“Desastres naturales” es el último álbum de estudio de Franny Glass proyecto solista de Gonzalo Deniz, uno de los cantautores jóvenes más reconocido de Uruguay.
El disco cuenta con la participación de dos cantantes invitados: Josefina Mac Loughlin, de la banda argentina Nubes En Mi Casa y el actor brasilero Wagner Moura. Franny Glass recorre el mundo llevando su música a través de melodías suaves y su guitarra acústica. En esta nueva etapa, con la incorporación de elementos de la música electrónica, pisa firme y está listo para presentar su disco en toda la región.
¿Cómo es eso de que tu nuevo disco se grabó en tan solo tres fines de semana? ¿Por qué la decisión de trabajar Guillermo Berta?
Marcamos un cronograma que abarcaba tres fines de semana largos. Una especie de retiro donde grabaríamos incesantemente la mayor cantidad posible de canciones. Los “estudios” fueron mi casa y una cabaña en Atlántida (Canelones). Claro que luego hubo un trabajo posterior, donde se grabaron algunas cosas que habían quedado pendientes, o que no se habían resuelto. Pero el grueso del disco se grabó en esos tres encuentros. Con Guillermo Berta tengo una relación musical duradera. Hace años que compartimos el trabajo creativo en el estudio: él se encarga de la parte sonora y yo me encargo de la parte conceptual. Dependo de él en el sentido de que me conoce bien y puede traducir algunas ideas abstractas y descripciones erráticas en sonido.
¿A qué te réferis con “Desastres naturales”? ¿En qué te inspiraste para la creación de este disco?
“Desastres naturales”, no como olas gigantes o terremotos, sino como pequeñas (o grandes) tragedias cotidianas generadas por la causalidad. En este sentido, un desastre natural puede ser un desenlace poco feliz, desencadenado por el mal uso sostenido de una herramienta. Quería jugar también con los conceptos de “natural” y “artificial”. Había una canción que se llamaba como el disco, pero que quedó afuera del mismo. En el estribillo decía “Es un desastre/ y es natural”.
¿Qué podemos hallar en “Desastres naturales” que no encontremos en tus trabajos discográficos anteriores?
Hay mayor riqueza sonora. De timbres y texturas. También incorporamos elementos de la música electrónica, algo que casi no había aparecido antes en mis discos. En dos canciones ni siquiera canto yo. Eso es algo nuevo.
¿Qué ventajas y desventajas tiene ser independiente a la hora de ser músico?
En cuanto a lo artístico, yo creo que no hay músico en Uruguay que no sea independiente. Me refiero a que nadie tiene un sello o una empresa sugiriéndole qué hacer. En todo caso, puede que haya bandas que sean presas de la presión de su propio público o de la idea que tienen de ellos mismos. En cuanto a lo económico (factor muy importante, ya que hacer discos y conciertos es carísimo, y hay una idea instalada de que no hay que pagar para consumir música), podríamos decir que el camino independiente y de autogestión se ha desarrollado un montón en los últimos años. Gracias a Internet y las posibilidades de grabación casera. Aunque me da la sensación de que todo sigue siendo muy endogámico y dentro de una burbuja. La señora que mira el programa matutino y el taxista que escucha la radio sigue sin enterarse de que eso está pasando. Salvo el fenómeno reciente llamado “cumbia pop”, o algo por el estilo, que por Youtube tuvo un alcance impresionante, los medios tradicionales siguen teniendo una gran influencia en el “gran público”.
¿Cómo ves la escena independiente en Uruguay? ¿Hay similitudes con la escena independiente Argentina?
Sigo midiendo estos asuntos en relación al alcance popular que puedan tener, y capaz que es un error. Pero siento que en Argentina las bandas independientes y relativamente jóvenes empezaron a ocupar el espacio de las bandas viejas y acéfalas, mientras que en Uruguay la brecha entre las bandas grandes (y viejas) y chicas (y nuevas) sigue siendo muy grande en cuanto a convocatoria. De todas maneras, la escena independiente en uruguaya ahora está muy fuerte. Con muchas propuestas interesantes. En cuanto a lo independiente, es preciso mencionar algo: casi todas las bandas grandes de Uruguay son independientes. Han creado sus propios sellos y ya no necesitan a nadie más, salvo para la distribución. Entonces volvemos al principio. Habría que re definir “independiente”.