Es al menos polémico arrancar un disco tirándole munición fina a un ex integrante de la banda. Llamarlo “Pobre tipo” puede leerse de varias formas, pero la letra lo resume. Sin embargo eso es una leve tormenta de ira –que después se mantiene regulando bajo- de Guasones y del autorreferencial Facundo Soto, aunque las divas en este “Locales calientes” son, sin duda, las guitarras.
El aporte de Jimmy Rip es invaluable. El ex guitarrista de Jagger le da un color magnífico a las violas de Tym desde la producción artística. El pedal steel empuja un aire de country norteamericano, perpetrado en la rutera y melancólica veneración al vino que es “La sangre de Dios”. En la stone “Extraña sensación” hay un solo memorable así como también en “Necesito”, un homenaje sonoro a Pappo y, si del Carpo se trata, el cover del blues “Dr. Tazo” cierra un círculo perfecto.
El vínculo rolinga se rompe bastante en este disco. Si bien “Una razón” tiene un riff al comienzo muy “Start me up”, la apuesta es otra. Los platenses folkean a lo Dylan y describen situaciones como Lou Reed. Y eso se escucha en lo urbano de las letras y en la crudeza de las anécdotas de los excesos. Hay furia contenida que también se describe en la forma de componer. Que los cuatro Guasones hayan sesionado las canciones en estudio le pone aún más originalidad a esa forma de expresarse.
El trabajo de Rip es tan importante como el de Álvaro Villagra en las consolas. Hay un buen ensamble que llega a su tope en la balada ochentosa y loser “Mi última canción”. Pero volviendo a sus raíces “Pequeños ojos” es una ramonera polaroid de una noche de reviente y “Tan distintos” es la clásica medio tempo radial, con la colaboración del chileno Carlos Tarque, de McClan.
Asombra escuchar a un Soto enamorado cantar la bella “Vos”, dedicada a su hijo, y acompañada por la slide y algunos teclados. Sorprende el estilo Gallagher de “Infierno blanco” con vientos en el final. También hay una oportuna producción en las voces. Si bien la grabación de todos los músicos juntos busca un sonido compacto, los efectos de post producción y los coros simples y onomatopéyicos tienen su importancia. La búsqueda no se agota. Guasones se perfecciona trabajando con la gente correcta disco a disco y en este séptimo material deja en claro la sincronización de la banda en vivo y la mente abierta para ir por más.