y se fue al suelo, fue un bochorno. Tocaron y no pasó nada, y al terminar le pedimos si nos prestaban los instrumentos para tocar dos temas. Hicimos “All the things that you want” y “There’s a kind of hush”, y el club se venía abajo. Por ese entonces la música ya me había cambiado la cabeza, comienzo a pensar toda mi vida en términos de música. Empiezo a escuchar a The Mamas and the Papas, los Byrds, Dylan. Lo primero que escuché de Dylan fue el LP “Highway 61 Revisited”, me volvió loco. Ahí empezó a venir la psicodelia, yo me compraba todos los discos, todas las revistas, los “Magazine Sixteen”, y otra revista donde salían fotos en colores de Cream, Buífalo Springfield, Grateful Dead, Janis Joplin, todos los nenes; yo miraba eso y no lo podía ceer. Lo de las revistas es una manía que todavía conservo, me encanta leer todo lo que puedo sobre música. Yo es¿uchaba todo eso y me daba cuenta que venía una pelota con una polenta impresionante, y que a la vez había cosas sospechosas. Por ejemplo, sabía que los Beatles mataban y que los Hullaballoos eran un invento, y así con tantos otros. La música me la tomaba muy en serio, venía del colegio y me pasaba desde las tres de la tarde hasta las diez de la noche escuchando discos, a los chicos los retaba cuando no ensayábamos, era muy tiránico. Grabamos también un segundo acetato, con cuatro temas míos en inglés.
ALGUNOS HITOS
Yo ya no iba más a la iglesia, me había alejado de la religión. Me empecé a cuestionar muchas cosas, una de las cuales era el sexo, por que yo tenía sentimientos de culpa muy grande con todo eso, y me dí cuenta que había muchas cosas que no funcaban. Un día fui a hablar con el cura y le hice el planteo de que si Dios era infinitamente bueno y todopoderoso no podía mandarnos al castigo eterno, por que al ser todopoderoso podía barrer el demonio de un plumazo, que si no lo hacía quería decir que el Diablo trabajaba para Dios, era como un empleado suyo. Todas esas cosas me fueron alejando, yo antes de la secundaria pensaba ser sacerdote. Después llegaron los Beatles y me dediqué de lleno a la música, fue una entrega total. A los quince años hago mi segundo viaje a los Estados Unidos, en un programa de intercambio estudiantil. Fui a San Diego, California, estaba en un lugar hermoso llamado Spring Valley. Cuando bajé del avión estaba la banda del colegio, que eran todos pibes de nuestra edad, tocando “Water Mellow Man”, de Herbie Hancock. Yo llego y lo primero que veo es eso, por poco me muero. Tengo un recorte de un diario de California donde aparezco yo tocando la viola en una reunión estudiantil, Ese viaje también me influyó mucho, traje un montón de discos, los Doors, Country Joe and the Fish, toda esa onda.
THE CROWS
En esa época cambiamos de baterista. Pusimos un chico de Villa Bosch que se llama Alberto Cascino, no tenía mucho que ver con’ nosotros pero tocaba bien. Hacíamos recitales en el colegio, para reunir fondos para el viaje de fin de año, y habíamos armado un recital impresionante. Tocábamos dos partes de 40 minutos con un intervalo. Teníamos un juego de luces, y un compañero nuestro que sabía electricidad me había hecho una pedalera para hacer los cambios, Y yo mientras tocaba prendía y apagaba las luces, usando los pedales. Mientras tanto proyectábamos diapositivas, con nubes, bosques, y pasábamos películas, del ratón Mickey por ejemplo. Empezábamos el show con una cuenta regresiva en inglés, que terminaba dos, un, cero…fire! A la vez Ara transmitía un partido de fútbol por el otro micrófono, y cuando yo llegaba al cero el gritaba goool!. Ahí hacíamos unos ruidos y arrancábamos con “Gloria”, de los Them. La gente se recopaba. Hacíamos todos los temas seguidos, sin interrupciones, y entre uno y otro metíamos sanatas, como la grabación de un inodoro, por ejemplo. Terminábamos con “Hey Joe”, y nos habíamos conseguido platos que sobraban de la kermesse del colegio, y mientras la batería seguía sonando a todo lo que daba, rompíamos los platos sobre el escenario, y agarrábamos arroz y se lo tirábamos a la gente. Yo estaba recopado con la psicodelia, y pensaba que así como ellos lo hacían allá yo también lo podía hacer, y montamos todo ese show que era una cosa de locos. En esa época ya nos llamábamos “The Crows”, y hicimos algunas actuaciones en clubes. Con este grupo llegamos a hacer otro acetato en los estudios T.N.T., con dos temas míos, y me acuerdo que en la grabación estuvo Luis Alberto, que estaba ahí de casualidad. Ya usábamos el pelo largo, y empezábamos a tener un poco más de despelote en nuestras casas, además cuando ensayábamos en mi casa se rajaba el cielorraso. Por entonces ya estaban los Gatos, que yo los seguía desde que eran los Gatos Salvajes, los In, los Bhuos, que usaban el pelo larguísimo, y toda la invasión de conjuntos uruguáyos que vino después de los Shakers, como los Mockers, los Bulidogs. También estaban los programas de radio de Modart en la Noche y Thompson & Williams, que competían cada vez que salía un disco de los Beatles para ver quién lo pasaba primero.
LAS PRIMERAS PRUEBAS
Yo trabajaba en una disquería, y conocí a un chico Aurelio, que después fue miembro de la hermandad, y trabajó mucho por Arco Iris. Aurelio lo conocía a R.A., que tenía el programa de Modart y producía algunos artistas, como Almendra y la Joven Guardia. Finalmente le llevamos el acetato a R.A., que tenía una gran visión comercial, y él nos dijo que estaba bien, pero que deberíamos cantar en castellano, Yo le dije que no, por que cantar en castellano me parecía medio grasa. Mientras tanto empezamos a tocar, todavía como trío, en un bar de Avenida de Mayo. Pasa algún tiempo, escucho el “Tema de Pototo”, de Almendra, y empiezo a componer algunos temas en castellano. Entonces hacemos una nueva prueba con Fernando Falcón, que era socio de R.Á. en una agencia que se llamaba Intershow, y tenía casi todos los grupos de ese momento. Tocamos unos temas en inglés y a Falcón le gustó bastante, pero me pregunta si no tenía nada en castellano. Yo había compuesto algunos temas, pero no teníamos nada ensayado, entonces agarro la viola solo y le canto “Canción para una mujer”, “Lo veo en tus ojos”, y un par de canciones más. Al tipo le gustaron muchísimo, y me dice que íbamos a grabar. No te imaginás la alegría que fue eso, no lo podía creer. Ahí empezó la persecución de Falcón para poder grabar. Iba a la oficina y me decía volvé la semana que viene, la historia de siempre, no sabés los bajones que me agarraba.
“LO VEO EN TUS OJOS”: NACE ARCO IRIS
Finalmente nos querían hacer grabar como lo hacían los Náufragos y todos esos grupos, que era con músicos profesionales, nosotros hacer solamente las voces. Me negué, entonces me dicen que querían poner unas cuerdas. Esa idea me entusiasmó un poco más, yo ya tenía los discos de Bee Gees con arreglos de Bill Shephard y había unas cosas con orquesta que mataban. Me mandan con Alchourrón para que me hiciera los arreglos, y yo en vez de pasarle el tema para que lo arreglara me escribí todos los arreglos, para cuarteto de cuerdas, corno, coro, vientos. Como no sé escribir música, lo anotaba con un cifrado especial que tengo, y después iba a Alchourrón y le decía por ejemplo, el corno hace tal cosa, y se la cantaba, y él la anotaba, así con todo. El simple fue “Lo veo en tus ojos” y “Canción para una mujer”. Había un coro femenino de tres voces, y para “Canción…” utilicé una sola de las pibas que hace una vocecita muy rara sobre el final, doblé la voz y utilicé un charango, ya empezaba a experimentar. Cuando hicimos todo eso tenía 16 años recién cumplidos. Todavía teníamos el bajo que habíamos hecho nosotros, y nos daba tanta verguenza que lo llevamos a la grabación envuelto en una sábana. Imaginate, éramos pibes de 15 años y estábamos grabando con músicos profesionales, Tenreyro en corno, Giacobbe en órgano, Agri y Bragatto en el cuarteto de cuerdas. Cuando tuve el disco en la mano no lo podía creer, lo escuchaba por Modart en la Noche y me moría, y estaba el cuarto año. El disco se vendió muy bien, y nos empezaron a vender los primeros shows. Ibamos como trío, y el pobre Ara como los viejos no lo dejaban actuar venía como plomo, lo importante era estar juntos. El nombre de Arco Iris se le ocurrió a R.A., y fijate que casualidad, por que tiene una connotación mística total. El nombre que nos quería poner Falcón era “Beatitud”. Te podés dar cuenta que nosotros ya tirábamos alguna onda, por que no nos propusieron un nombre como “Trocha Angosta”, por ejemplo, sino que nos sugirieron Arco Iris o Beatitud. Finalmente elegimos Arco Iris.
CUANDO LOS MUSICOS VIENEN CANSADOS
Como el simple tuvo buenas ventas nos pidieron que hiciéramos otro, y ya por esa época empecé a componer temas muy raros. Propusimos dos canciones,, una era “La lluvia”, y la otra “Lunes”. Para esta última hice un arreglo que incluía cuarteto de cuerdas, arpa, glockenspiel, y un dueto de saxo y bandoneón, pero nos hacen grabar dos temas más comerciales. “Lunes” nunca lo grabamos, y la “Lluvia” lo hicimos en las sesiones del primer LP, pero finalmente quedó afuera, y apareció recién en un LP de recopilación que sacó la RCA dos años más tarde. Grabamos “Luisito cortate el pelo” y “Solo tengo amor”. Hice nuevamente todos los arreglos y se los pasé a Alchourrón, estos eran más complejos todavía, había cuarteto de maderas, fagot, oboe. Yo había escuchado el primer LP de Blood Sweat 8: Tears, con Al Kooper, y me entusiasmé con hater unos arreglos de brass. En “Solo tengo amor” hice una frase para las trompetas que era en la, y Alchourron me dice que no les pusiera un la que no me lo iban a tocar, era una nota muy alta y los tipos venían cansados de otras grabaciones. Ahí me empecé a dar cuenta de o que significaban algunos músicos profesionales. Yo le dije que no podía ser, que lo tenían que hacer, y tal cual me había dicho, uno de los trompetistas pifia la nota, si escuchás el tema te vas a dar cuenta. Tocábamos los sábados a la tarde en el Maipo, todavía como trío, en unos recitales que organizaba Intershow. Yo tenía la costumbre, cuando terminaba la actuación, de invitar a tocar con nosotros a cualquier músico que hubiera entre el público. Le decía a la gente que propusiera un tema y zapábamos sobre eso. Un día alguien gritó “La paloma”, entonces improvisé un tema sobre la paloma, y subieron a tocar Roque Narvaja, Alejandro Medina y Billy Bond. Otra vez en el Apolo recuerdo que subió Tanguito.
NO SE PODRIA CONSEGUIR UNA PELUCA?
A esa altura termino el colegio secundario, y pienso. en dedicarme exclusivamente a la música. Mis viejos ya no me apoyaban tanto, siempre había sido un excelente alumno y querían que siguiera alguna carrera. Quise estudiar cine, pero como el único lugar era la Plata, desistí. Como tenía que seguir estudiando algo, por mis viejos, me anoto en Dirección Integral de Televisión, en la Universidad del Salvador, a mi me interesaba todo lo que fuera medios de comunicación masiva. Pero a los seis meses no aguanté más y dejé. El punto culminante fue cuando un profesor de ‘ sociología me llamó aparte y me dijo si no me podía cortar el pelo. Como le digo que no, me pregunta ¿y no se podría conseguir una peluca?. Me levanté y no volví a ir nunca más. Yo andaba sin estudiar, con unos conflictos terribles con mis padres, acostándome tardísimo y levantándome al mediodía, lo único que hacía era reunirme con mis amigos y tocar la viola. Además mi novia se había ido a vivir a Estados Unidos. Era una época de desorientación, de grandes tinieblas. Por ese entonces la conozco a Dana.
DANA Y LA HERMANDAD
Este chico Aurelio me dice que la madre, que era modista, conocía una modelo de Jean Cartier que se llamaba Dana, que leía las manos, adivinaba el futuro, y estaba muy metida en todo el misticismo oriental. A mi me interesó mucho, yo ya tenía mi corazoncito místico desde la época en que quería ser sacerdote, además era la época de los Beatles con el Maharishi y toda esa mano. Nos empezamos a ver con Dana, íbamos todos los sábados a su casa, y yo me enamoré totalmente, fue un deslumbramiento total. Era como la representación de lo que yo quería, una Persona que lo supiera todo, que te dé todas las respuestas. Al principio (bamos Aurelio, yo y unos amigos, Ara y Guillermo no habían entrado. Finalmente lo convenzo a Guillermo, y ya se empieza a formar toda una bola. Otra cosa importante fue que en mi casa yo vivía un clima muy caótico, de gran inseguridad, y Dana me apoyó mucho, escuchó todos mis temas y me dijo vos sos un genio, te tenés que dedicar a la música, Eso ala vez me creó unos grandes traumas, por que imaginate que el hecho de que te digan que sos un genio te crea una responsabilidad tremenda. Ahí nos entramos a recopar, Dana daba servicio religioso, leíamos el Bhavagad-Gita, y la música del grupo pasó a convertirse paulatinamente en el centro de toda esa cosa. Ella empezó a venir a los ensayos, nos tiraba mucha energía en esa primera época. Yo empecé a componer cada vez más, hice os los temas del primer LP, y muchísimos temas . de amor para Dana, Ási comienza a formarse la hermandad. Todos teníamos muchos problemas en nuestras casas, había como una gran necesidad de estar juntos, de nuclearse. La cosa empezó a tomar otro carácter, de grupo más polenta, sólidamente nucleado. Empezamos con todo el asunto del ascetismo, la prohibición de las drogas, el cigarrillo, el alcohol, la carne. Las relaciones sexuales debían tenerse sólo para tener hijos, “había que trasmutar la energía”.
EL PRIMER LP Y LOS BLUES DE DANA
Después de hablarlo mucho entre nosotros fuimos a Falcón y le hicimos un planteo, que no queríamos que nos presionen más, queríamos meternos en un estudio y grabar nuestra música como nosotros quisiéramos, sin ningún tipo de interferencias. Y no sé que cosa mágica ocurrió que los tipos nos dijeron bueno, háganlo. Xi grabamos el primer LP, de tapa rosa, pero hicimos material para casi dos discos, y hubo varios temas que quedaron afuera, y que salieron posteriormente en esa recopilación de la que hablábamos antes. La tapa la diseñé yo, me gustaba mucho la idea de hacer una cubierta que dijera nada más que el nombre del grupo, y crear un logo que lo identificara. Lo hice con el triángulo,. que es un símbolo esotérico, y adentro la llave de la vida, también llamada la llave de Dana, que es el nombre de la primer puerta de la sabiduría. Todavía hoy ese LP se sigue vendiendo, aunque en su momento no tuvo mucha difusión, se empezó a conocer más tarde. Personalmente pienso que es una de las mejores cosas que hice. Ya en ese entonces habían salido los LP de Manal y Almendra, que me gustaban muchísimo, Después participamos en aquel festival de Mar del Plata, que se llamaba “Festival Beat de la Canción Internacional”. El premio al ganador era un viaje a Los Angeles, para intervenir en otro festival, Me acuerdo que cuando íbamos llegando a Mar del Plata en un micro había un arco iris gigante sobre el mar, y Dana me lo señaló y me dijo que íbamos a ganar. Cosas como ésas iban fortaleciendo cada vez más nuestra fe. Estaban Los Bárbaros, con unos equipos impresionantes, Los Walkers, con Machi en el bajo, un montón de grupos. Nos presentamos con “Blues de Dana” y “Quien es la chica”, y entramos finalistas con los dos temas. Había una mafia terrible, los organizadores eran directamente unos delincuentes. Hubo toda una sanata, por que estaba arreglado para que ganaran Los Bárbaros, pero finalmente ganamos, con “Blues de Dana”. Salimos en todos los diarios, no lo podía creer. Mientras tanto, como íbamos a viajar a Estados Unidos, yo me puse nuevamente a componer en inglés, y grabamos la Suite N”1 y un par de temas del primer LP, todo con letras en inglés. Todo ese material lo editaron los de RCA años más tarde, en una actitud absolutamente inescrupulosa, por que te darás cuenta que es absurdo que haya en el mercado argentino discos de Arco Iris en inglés. Inclusive hay un tema que compuse en esa época, “Down the Bay”, que lo estoy grabando ahora en la cinta que estoy haciendo para llevarme a Los Angeles. Al final nos curraron alevosamente, por que no fuimos a Estados Unidos ni participamos de ningún festival.
GUSTAVO MAGO NEGRO
Por esa época nos vamos a vivir todos juntos a una casa en Boulogne. En mi casa fue un escándalo terrible cuando me fui. Nos fuimos todos sin nada, a uno solo le dejaron llevarse la cama, de su casa. Nos separamos de Alberto Cascino, y entra un baterista llamado Tito Otero. Tito trabajaba en un boliche de Olivos como discjockey, y me consiguió un trabajo para acompañar a Mario Moutino, hoy Fernando de Madariaga, porque necesitábamos guita, cuando nos mudamos a Boulogne teníamos la plata para pagar un mes de alquiler y nada más, dormíamos en el piso sobre papeles de diario, todos juntos en una habitación para tener menos frío. Al principio éramos cinco, Dana, Aurelio y nosotros tres, después se incorporaron Ignacio y Mario Alberto, dos chicos que estaban haciendo la colimba. Ignacio fue fotógrafo y encargado de prensa y Mario Alberto manager de Arco Iris durante mucho tiempo. Al principio era todo muy despelotado, pero cuando llegan estos dos chicos deciden imponer la disciplina. Entonces empieza la onda mística de levantarse a las siete de la mañana, hacer el neti, la gimnasia y todo ese asunto. Me acuerdo que todo salió en una nota de Pelo, y los hermanos Fattorusso, que ya estaban en Nueva York, mandaron una carta que muy acertadamente preguntaba quienes eran esos locos que se levantaban a las siete de la mañana para hacer gimnasia. Ahí el ambiente empezó a ponerse muy pesado, salieron todos los tocos que teníamos con Ara y con Guillermo desde la infancia,, más los tocos con los tipos que venían de hacer la colimba, toda una cosa muy densa. Ya desde la mañana tempranito poníamos un disco de Ravi Shankar, que llegué a aborrecerlo de tanto escucharlo todos los días, me ponía de mal humor.Todo esto de la disciplina se hace cada vez más cerrado, y es como que empieza a imperar el terror. Aparté no teníamos guita, yo laburaba en ese boliche de Olivos, Ara llegó hasta a salir a vender turbocirculadores, cualquier cosa. Nos pusimos a hacer nosotros mismos las camas, los muebles, recuerdo que tuve que hacer una mesa y me volvía loco por que para un día determinado tenía que terminarla, y no tenía la menor idea de cómo se hacía. Yo reconozco que era un poco egocéntrico, era bastante tirano con los chicos, entonces en ese momento en que la cosa se hace más pesada, fui declarado mago negro, que es un ente de mal, al que las fuerzas maléficas habían puesto para torcerle el camino a Dana. Te imaginás como estaba yo, por que si bien ya te digo que procedía mal en ciertas cosas, de ahi a ser declarado mago negro hay cierta diferencia. Las cosas se pusieron muy terribles, una vez estaban todos en la cocina y de golpe me agarran y me sacuden un cachetazo, diciéndome “y a la noche va a haber más”. Me hicieron vender toda la colección de discos y revistas que tenía, “por que estaba demasiado apegado”. En realidad yo siempre fui como la oveja negra, era el único que me atrevía a contradecir.a Dana, y ahí se armaban los líos. Por eso fui declarado ente del mal. Tuve que soportar cosas como que a un pibe que recién se acercaba a la hermandad, Ignacio le diga delante mío mira, él te va a querer conquistar, es un mago negro, vos no le tenés que hacer caso, nosotros estamos tratando de ayudarlo”, cosas por el estilo, era siniestro. Esto llegó a tal punto que un día tocábamos en la Rural y estaba tan nervioso que me olvidé la letra de un tema. Mientras pasaba todo esto un día viene Mario Alberto, que era la mano derecha de Dana, y trae dos pares de guantes de boxeo, y nos dice que de ahora en adelante cualquier problema que hubiera entre nosotros nos poníamos los guantes y nos sacábamos la bronca. Como había unos tocos terribles, al otro día mismo ya hubo problemas, entonces nos peleamos Ara y yo, y me reventó a piñas. Otro día se peleó con Ignacio y también lo reventó, entonces se prohibió que Ara peleara con nadie. Tampoco vayas a creer que todo era siempre así, por que si no hubiera durado tanto tiempo. Era una gran cualidad, había momentos hermosos, en que la pasábamos muy bien. Pero el sostén principal era la música, si no fuera por eso se hubiera disuelto a los seis meses. Aparte estaban todas las cosas que íbamos consiguiendo, te daba mucho temor a perderlas.
MAÑANA CAMPESTRE
Tito Otero estuvo poco tiempo con nosotros, pero fue bastante importante. Era un tipo muy fino para tocar. Con él empezamos a hacer recitales. Hicimos unos en el Auditorio Kraft, organizados por Artes y Ciencias. Iba muy poca gente, siempre quedábamos debiéndole plata a Robertone. Hicimos también un Barock en el velódromo, donde nos fue muy bien. Con Tito grabamos el simple “Zamba” y “Es nuestra la libertad”, donde empezamos a incorporar el folklore. Eso es algo que siempre estuvo presente en mí ya en el primer LP había algunas cosas medio folklóricas. Fue algo bastante raro para la época, pero la gente lo recibió muy bien. Más adelante fuimos muy criticados por el asunto del folklore, principalmente cuando la revista Pelo nos declaró una especie de guerra, pero nuestro público siempre lo aceptó, y es algo en lo que fuimos totalmente precursores. Después pasaron otros dos bateros, que duraron muy poco tiempo: Boris Rodríguez, que era boliviano, y Jorge Lucero. Hasta que empieza a ensayar con nosotros Horacio “Droopy” Gianello, que se copó muy bien con nosotros y con nuestra música, aunque con respecto a lo de Dana tenía sus serias reservas. Por esa época expira nuestro contrato con RCA, y a través de Droopy lo conozco a Pepe Netto, que tenía un estudio de grabación y nos iba a producir “Tiempo de Resurrección”. Ahí mismo en Netto empezamos a dar clases, por que necesitábamos algo de guita, no podíamos vivir de la música. Empecé a tener alumnos, y lo conocí a Leon (Gieco) que fue algo muy impresionante, un reconocimiento total. Entonces viene toda esa historia que contó Leon en el reportaje del último número, y yo le produzco el primer LP. Leon es como un hermano, yo todo ese trabajo lo hice sin cobrar un peso, quería que fuera un acto excusivamente de amistad. A partir de ahí no tuvimos más representante, Horacio se ocupaba de vendernos los shows. Hicimos un demo con “Mañana campestre” y “Soy”, y lo llevamos a varias grabadoras para ver si lo ace taban. Me acuerdo que Cacho Améndola lo escuchó y nos dijo que eso no iba, que teníamos que grabar algo más comercial. Hasta que lo aceptaron en Music-Hall, arreglaron con Netto y salió el simple, que se vendió cualquier cantidad.
TIEMPO DE RESURRECCION
Después grabamos el LP “Tiempo de Resurrección”, que también fue producido por nosotros junto con Netto. Está grabado en dos canales, mezclando las pistas y volviendo a grabar. Ara empezó a estudiar mucho el saxo, tocaba horas y horas. Era medio enervante tener un saxo sonando en la casa todo el día, pero llegó a tocar impresionantemente bién. La fama del grupa abía crecido mucho, pero recién pude medir realmente lo que estaba pasando cuando hicimos el recital presentación con la nueva formación (con Horacio) en el Lorange. Nosotros veníamos de tocar como grupo de relleno, o en recitales muy chiquitos, y fue increíble por que habíamos programado uno y tuvimos que hacer dos, la gente había invadido toda la calle Corrientes. Desde siempre habíamos hecho temas acústicos, que es algo que nadie hacía en aquella época, y a partir de ese recital dividimos directamente en dos partes, una acústica y otra eléctrica. Me acuerdo que estábamos haciendo la parte acústica y se escuchaban las voces de la gente que estaba afuera y quería entrar. Entonces paramos de tocar y me bajé del escenario, fui hasta la puerta y pedí que dejaran entrar a toda la gente. Entraron todos y se sentaron en el piso, llenaron los pasillos, fue algo muy lindo. Aparte yo venía con toda la onda mística, y me gustaba hablar con la gente en los recitales. A partir de ahí empezamos a hacer muchas giras por el interior, tocamos en el Premier, hicimos otro Barock donde la gente nos aplaudió muchísimo. Entonces decidimos dejar Boulogne y nos vinimos a un departamento en el centro, donde vivíamos ocho personas. Te imaginás lo que era levantarse en invierno cuando todavia está todo oscuro y ponerse a hacer la gimnasia ocho tipos en un departamento, algo insufrible. También empezamos a buscar sala de ensayo, por que nos tuvimos que ir de Netto, y empezaron a surgir los primeros temas de lo que iba a ser la ópera.
SUDAMERICA
No te puedo decir exactamente como surgió la idea de la ópera, la fui armando de a poco, hasta que hice toda la historia. Siempre había tenido la idea de hacer una obra integral, con argumento. Es algo muy alucinante, tiene varios niveles de lectura; podés verlo como un cuento, como una obra mística, política. Hubo muchas cosas que me influenciaron para su composición. Empecé a interesarme mucho y a estudiar el folklore de toda Latinoamérica, a conocer gente como Leda Valladares, Tarateño Rojas, el Indio Pantoja. También conocí a Pujía, que es un escultor muy famoso, y a través de él a Pipo Ferrari, un pintor que había vivido mucho tiempo en el norte. El me contó muchas cosas del norte, y yo me decidí a hacer un viaje. Estuve en la fiesta de Casabindo en Jujuy, que es algo muy impresionante. Toda esa experiencia me marcó totalmente. También en ese tiempo vinieron a la Argentina los Weather Report, que me impresionaron muchísimo. Ellos metían percusiones, utilizaban montones de sonidos, y empecé a cobrar otra dimensión de la música, que era la de utilizar elementos naturales, como los sonidos que hay en la naturaleza. Y Latinoamericana es muy exhuberante en ese sentido, tiene toda la fuerza de lo primitivo, es algo que los Estados Unidos e Inglaterra no tiene, por eso los Weather tenían un percusionista brasilero, Dom Um Romao.
Todas esas cosas me influyeron para cuando hice Sudamérica. El primer tema que hice fue “Hombre”, que se transformó en una especie de himno, en vivo duraba como 25 minutos. Era el año 72, y empezamos a ensayarla para presentarla a fin de año. Por esa época hubo un recital muy violento de La Pesada en el Luna Park, y nadie quería alquilar salas para hacer recitales. Entonces nos vienen a contratar de River para que hagamos un recital, y pensamos en la posibilidad de aunar ambas cosas. Queríamos hácer una presentación especial, llamamos a Eduardo Debrien, que es un especialista en audiovisuales, para que nos hiciera las diapositivas. Hizo un trabajo muy bueno, por que no usaba la diapositiva enmarcada en cuadro, que se nota que es una foto, sino que lo hacía aparecer como si estuviera suspendida en el aire. Las proyectaba desde una torre altísima que habíamos hecho construir especialmente. Después la llevamos a Uruguay con mucho éxito, a todo el interior, y la grabamos en ocho canales, Finalmente tambén conseguimos el Teatro Opera, y la presentamos en trasnoche con un lleno total, más de 3.300 personas. Al principio había tenido que vencer grandes resistencias de los otros integrantes, que no la veían por el lado del folklore. En ese sentido Dana me ayudó mucho, por que en lo musical me apoyaba totalmente.
ALGUNAS DESILUCIONES
También hice algunos recitales como solista, totalmente acústico, en el auditorio Kraft. Desplegábamos una actividad muy intensa, enseguida empezamos a preparar el disco siguiente, el “Inti Raymi”, que era como una continuación de la Ópera pero a nivel temas. Presentamos el Inti Raymi en el Opera, y al día siguiente viajé con Dana a Estados Unidos. Lo había convencido al presidente de la grabadora de que nos dejara regrabar toda la parte vocal de la ópera con letras en inglés, la regrabamos integra y la volvimos a mezclar. Yo me la creía totalmente, estaba seguro que iba a ir y matar. Y llegué allá y todo el mundo me atendió muy bien, pero no pasó nada. Para colmo la relación con Dana andaba bastante mal, fue un golpe tras otro. Me viene a la memoria una imagen, yo caminando solo por la calle en Nueva York, y llorando, estaba moralmente destrozado. Nueva York es una ciudad muy dura, terrible, Volví muy desilusionado.
LA GUERRA Y LA PAZ
Mientras tanto empezamos a hacer el disco de Ara con el Mono Villegas. El Mono venía a todos nuestros recitales, le gustaba mucho el grupo. Esa era otra de las características de Arco Iris, teníamos la capacidad de convocar un público más amplio que el estrictamente rockero. Á partir de la Ópera empieza la guerra con Pelo, que en ese momento estaba totalmente copada por Jorge Alvarez, y nos hicieron la vida imposible. Por otro lado yo también tengo que reconocer que nos habíamos desfasado, que nos la creímos. Llegó un momento en que yo particularmente dije“basta de Rock” y ellos sacaron un artículo que decía “Para Arco Iris el rock ha muerto”. Aunque en realidad lo que yo quería decir era otra cosa, que había muerto toda la vieja época del rock, y empezaba algo nuevo. Nosotros escuchábamos mucho folklore, y nos enteramos que en Brasil había un conjunto llamado Os Novos Bahianos, en Perú el Polen, en Chile los Jaivas. Esto tiene mucho que ver, por que paralelamente se forma la Asociación Camping Musical Bariloche, y a través de una persona que ahora es cronista del diario Clarín, Armando Rapallo, nos invitan para dar un seminario, una especie de clínica musical, que fue una experiencia formidable. Dábamos charlas sobre música de avanzada, ejercitaciones con los grupos, llevamos todos nuestros instrumentos, y vivíamos en cabañas al lado del lago. Hacíamos recitales al aire libre, yo contaba la historia del rock, fue algo muy lindo. Los que participaban de esa experiencia era gente de distintos grupos musicales, Quinteto del Sol, Girasol, y otros. De allí salió toda la gente que más adelante iban a integrar Rayuela y Soluna. Cuando volvemos de ahí es que vienen las proclamas de “el rock ha muerto”, y Pelo nos declara la guerra a muerte. Nos quitaron bastante público, por que en esa época tenían mucho poder, aunque nosotros contábamos con un-buen caudal de público extra-rockero, y tocábamos siempre en la Ciudad Universitaria, por ejemplo. Por supuesto que todo eso hace mucho que ya no existe más, por que ellos cambiaron a toda la gente que tenían en esa época.
Un poco también como resultado de toda esta pelota que estábamos formando nos escriben desde Perú para invitarnos a un festival latinoamericano al aire libre donde iban a estar los Wara por Bolivia, los Jaivas por Chile, Caetano Veloso y Os Novos Bahianos por Brasil, el Polen de Perú, Génesis de Colombia, y Arco Iris por Argentina. Nosotros seguimos presentando el Inti Raymi, que se editó también en Japón, y empezamos a grabar Agitor. Llegamos a tener nuestra propia oficina en la calle Florida.
SIGUEN LOS VIAJES
Entonces Dana y yo decidimos hacer otro viaje a Estados Unidos, pasando previamente por Perú para concretar lo e) festival. Finalmente no se hizo, porque aunque era una gente maravillosa, no tenían la menor idea sobre organización y todo ese asunto. En Perú me pasaron muchas cosas importantes: conocí la.música del Polen, que me volvió loco, viví un terremoto, que es una experiencia tremenda, y hice un viaje a Macchu Picchu, que es algo absolutamente indescriptible. Cuando llegué y ví todo eso entré en un estado de éxtasis total, tocaba las piedras y lloraba. Después fui a Los Angeles. Esta vez ya viaié con otra expectativas, fue a pasear, comprar instrumentos y ver si podía hacer algunos contactos. Ahí conozco un músico brasilero llamado Maiuto Correa, que había tocado con Herbie Hancock, Santana, el Gato Barbieri. El nos presenta un manager llamado Sam Raífle, y los dos se entusiasman con nuestros discos, y decidimos hacer una producción conjunta para vender en los Estados Unidos, ellos tenían muy buenas relaciones con varios sellos grabadores. Vino Maiuto acá, grabamos una cinta, filmamos’ un corto para presentarla, pero finalmente no pasó nada, por que este tipo se portó bastante mal, y demoró muchísimo en contestar. Finalmente llamó para decir en A&M le habían dado el sí, pero yo ya me había separado de Arco Iris.
AGITOR LUCENS
Los extraterrestres es un tema que siempre me apasionó y así nació la idea de Agitor, que ya antes de partir a Estados Unidos habíamos dejado íntegramente grabada, aunque no editada. Cuando buscábamos material informativo para esta obra nos vinculamos con Fabio Zerpa y O.N.LF.E., que nos encargaron la música para un audiovisual llamado “El Cosmos y el Quinto Hombre”. Esa música está grabada, y es algo muy lindo, que alguna. vez me gustaría editar. También hicimos la música para un cortometraje sobre la vida del escritor Horacio Quiroga, un tipo que tenía mucho que ver con nuestra temática, por que fue uno de los primeros en sacudirse la influencia europea y crear una literatura de acá. Presentamos Ágitor en el Coliseo con muy buenas críticas en todos. los medios, y, la llevamos a Uruguay batiendo records de recaudación en el Teatro Solís, el más importante de allá. Paralelamente nos pusimos a trabajar en un nuevo proyecto, una obra sobre Ceferino Namuncurá. La cosa salió por que al estreno de Agitor lo invitamos a Jacques Bodmer, que era el director de la Sinfónica Nacional, y le gustó mucho el grupo. Nos reunimos y me encarga hacer una obra para el conjunto y orquesta sinfónica, que iba a ser presentada en el Teatro Colón. Ahí me pongo a trabajar en esta obra sobre Ceferino, que era una cosa loquísima, y espero poder hacerla algún día. Iba a tener proyección de películas y diapositivas, y arreglos de Gerardo Gandini. Ya estaba todo más o menos armado pero justo en esa época a Bodmer lo despidieron, y quedó en la nada. También lo conocemos a Oscar Araiz, y a el se le ocurre hacer Agitor con el ballet. Lo primero que hace Áraiz es montarlo en Francia, en la ciudad de Angers, sede del Ballet Teatro Contemporáneo. A la vez Araiz estaba trabajando en una obra sobre el Apocalipsis y quería que nosotros le hiciéramos la música, salvo una pequeña parte que era de Mahler. Pensaba presentarlo en Francia y acá en el Teatro Colón, con vestuarios de Renata Schusseim, y nosotros además de tocar también íbamos a actuar. Teníamos toda la música lista, Pe en ese momento se termina toda la onda de apertura que había en el teatro Colón, y eso se frustra, coincidentemente con lo de Bodmer. Araiz presenta Agitor en Angers y vuelve a Buenos Aires, pero la obra se presentaba dos meses más tarde en París. Entonces con Dana decidimos viajar a Europa, para ver la puesta de Agitor en París, y aprovechar que nuestra música se estaba representando allá para hacer algunos contactos. Estuvimos en España, Francia y Londres, y en lo artístico el viaje fue muy provechoso, hicimos un montón de relaciones y teníamos buenas perspectivas de tocar allá. La obra se presentó en París con muy buena recepción del público y de la crítica, fue muy emocionante. También tuve oportunidad de conocer a Atahualpa Yupanqui, alguien a quien yo admiro mucho. Pero a todo esto nos empiezan a llegar cartas desde Buenos Aires diciendo que ya estaba todo preparado para montar Agitor acá con el ballet de Araiz y nosotros tocando en vivo, entonces decidimos volvernos, por que la posibilidad de presentar una obra con ballet era algo que me fascinaba. Hicimos Agitor con AÁraiz y llenamos cuatro veces el Gran Rex, fue. algo muy lindo y a la vez como una despedida, por que a los dos meses me separo del grupo.
EL PROCESO DE LA SEPARACION
En la última época yo ya venía muy mal, a medida que el grupo se iba fortaleciéndose, y haciéndose cada vez más famoso, tenía cada vez más discrepancias. En realidad las tuve desde siempre, pero en el principio la cosa era muy fuerte, y yo estaba muy enamorado de Dana, estaba todo muy mezclado. A mí en cierta forma era al único del grupo al que se le permitía estar un poco en desacuerdo, por que además yo era el líder, y el que componía todo el material. Y en la última época suceden tres cosas decisivas. La primera, la más importante, la muerte de mi viejo, que siempre fue una figura fundamental en mi vida. Su muerte, que para colmo fue de improviso, significó algo terrible para mí. Á partir de eso me empecé a cuestionar mucha más cosas, por que fue como cobrar conciencia de golpe de que la vida se terminaba. Hasta ese entonces la muerte siempre había sido algo muy lejano, casi inexistente. Yo seguí cuestionándome, leía mucho, siempre a escondidas por que no se podía leer nada fuera de las lecturas determinadas, había un control totalmente obsesivo. Además, por mi carácter extrovertido, yo era el encargado de las relaciones públicas del grupo, y estaba más en contacto con el mundo exterior. Y me daba cuenta que había gente “de afuera” que me resultaban mejores, más buenas que la gente “de adentro”. Y fijate los términos que utilizo, por que allá se dividía el mundo “de adentro” y el mundo “de afuera”. El de adentro era el nuestro, y el de afuera el de todos los demás seres humanos. El de adentro era la posta, y el de afuera era malo, te quería quitar del camino de la enseñanza. Era la división, la fragmentación, que es lo peor que puede ocurrir en la conciencia, por que todo es junto, eso es algo que ya lo han dicho Krishnamurti, Huxley. También en esa época lo conozco a Bas-Bas, él entra en la hermandad, y nos hicimos super amigos. Esto fue otra cosa que me ayudó mucho para poder salir, por que fue la primera vez que pude tener una verdadera amistad con alguien que estuviera dentro del grupo. La otra cosa importante fue que me enamoré totalmente de una bailarina del ballet de Araiz. Durante el viaje a Europa ya llegué al límite, no aguanté más, y ahí fue que tomé la resolución de irme, una vez que hubiéramos presentado el Agitor. La separación fue algo muy violento, por que me tuve que escapar, por las mismas características del grupo era imposible poder plantearlo en términos normales. Con la ayuda de Bas-Bas y esta bailarina, tuve que agarrar un coche con mis instrumentos y huir, y me tuve que encerrar en un departamento.
LA CRISIS
Llevaba cuatro días metido en un departamento, con mucha paranoia, con temor a que ellos tomaran represalias, y en ese momento me agarra una crisis terrible, me pasaba horas y horas llorando. Ahí empecé a pensar cuales eran las cosas que me hacían sentir bien, y esas cosas eran por ejemplo hacer una canción, y poder cantársela a alguien. Y el razonamiento que me hice era que yo, que siempre me sentí un tipo egoísta en muchos aspectos, la forma más positiva que tenía de dar era a través de la música, que tocar me hacía sentir bien por que sentía que estaba entregando algo. Empecé a pensar en todo eso, y cuando me paró el ataque, recuerdo que justo empezó a llorar un chico en el departamento de al lado. Y me imaginaba que estarían los viejos haciéndole monerías, pero el seguía llorando, por que tenía algo así como un drama existencial. Y en el fondo era como llegar a la conclusión de que uno está solo en la vida, en ese momento era muy así. De última siempre es así en realidad, por que vos podés compartir cosas con mucha gente, pero finalmente sos vos y estás solo con vos mismo y con tus sueños. Fuí a ver un analista que se llama Fontana, que es un tipo muy discutido por las experiencias que hizo, y ya lo conocía de la Epoca de Arco Iris. Normalmente atiende 15 minutos y te deriva a otro terapeuta, conmigo estuvo dos horas y media. No había hablado ni cinco minutos y me hizo un cuadro totalmente perfecto de lo que había pasado en Árco Iris. Yo le conté todo esto que me había pasado y me dice “sí, está todo muy bien, pero declarate en estado de emergencia”. A partir de ahí empece a ir todos los días, incluso sábados y domingos, durante un mes. Me atendió Rogelio Rimoldi, una persona que me ayudó muchísimo. Me siento muy en deuda con esa gente, yo no tenía plata y me atendieron gratis durante un mes.
SOLUNA
Cuando me pasó todo esto yo pensé que iba a estar por lo menos un año descansando, sin hacer música. Pero en esc mes compuse más de 30 temas, “Ella despertaba”, *Una vida para amar”, todos los que iban a ser el repertorio de Soluna. Entonces pensé en hacer un grupo. Al primero que llamé es a Horacio (Gianello), hablamos de que sería lindo seguir haciendo algo juntos, y. empezamos a pensar en los músicos. En Bariloche había conocido a Ricky (Libman), y me gustó como tocaba el bajo, y a Oscar (Amante) y Mónica (Campins), que cantaban muy bien, y los llamé. Por que estaba “componiendo muchas canciones, y me gustaba la onda de armonizar voces. Venía de hacer Agitor, que es bastante complejo, y me vinieron ganas de hacer temas nuevamente. Porque yo siento mucho lo de la voz, el canto, me parece que es algo que se vincula directamente con el hombre. Hacer música instrumental puede matar, pero cuando le ponés la voz es como que aparece el hombre, apunta mucho más directamente al corazón. Nos juntamos y estuvimos ocho meses ensayando voces, exclusivamente. Después buscamos tecladista: primero iba a ser Osvaldo Caló, pero después apareció Alejandro (Lerner). Ahí quedó establecido el primer Soluna, con el que debutamos en el Luna Park, junto a Leon, Crucis y Pastoral. Para mí fue como nacer de nuevo, “la esperanza de encontarme con la deuda ya saldada”, como digo en uno de los temas. Por esa época terminó mi relación con esta piba, y nos hicimos muy amigos con Charly. Despues vino el ciclo de la Bola Loca, dende tocamos un mes y medio, y enseguida hicimos una gira por el interior que fue algo muy lindo, juntábamos mucha gente aún siendo un grupo nuevo. Cuando volvimos la mano de laburo se empezó a poner difícil y estuvimos mucho tiempo sin hacer nada, solamente grabando el LP, que pienso que es una de las mejores cosas que hice en mi carrera, aunque no tuvo demasiada repercusión. Por que yo entré en la onda de revalorizar la canción cuando acá estaba en pleno apogeo la música elaborada, reción ahora parece que se estuviera volviendo a la canción. Pero una satisfacción que tengo es que mis discos permanecen en catálogo, se siguen vendiendo con el tiempo. Ahí se agregan Sergio (Polizzi) en violín, y el Negro (Valencia) en teclados, y con esa formación hicimos las últimas presentaciones, en el Teatro Estrellas. Por que la idea original mía era que Soluna fuera un grupo abierto, que vos fueras a verlo y te pudieras encontrar tanto con un dúo acústico como con una banda de diez tipos, algo asi como lo que hace Zappa. Por eso es que la separación no fue algo traumático, ni siquiera nos separamos oficialmente, cuando se de la oportunidad podemos volver a tocar juntos. Otra cosa que hice en esta etapa es la música de una comedia musical para chicos, con textos de un escritor amigo que se llama Ramón Plaza, sobre el descubrimiento de América. Es algo muy lindo por que la figura de Colón está tomada como la del tipo que va contra la corriente, el alucinado que parte para descubrir algo que no sabe bien qué es. Otra buena experiencia fue la de los recitales que hicimos hace poco con Gabriela.
HOY
Ultimamente empecé a componer toda una nueva onda de temas, como “Hilda y el Hermano”, “María de los Angeles”, “Pesadilla”, que espero poder grabarlos algún día. En estos temas trabajo con otras afinaciones, algo que allá utilizan mucho David Crosby y Joni Mitchell, y que nadie experimentó acá todavía. También me preocupo mucho por las letras, son canciones que tienden a reflejar un poco la épica cotidiana, es como buscar en las cosas más simples toda una dimensión mucho más profunda, más universal y cósmica de las cosas.
Además, con vistas a mi viaje, estoy grabando una cinta con material que compuse especialmente para los Estados Unidos, con letras en inglés, y toda una idea musical para el mercado de allá, que podría compararse, a otro nivel, con lo que están haciendo los hermanos Fattorusso y su grupo Opa. Aunque lo mío es distinto, por que está mucho más englobado dentro de la canción, pero la comparación está dada por la idea de hacer una música que tenga el nivel musical y el swing necesario para el mercado de allá, pero que a la vez refleje toda la riqueza rítmica de la música latinoamericana.
En el plano personal, me vine a vivir con Mónica, que también fue muy importante. por el hecho de restablecer un vínculo afectivo sólido, volver a armar una casa y estabilizarme un poco.
EL VIAJE
A fines de mayo me voy con Mónica a Los Angeles. Siento que acá las cosas están muy difíciles en todo sentido, que no hay plafond para crear. Los medios en general nos han ido cerrando sistemáticamente las puertas, a toda una generación. Parece que hubiera dos países luchando entre sí, uno de viejos contra uno de jóvenes, y. en este momento el último pareciera ir perdiendo la batalla, Eso también te quita posibilidades de crecer internamente, por que una cosa no está separada de la otra. Siento que para mí es muy importante largarme a un lugar nuevo, que me permita desarrollarme un poco más, por que quedé bastante frustrado con la experiencia de Soluna, y siento que todavía puedo dar mucho más. Además Los Angeles es en este momento. algo así como la capital de la música, y es el lugar ideal por donde puede empezar a conocerse un poco la música nuestra, por que tanto Nueva York como Londres están invadidas por el punk-rock. Me voy un poco a la aventura, sin nada concreto, tengo solamente algunos contactos y mucha confianza, pienso que si puedo concretar algo profesionalmente va a ser muy importante para mí.
De todas maneras, no me gustaría perder el contacto con la Argentina. Lo ideal sería poder llegar a establecer una onda de trabajo cómo la que tienen Milton Nascimento y Egberto Gismonti, que graban discos en Brasil y en los Estados Unidos. Por supuesto que no al nivel de esos monstruos, pero aunque sea poder dar algunos recitales acá y trabajar también allá. Otra cosa que voy a tratar por todos los medios es de conectarme con Airto, Rada, los hermanos Fattorusso y todo ese grupo de gente, me parece muy importante lo que ellos están haciendo allá, han formado como un frente latinoamericano. Leí en el Down Beat que hasta Joni Mitchell, que en algunos de los temas de su último LP utiliza música latina, tira una onda, tanto a través de la música como las letras, de que del tercer mundo va a salir toda una bola nueva, a todos los niveles, no sólo musical.
LA MUSICA HOY
No se bien lo que está pasando con la música ahora, Siento que todo eso que sentíamos cuando surgió toda la bola no está más. Falta algo así como un núcleo generador con mucha polenta, como había entonces. Pero no sólo en la música. Falta una cosa con mucha polenta en el mundo, y ése es el problema. Entonces lo que sale más que nada son energías individuales, que musicalmente quizás hasta llegan a superar lo que se hizo antes, pero siempre surgen como individualidades, no como una pelota que conlleva toda otra cosa. Hay algunos tipos que vos te das cuenta que no se entregan, que siguen buscando, pero son pocos: Joni Mitchell, Crosby, Nash, Stills, Young, Dylan. Por eso me entusiasma la onda de Airto y toda esa gente, por que están en una cosa grupal. En el último disco de Airto hay un tema de Flora Purim que se llama “El camino es duro pero lo lograremos”. Entonces, que se los empiece a reconocer a estos tipos tiene todo un sentido, que trasciende la música. Yo me identifico mucho con eso en este momento, es lo que más siento. Me parece que el punk, por ejemplo, es como la señal definitiva de una cosa que se acaba, no me parece un re: nacimiento sino todo lo contrario, una decadencia. Un punto de llegada, no un punto de partida. Todo el mundo está como a la expectativa de que pase algo, y me parece que la próxima cosa importante va a surgir de Latinoamérica.
CLAUDIO KLEIMAN
Fotos: PIPO LERNOUD