Barfeye es un artista. Sí, claramente en una entrevista, en una portal de música, con el tipo que estás hablando indefectiblemente va a ser un artista. Aclarada (o no) la obviedad, conocí a este músico y compositor autosuficiente como a la mayoría de los jóvenes súper talentosos, flasheros y copados que en la actualidad la agitan en algo que antes se lo conocía despectivamente como under y que tras el advenimiento de la cultura digital prácticamente ya no existe y conviven en un cosmos didáctico y linkeado en el que Barfeye, Tom Petty y Tiken Jah Fakoly se emparejan en cualquier dispositivo. Como en un enorme festival, a cualquier hora y en cualquier lugar ¡Ah! RH -como en su DNI- editó el primer disco argentino del año y eso ya lo hace diferente, como una frase bellamente prepotente que le escuché decir: “No elegí la música, tengo que hacerla aún si no quiero”. Y le creí…
No hay manera de empezar una charla en este 2018 con vos sin hablar sobre el disco que fue literalmente el primer lanzamiento argentino y quizás del mundo ¿Qué te pegó por hacer eso?
En realidad lanzar el primer disco del año suena más meritorio de lo que es, fue una decisión a último momento. Barfeye está hace muy poco con dos sellos discográficos que no puedo mencionar específicamente porque todavía hay que finalizar algunas cosas legales y papeleríos, pero básicamente uno trabaja desde la difusión, la distribución y estrategias de lanzamiento, todo de manera digital. Ellos trabajan con las redes y las organizaciones online, y además se encargarán este año de todas mis presentaciones en vivo, tanto de las fechas propiamentes de Barfeye como de organizar mis performances en los festivales en los cuales voy a estar tocando. El otro sello, se encarga exclusivamente de la edición física de los discos en vinilo y cd. En Argentina había dos prensas de vinilo, Morello y LaserDisk. Y estos muchachos compraron las máquinas necesarias y son un sello independiente que de repente edita en vinilo acá, lo que es importantísimo. Tuve que hacer una cartapesta de llamados telefónicos pero ya está todo en trámite y van a trabajar en conjunto en lo que respecta de este proyecto.
¿Y como se dio de conocerlos?
La gente de uno de estos sellos me propuso lanzar un disco nuevo a modo de compilación para hacer la primer tanda de vinilos, y a mí me interesaba la idea porque en los álbumes hay cosas muy distintas, y fusionarlas cronológicamente como en ”The Compilation” me pareció genial, porque en 45 o 50 minutos un oyente puede transportarse a través de todos los cambios que hubo en mi carrera hasta hoy. Lo tenía listo en diciembre y elegimos el lanzamiento el 1 de enero a las 00:00 para justamente tener esta cuestión de haber sacado el ”primer disco del año”, pero lo importante es que esté bueno como disco, que tenga algo adentro; no sólo la idea estética que puede servir como titular o lo que fuera.
¿Los bonus del compilado son canciones más nuevas o estaban guardadas?
Todo estaba archivado. El disco empieza con los singles de ”Black Beer”, en el orden en el que están originalmente en el álbum, después lo mismo con el EP ”Six Songs To Take A Walk”, y sucesivamente lo mismo con ”Elisabeth’s Fears”. La idea era que se note la evolución sonora, estética y estructural del proyecto, pasando por un montón de sonidos, imágenes y estados de ánimo de alguna forma coherente. Y a mí no me cerraba la propuesta de hacer un disco con cosas ya disponibles. No soy muy fanático de los compilados, de hecho. Y seleccionar algunas cosas inéditas a modo de bonus tracks me pareció alguna clase de premio al oyente que se interesó en el álbum.
¿Y cuántos elegiste al final?
Los bonus son cuatro, ”Woman Are Gonna Save The World” es la cara B de ”I’m Hiding My Feelings Away From You”, el track 6 de ”Elisabeth’s Fears”. Era la idea principal, que fue mutando y se transformó en lo que está en el disco. ”The Runts” es un interludio que hicimos en la presentación de ”Black beer”, y el nombre se le puso después. ”What I Do In Loneliness” es la versión demo de la canción que está en el primer disco. Ese es el audio que grabé con un grabador de aire para llevarle a Lautaro Ruggieri, que es quien hizo producción fonográfica y sobre ese demo armamos algunos detalles y las líneas de bajo, batería y solos. Y la versión en vivo de ”Knife” es del mismo show que ”The Runts”, la presentación del primer disco. En ambos tracks yo toqué la guitarra principal y canto, acompañado por Lautaro Ruggieri en las guitarras y coros, Guido Castellotti en la batería e Iván Cadau en el bajo. Ése último track dura siete minutos, porque es la versión en vivo de la canción ligada al final del show, que es un outro súper crudo, con un riff cromático en donde nos vamos yendo de a uno, dejando a la batería sola. Tiene un final con tanta potencia que elegí que cierre el disco de esa forma.
¿Qué pasó con la beca que tenías para ir a estudiar música a Europa?
En realidad todo eso fue un malentendido. Yo nunca gané ninguna beca ni lo dije siquiera en la entrevista, si te fijás. Es una entrada a la entrevista escrita por un portal, y se fue haciendo un teléfono descompuesto de medios que absorben información y la postean, y terminó saliendo en algunos lugares que yo gané explícitamente una beca, cuando en realidad todo lo que había era una visa de talento en trámite. Todavía estoy trabajando en eso, tanto legal como socialmente, para este año tal vez ir a vivir a Londres.
Y estás también en otro proyecto compartido ¿Sigue eso?
Sí, aunque no sé a cuál te referís, sí. Lo de trabajar en proyectos compartidos sigue siempre porque Barfeye al ser una banda tan solitaria e individual, estoy constantemente metiendo las manos en otro lugar. Estuve tocando en algunas presentaciones en conjunto con Depto de Islas, una banda rosarina que tiene un potencial increíble, con la cual fusionamos ambas bandas, haciendo recitales con canciones de ellos y mías intercaladas, cambiando el audio de ambas bandas a sets con máquinas de ritmos y sintetizadores. A su vez estoy en un proyecto de La Plata, con plan de sacar un disco probablemente este año súper raro, que todavía no sé cómo va a ser recibido pero estoy muy ansioso. Y después tengo relación con bandas locales, donde no toco y no compartimos música en discos ni nada que nos incluya directamente pero sí nos reunimos seguido y nos damos una mano en lo que podemos, compartimos tiempo y escuchamos un montón de música, como por ejemplo, Mostacho, que es una banda donde toca Diego Savioli, que es el ingeniero que está trabajando en mi tercer disco y formamos una relación genial, Invernaculus, que es una banda de un sólo miembro también, que tiene un disco que se llama ”Dias Lime” (Emil Said al revés, por Emil Cioran) que a mí me encanta. Estuve tocando en un montón de fechas compartiendo escenario y organización con Pablo Jubany también, que lo admiro muchísimo. Estoy constantemente trabajando con música y cuando no estoy tocando estoy escuchando un disco.
¿Cuándo salen todos tus discos en vinilo?
El lanzamiento de ”The Compilation” fue una especie de trueque para empezar las tandas. No quiero dar más certezas de nada porque después se puede alterar todo y tal vez por pifiarle a una fecha, termino mintiendo sobre un lanzamiento (risas), pero si todo sale bien y como lo espero, que no siempre es lo mismo, dentro de dos o tres meses ya va a estar el disco compilatorio en un LP doble. Y después de eso, casi automáticamente, se van a editar ”Black Beer” y ”Elisabeth’s Fears” en discos de 12”, ”Six Songs To Take A Walk” en un EP de 7” y ”Eclosion” en un simple de 7” de un sólo lado.
Como oyente ¿Te sigue gustando el formato físico o vas a pleno con los digital?
Particularmente soy un fanático de todos los formatos. Me encanta tener discos, en vinilo, CD, cassettes. Al menos una vez por semana compro algunos discos. Hace poco compré una edición limitada de ”No Plan”, el EP póstumo de David Bowie, y me encontré que de un lado del vinilo estaba tallado ”BOWIE” con estrellas y una estrella más grande arriba. Son cosas que me gustan muchísimo y están muy lejos del acto de poner un disco en el celular. También escucho música en formato digital constantemente, es una opción que tenemos que aprovechar, por supuesto. Pero siempre que puedo tener un disco más, lo tengo.
No te llevás muy bien con las redes ¿Cómo separás la difusión de tu trabajo para no exponerte?
Paso más tiempo en las redes del que me gustaría. A veces no las entiendo, me parecen lo más idiota del mundo. Hay redes sociales donde se intercambia la humillación constante por la aprobación ajena de personas que uno no conoce. Eso me molesta mucho, lo odio. De ahí parte la nostalgia de los que desean haber nacido en los 60s. Nadie quiere haber nacido antes, eso es ridículo. Había menos chances y más ignorancia en absolutamente todos los sentidos. Lo que se envidia de otras generaciones era tener amigos y no deprimirse por lo que te decía un extraño a través de una pantalla que llevás encima como un órgano vital.
Pero…
Pero también tienen un lado bueno, y es lo que trato de aprovechar para difundir lo que hago. Me voy constantemente de las redes por unos meses y después vuelvo, o cosas así, como para cambiar el polo y pasar un tiempo real también, ¿no?. Las uso meramente para difundir mi música o para entretenerme cuando no tengo absolutamente nada más que hacer. Creo que hay cosas a las que deberíamos acostumbrarnos a usar sólo para matar el tiempo, y no dejarles invadir nuestra comunicación totalmente.
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