Con “Volumen 3 (La persistencia de la memoria)”, el trío platense cierra una impecable trilogía de álbumes llenos de rock valvular y psicodélico, influencias setentistas y riffs rabiosos y potentes.
“Este tercer Volumen viene a darle un cierre a la saga de los Volúmenes 1 y 2 –explica su cantante y guitarrista, Lisandro Castillo-. Tiene como eje esa maquinaria compleja que es la memoria. Su parte tozuda y su parte involuntaria. Lo que enseña y lo que engaña. El ayer, lo pasado y su mirada. Pero por sobre toda esa etapa en el que se mira hacia atrás, ese ensueño”.
Aún con los instrumentos siempre presentes y afilados, el conjunto que se termina de completar con Hernán Torres (batería) y Joaquín Castillo (bajo) le agrega más lugar a lo lírico por sobre lo instrumental en esta nueva placa.
“Intentamos acercarnos a muchos lugares –dice Lisandro sobre las letras-. A las historias debidas. A esas partes oscuras y marginales. A esos idiomas laterales que a veces parecieran no existir y sin embargo son lo más importante que tenemos”.
¿Qué diferencias y comparaciones hay con los dos discos anteriores?
Se trata de una síntesis, una nueva etapa conformada por las experiencias de los dos anteriores. Hay continuidades y rupturas. Está hilado como parte de un todo pero cambiaron las sonoridades y los planos. Hay estructuras cancioneras como en “Vol. II” pero hay también grandes espacios instrumentales como en el I. Vuelven a estar los apoyos de percusión de Edu (Morote) y hay un nuevo gran color con los teclados de Julián (Rossini). Hay varias voces que nos han acompañado como Shaman (Herrera) o Lucas (Finocchi) y hay cantos solitarios con guitarra y voz. El sonido en general es más complejo y es simple a la vez.
¿Cuál dirían que es el hilo conductor entre los tres álbumes?
El camino. El camino de una sonoridad. El camino de la aventura y su calidad formadora. El camino de la búsqueda y la construcción de una imaginería propia.
Cuando lanzaron hace cinco años el Vol.1, ¿tenían en mente ya este tercer material?
Sí, si bien estaba esta idea de tres por tres, no había contenido concreto. Fue una especie de estructura. Un experimento de decir este es el marco, estos son los elementos, acá vamos a hacer esto. Cómo iba a salir ni estaba en la mente. Primero fue descubrir nuestro idioma y a partir de allí cómo desarrollarlo. Hacer cosas a largo plazo es complicado, era difícil saber y planear tanto, pero aquí estamos y esto hemos construido. Es lo mejor que pudimos hacer con lo que somos.
Con este cierre de trilogía, ¿qué viene musicalmente para la banda ahora?
No lo sabemos. Sin dudas una etapa se cierra para darle paso a otra, veremos qué trae en sus cuadernos de navegación.