Luego del gran éxito en el teatro Coliseo, donde agotó localidades, el cantante y compositor norteamericano P.J. Olsson, junto a los músicos que supieron transmitir el espíritu de Pink Floyd por casi tres décadas, regresarán el próximo 23 de marzo a la Av. Corrientes en el mítico Teatro Gran Rex para este espectáculo que, nuevamente, demolerá muros.
Tras haber conquistado los teatros y estadios más grandes de la Argentina y realizado conciertos en el exterior, los artistas (varios de los creadores de The End), llevan más de 27 años perfeccionándose en la interpretación para traer un espectáculo de lujo.
¿Nos podes dar un avance del show? ¿Cuántos músicos habrá en escena?
Gustavo Guillén: El show es un concierto de rock donde se interpreta el disco “The Wall” de comienzo a fin, con un intervalo de la misma manera que lo ejecutaba Pink Floyd al presentarlo en los años ’79, ’80 y sucesivos. La banda está formada por P.J. Olsson (cantante de The Alan Parsons Live Project por los últimos 14 años), quien se ha comprometido a fondo con el proyecto. Él lleva la voz lider y el protagonismo en la actuación de Pink, ya que la obra no solo es un concierto de rock, sino un play rozando el género de comedia musical, donde en el escenario más de 50 actrices y actores representan continuamente diferentes secuencias de la película “The Wall”.
La banda se completa con Gaston Guillén en batería y percusión, Juan Pablo Guillen en bajo, segunda voz y dirección de coros, Gabriel Wright en piano y teclados, Mariano Cantarini, Nicolás Scaglione y Gustavo Guillen en guitarras, y un coro de 5 personas. El elenco se completa con un coro gospel de 23 personas y una orquesta en vivo de 20 integrantes, todos ellos bajo la dirección del maestro Jorge Rosso. El elenco actoral está bajo la dirección del Maestro Cristian Hansen, y pertenece a la prestigiosa Performing Arts Studio, representante autorizado en Argentina de New York Film Academy y de The American Musical and Dramatic Academy (pastudio.com). Es un total de 100 personas en escena.
Resumiendo: en un show de más de dos horas se representará “The Wall” a través de P.J. Olsson, actrices y actores, con la música en directo de ambos discos “The Wall” y algo más, acompañados por coro y orquesta en vivo. La obra ejecutada de esta manera suele provocar una emoción pocas veces vivenciada en el público, que culmina de pie y en forma automática lanzados de sus asientos al finalizar la obra. Además, contaremos con nueva iluminación y nueva puesta en escena, diseñadas para ser presentadas por vez primera en el Gran Rex. Pantallas de video, imágenes y luz y sonido todo a la vez.
No ha transcurrido mucho tiempo desde la última vez que se presentaron en nuestro país. ¿Tenés algún recuerdo que resalte de sus conciertos anteriores en Argentina?
Es cierto, sólo han pasado 9 meses. Decidimos volver a presentarnos en marzo por tema de agendas internacionales, y porque además es con total certeza la única y última presentación en 2018 en Buenos Aires. Los recuerdos que personalmente aún me siguen emocionando y poniendo la piel de gallina tienen que ver con lo que comenté al final de la primera pregunta: “The Wall” es una obra íntegra, completa y que sin duda alguna tiene mensaje profundo, historia de vida y también de muerte. Y no es una música que tenga al espectador justamente en estado de euforia. Sin embargo, al finalizar los últimos acordes, las personas se muestran emocionadas, habiendo recogido el mensaje a pesar de que no se habla durante toda la obra (sólo son las letras e imágenes que logran algo increíble), y curiosamente y a diferencia de otras obras anteriormente presentadas, se ponen de pie (como se puede ver en todas las imágenes). Y no sólo eso, sino que el aplauso es muy largo, sigue, sigue y sigue. Recordamos esto como algo diferencial, al haber hecho “The Wall” en 2004, 2005 y 2017 y siempre ha pasado lo mismo.
Con tanto material al alcance, ¿cómo se arma el setlist para un concierto de “The Dark Side of The Wall”?
Es cierto que hay mucho material de Pink Floyd, pero en este caso el foco de la historia está puesto en el disco doble “The Wall”, que es interpretado de punta a punta. Sí que optamos y elegimos entre distintas versiones y arreglos de las canciones de “The Wall”, incluso el arreglo de la orquesta es propio, creado por el maestro Jorge Rosso. La puesta en escena y la estructura de actuación también son originales, nunca se han presentado con anterioridad, y pertenecen al Maestro Cristian Hansen y Gastón Guillén. Luego ya tenemos un poco más de flexibilidad a la hora de elegir los bises, que en esta oportunidad serán diferentes a los tocados en junio 2017.
¿Existe todavía algún reto a salir de gira en la actualidad, en contraste a hace 30 años?
En mi opinión, si. ¿Por qué? Porque nuestra idea siempre ha sido y será sorprender al público hasta el punto de lo impensable, emocionalmente hablando. Descontamos los temas técnicos y de ejecución que por supuesto deben ser los adecuados a un concierto y a una obra de este nivel internacional, sólo que además el publico debe vibrar a nivel corporal y emocional; transitar emociones similares a las que está viviendo el protagonista o los representantes de cada uno de los papeles. También recogemos comentarios del estilo de “a pesar de ser una obra en inglés logramos captar el mensaje a través de las actuaciones e imágenes”. Además, los conciertos hace 30 años o menos no incluían tanto despliegue multimedia como ahora. Eso sin considerar los avances técnicos a nivel de sonido en estadios o teatros de gran capacidad.
La música ha mutado al igual que las maneras de escucharla. ¿Cuál crees que sea la forma ideal para escuchar música? ¿Qué opinás de la calidad de audio de plataformas como Spotify o iTunes?
Creo que la forma ideal para escuchar música es aquella que hace sentir bien a la persona que está eligiendo escuchar tal o cual canción o disco o banda o grupo de canciones. También quiero añadir que hay discos y discos. Por ejemplo “The Wall” es una obra concebida para ser oída (no solo escuchada) en forma continua; es una obra, y alterar el orden de las canciones ya altera el sentido de la obra. Eso no impide que muchas veces queramos oír una de las canciones en forma aislada, y también es genial.
El audio en plataformas como Spotify o iTunes está claramente comprimido. Sin embargo, la calidad es altamente aceptable en dispositivos como los que el 99% de las personas están habituadas a oír.
Y hablando de música, ¿cuál es la diferencia entre un álbum de rock progresivo de hoy a comparación del sonido de rock progresivo de los ’70s y los ’80s?
No lo sé. Sólo puedo decirte mi opinión en particular, que es que no escucho bandas con aquel contenido de rock progresivo como los Yes, Pink Floyd, Genesis o incluso parte de la historia de Supertramp. Los sonidos de teclados análogos, la ausencia de samplers o sintes como hay ahora, o las baterías a mi sí que me marcan diferencias. Y en las composiciones escucho las diferencias más significativas.
Ustedes, como transmisores del espíritu Pink Floyd, ¿qué le pareció el regreso, tras 20 años, con su último disco “The Endless River” (2014)?
Así como en toda la obra e historia de Pink Floyd, donde la metáfora, lo no dicho en forma directa y la creatividad e imaginación han sido parte esencial, en este ultimo disco “The Endless River” para mi sucede lo mismo. Una posible traducción es “el rio sin fin, el río que no se acaba”. Y Pink Floyd, así como otras tantas bandas, nunca se acabará. Ha trascendido y lo seguirá haciendo al menos por muchos años mas. David Gilmour ha dicho que muy posiblemente fuera el último disco de Pink Floyd. Tampoco creo que sea casual que el único tema con letra se llame “Louder than words” (algo así como más alto que las palabras).
Ha sido un regreso, es innegable, pero no creo que su espíritu haya sido justamente el de regresar; si así lo hubiera sido, habrían hecho otro tipo de obra, mas parecida a por ejemplo el ultimo disco solista de Gilmour, “Rattle that lock”.
Y un par de reflexiones mas: ha sido un homenaje a Rick Wright, tecladista de Pink Floyd durante casi todos los años de existencia de la banda, fallecido en 2008. Fue descrito como un “canto de cisne” para Richard Wright, creador de los climas típicos en los temas históricos de Floyd. Horas y horas de música descartada del disco anterior (“The Division Bell”) han sido recuperadas e incluidas en este último disco, que como decía antes, homenajea a Wright y a su estilo.
Y finalmente: recordemos que la ultima canción del disco “The Division Bell” fue “High Hopes”, entre paréntesis un temazo increíble en letra, armonía, melodía e interpretación. Las ultimas palabras de dicha canción son: “the endless river, forever and ever”
Para nosotros, lo dicho al inicio de esta respuesta. El río sin fin, para siempre…