La banda rosarina ya tiene en la calle su tercer disco y lo estrenaron con invitados.
Sábado 16 de abril. Noche templada y atestada de mosquitos trasnochados, que no se resignan a aceptar que ya es otoño. A las 20 horas el Anfiteatro Municipal Humberto de Nito bullía de vida, de voces, cantos y gritos, intercalados por la voz en off de un locutor que daba instrucciones de seguridad y salidas de emergencia. De vez en cuando un corto publicitario anunciando “Cielo Razzo presenta Marea”, mostrando imágenes sobre la pantalla ubicada tras la batería, hacía rugir al público expectante. A eso de las 21 horas, ya nadie se conformaba con las imágenes y vociferaban por la banda: “esta hinchada se merece rock&roll”. Casi 5000 camisetas de diferentes colores acompañaban los cantos.
Y aquella noche Cielo Razzo presentó su tercer disco, “Marea” – grabado en los estudios Circo Beat de Fito Páez -, con dos horas y media de recital caliente y palpitante. Para la banda se trata del primer disco distribuido por una discográfica (editado por Pelo Music y distribuido por EMI), a todo el territorio nacional.
La banda pisó las tablas, e iniciaron la noche con Luminoso, tema de la nueva placa. Al comenzar el segundo tema, hubieron percances con la valla de contención del público, los cuales detuvieron el recital por unos treinta minutos. Priorizando la seguridad de la gente, y una vez arreglado el problema, volvieron al escenario, pasando por temas de Marea y de sus discos anteriores: “Buenas” y “Código de barras”. A la comodidad de un espectáculo al aire libre se le sumó un excelente sonido y set de luces, además de la pantalla que mixturaba imágenes de archivo, videos de la banda y del mismo recital.
La banda en vivo tiene un magnetismo seductor, que no se propone desde la histeria ni la pose. Pablo Pino, el cantante, tiene un manejo de escenario nato, desde la simplicidad de los movimientos y gestos que la música y su gente le originan. Y el resto de la banda – Diego Almirón y Fernando Aime en guitarras, Cristian Narváez en bajo, Juan Pablo Bruno en percusión, y Javier Robledo en batería – imponen un dinamismo y energía intensos.
Acompañaron a Cielo Razzo varios músicos invitados, entre ellos Coki Debernardis – que cantó el tema Sin salida -, el guitarrista Bonzo Morelli, quien participó en el disco nuevo con el personal sonido que lo distingue, en los temas Charlone y Sola, Luli el bajista de Mineral, Ariel de Los Sicarios y Pablo de Zumbadores.
Otros de los temas elegidos fueron Sin salida, Quien baja la pala, Carne 2, Perros, Mama (en una versión casi irreconocible), Que se yo, Luna, Mujer, Demás, Otoño blanco, Arde, Alma en tregua, La roca y Mi refugio.
En un primer cierre se despidieron, agradeciendo a todos por venir, y con el escenario vacío pasaron el nuevo video, del tema Miradas. El público se deshizo en aplausos, ante lo cual los músicos volvieron por varios bises, entre ellos el tema Estrella, acompañado de su video también.
Al final de la noche dedicaron un tema a la gente, a su público, a todas esas personas que llevan remeras de Cielo Razzo por diferentes lugares del país (muchas de las cuales habían viajado hasta Rosario para presenciar el recital), que escuchan y encuentran respuestas en aquella música, y caminos en aquellas palabras. Los acompañaban imágenes del público en diferentes recitales. Se retiraron, agradeciendo a la gente haber permitido que haya sido una excelente noche, y no hayan encendido ninguna bengala.
Tal vez los músicos de Cielo Razzo todavía no se den cuenta de la importancia de que una banda de rock local esté llenando un anfiteatro, que no todas las grandes bandas nacionales han llenado. Y aunque se dieran cuenta, no dejarían de ser nuestros vecinos, quienes cruzamos por las calles, en los bares, o en otros recitales. El hecho de encontrar sobre el escenario a un músico que es además una persona común, que no tiene la lejanía inalcanzable de los “famosos”, envuelve de magia lo cotidiano. Aunque llenen un anfiteatro, y su disco esté tercero en el ranking de ventas.