“Un día en Las Toscas con Leandro Aquistapacie” es un mediometraje musical y show virtual que registra escenas como un collage de una vida en el pintoresco balneario uruguayo de Las Toscas en yuxtaposición romántica. Las Toscas termina siendo pesca, comida a las brasas, canciones frágiles y orgánicas a dos guitarras acústicas acompañadas de un piano Suzuki de los ’80s.
Con la compañía de amigos, canta al cielo canciones que allí mismo fueron compuestas. Durante este mediometraje, Leandro repasa reinterpretaciones en forma de bosquejo de sus propias canciones de su anterior álbum “Es bebé”, tanto como de su segundo álbum a salir en el 2021 a través del sello Queruza (Argentina).
El músico destaca que este próximo trabajo discográfico será “un himno al otoño que propone una nueva cara de la moneda respecto al álbum anterior –que lo considera como un homenaje al verano–, una vuelta paciente, emocional e introspectiva hacia una temprana adultez con luz color bronce”.
Leandro Aquistapacie es un músico uruguayo. Siendo su instrumento principal el piano, se desdobla cantando y tocando también la guitarra –gracias a las influencias de su padre músico–. Formado en piano jazz, adquiere una noción de instrumento muy específica que no lo aleja del concepto más básico de canción, sino que lo hace convivir con él, revisitarlo, desde un lugar más fresco que la tendencia montevideana en los últimos 15 años. Completando su formación recibiendo lecciones de canto del gran Eddy Peñalver, termina de decantar su perfil musical: canción americana/ balada rock argentina soulera con fuerte impronta de los años ’70s. Además de lanzar su proyecto solista, participa de otras bandas de la escena musical montevideana como Algodón y Piel, y paralelamente compone música para teatro; recientemente fue premiado como “Mejor Ambientación Sonora” en los premios Florencio Sánchez, otorgado por la Asociación de Críticos Teatrales del Uruguay, por su música para la obra de comedia nacional “Terrorismo emocional”.
“Un día en Las Toscas con Leandro Aquistapacie” es un mediometraje musical y show virtual filmado en el balneario uruguayo de Las Toscas donde realizas reinterpretaciones de tu álbum anterior “Es bebé”. ¿Cómo surgió la idea de realizar esta documentación? ¿Por qué la elección del balneario Las Toscas?
Un día en Las Toscas es un mediometraje, es verdad, pero no siempre lo fue. Inicialmente, surgió como una idea con el realizador, Pablo Martín, tirada muy al aire, y siendo honesto, nuestro objetivo era un poco más humilde. Algo así como un video de 3-5 minutos, con posible destino Instagram TV. Rápidamente entró Queruza al juego, un sello argentino que últimamente me ha acompañado mucho, y con sus manos mágicas upgradearon la idea. Fue un desafío, pero no tuvimos miedo. Las Toscas fue una decantación natural de lo que es el repertorio de imágenes, lugares y elementos que traía mi disco anterior, “Es bebé” (2018). Mi madre vive acá, junto con mi perra y mis dos gatos, sumado a que es un lugar absolutamente increíble, hace que pase una gran parte de tiempo acá. Digo “acá” y no “ahí”, porque ahora mismo estoy en Las Toscas.
En breve estarás lanzando tu segundo álbum bajo el sello independiente argentino Queruza. ¿Cómo fue el proceso de grabación?
El proceso de grabación de este segundo álbum fue atípico en varias capas. Primero intenté grabar el disco poniéndome muchas reglas de audio, como limitar la cantidad de pistas o baterías en mono paneadas cien por ciento, etc. Me empecé a entreverar y, ahora en retrospectiva puedo ver que también estaba perdiendo el contacto con la belleza de lo que estaba haciendo. Un amigo me propuso volverlo a grabar. Pero sin excusas. Y así ha sido. Las voces las grabé en Buenos Aires, en el estudio de Luis Balcarce, un queruza amigo increíble. Las baterías y los pianos los grabé en el estudio de Juan Branaa aquí en Uruguay. Bajos y percusiones en lo de mi amigo Franco Citera y todo el resto de las cosas en la casa de Sebastián Rodríguez. Él, Sebastián, ha sido mi mano izquierda en la grabación definitiva de este disco. No derecha, porque soy zurdo.
Como artista perteneciente al movimiento musical montevideano, ¿cómo ves a la escena independiente argentina respecto de la uruguaya?
Cuando hablamos de escena, yo siempre me imagino algo más estructural de la música. Un poco más cercano a conceptos como “industria musical”. Y en ese sentido, yo lo que veo es una diferencia principal abismal en el volúmen de público. Muchas veces es difícil trazar analogías por esa gran diferencia. Allá, en Argentina, el tamaño de su público le permite tener una escena maduradísima, que funciona, se sostiene y convoca sistemáticamente. No digo que por el poco público acá no pase eso, pero tal vez pasa menos sistemáticamente. Musicalmente, siento que hay una hermandad sonora re visible. El nivel de ambos lados es muy bueno.
¿Qué planes o proyectos tenés en mente para este 2021?
Mientras que a nivel personal estoy en un momento de muchísimos cambios, mis planes para este año son sacar este álbum número dos mío, y todo lo que ello conlleva. Intentar ponerlo en vivo, ojalá con una banda grande. Tal vez, si el contexto pandémico lo permite, hacer funciones con la obra de teatro en la que toco el piano y poder descansar, que aunque parezca raro, no he podido hacerlo mucho en el 2020.