La segunda jornada se vivió como una celebración por la convivencia de las distintas tribus musicales que pueden agruparse en una misma grilla. Desde jazz, blues, funk, pop, rock, metal, trap, cumbia y el acontecimiento histórico del debut cuartetero de la Mona Jiménez en el Cosquín Rock.
La lista inmensa de artistas que participaron el domingo 13 de febrero en el Aeródromo de Santa María de Punilla abrió sus puertas a las 14 con los shows de Coral, Sol Alac, Leti Vocos y Ruda y cerró pasadas las 3 de la fría madrugada del ya lunes con Los Espíritus en un Escenario Sur en el que hubo retrasos en cada uno de sus sets de alrededor de una hora y en el que abundaron las propuestas pop.
En el sector “Nueva Tinta” se agruparon las nuevas generaciones de trap, por momentos con poca concurrencia; mientras que enfrente Las Pelotas tuvo su propia carpa los dos días desbordada de gente.
La siempre rendidora y convocante Casita del Blues mostró gran asistencia de público y atractivas opciones como Sarco, Déborah Dixon, Javier Malosetti y el funky blusero de Melanie Williams.
La cuota española estuvo presente con los rockeros Ciclonautas y los poperos Love Of Lesbian.
Cuando el Sol todavía pegaba fuerte, los Airbag y los uruguayos de La Vela Puerca fueron las bandas encargadas de comenzar a llenar el sector Norte. Desde las 17 en adelante, el predio volvió a estar colmado de miles de melómanos al igual que en la jornada del sábado.
El cierre de ese escenario se dio con Divididos haciendo honor a su título de “Aplanadora del rock”: “El 38”, “Amapola del 66”, “Sucio y desprolijo”, “Tengo” y “El ojo blindado” fueron algunas de las canciones que sonaron. La Kermese Redonda puso a saltar y cantar a todos con los temas ricoteros. Y el plato principal de la edición 2022 del Cosquín Rock se sirvió con la leyenda viviente del cuarteto: Carlos La Mona Jiménez.
En el Escenario Sur se dieron dos de las grandes presentaciones del domingo. Primero, cerca de las 20, Fito Páez dio un show emotivo de la mano de “El chico de la tapa”, “11 y 6”, “Al lado del camino” (mientras el Sol comenzaba a esconderse de forma poética y cinematográfica detrás de las montañas), “El amor después del amor”, “Circo Beat”, “Brillante sobre el Mic”, “Ciudad de pobres corazones”, “A rodar mi vida”, “Mariposa Tecknicolor” e “Y dale alegría a mi corazón”. El músico rosarino fue el encargado de mencionar la importancia de hacer un festival que luego de dos años de pandemia asuma el compromiso de juntar en una misma grilla una enorme cantidad de músicos de distintos estilos, para regalarle unos días de alegría a tanta gente necesitada de volver a este tipo de eventos masivos al aire libre.
Un par de horas más tardes, pasadas las 22, Miranda transformó el Aeródromo en un boliche bailable con una lista de éxitos que no tuvo pausa alguna entre temas y que incluyó cambios de vestuario de Ale Sergi y Juliana Gattas arriba del escenario a la vista de todos: “Mentía”, “Fantasmas”, “Perfecta”, “Prisionero”, “Yo te diré”, “Me gustas tanto”, “Traición”, “Enamorada” y “Don” convirtieron al conjunto pop en otra de las grandes perfomances de la edición.
Se fue un Cosquín Rock muy especial, por la presencia de la Mona, por la falta de lluvia, por el frío invernal durante las dos noches de verano y principalmente por el regreso luego de un año de ausencia. Y todo eso es y será motivo de celebración hasta la llegada de la próxima edición 2023.