“Hacete escuchar, no te detengas, rompé las reglas, reaccioná…”. En “Cuestionálo”, de Confusion Rock -su segundo disco-, Timmy O’Tool arenga en bolas y a los gritos a sus oyentes para que despierten del letargo. Esa parece ser la mitad de la intención de las letras de la banda.
En la otra, mejor resuelta, tratan de hacer catarsis por la carencia de amor: hay pérdidas, finales a pura traición, fracasos y desengaños. “Tres inviernos” es la grabación de la última conversación telefónica entre una parejita que ya no va a ningún lado: “¿Me extrañás?”, dice él. “Más o menos”, contesta ella. Y aunque la charla dura varios minutos, todo está dicho desde el “hola, ¿qué tal?”. Cerca de los primeros Peppers y Rage Against the Machine, entre Molotov y Crazy Town, la actitud de este cuarteto es la del postadolescente que se niega a perder la magia de los años de descubrimiento, pero que a la vez codicia la misteriosa -¿mentirosa?- promesa de que todo tiempo adulto será mejor. Timmy O'”Tool es un pasajero en tránsito entre esas dos etapas.