El dúo oriundo de Capital Federal acaba de lanzar su disco debut, un material de diez temas originales que no sólo despliegan un collage de sonidos, sino que invitan a recorrer las experiencias, reflexiones, fantasías y miradas del mundo de estas jóvenes artistas.
De ese amplio repertorio de composiciones y arreglos, se desprende “La tempestad”, primer corte del álbum que cuenta con un videoclip, dirigido y realizado por Facundo Foco de Verdadera Imagen. El mismo relata un momento particular en la vida de la protagonista cuyo malestar interno es generado, entre otras cosas, por las lógicas de la sociedad actual.
“La Tempestad está atravesada por las tormentas que vivimos los humanos urbanos. La angustia, el estrés, la contaminación y la necesidad de crear a partir del caos”.
El sábado 29 de septiembre será presentado oficialmente en Mediterranea Café Teatro, ubicado sobre la calle Tucumán 3378, del barrio porteño de Almagro.
¿En qué momento nació la idea de Anidea Dúo?
Jazmín: Nosotras nos conocemos en el 2014 a través de la secundaria y un taller de escritura. Siempre fuimos amigas y teníamos intercambios musicales, pero principalmente nos juntábamos a charlar y hacer cosas de adolescentes.
Emilia había estado en otro proyecto, pero tenía ganas de componer con el piano. Yo, por mi parte, empecé a hacer canciones desde la guitarra. Fue así como a fines del 2015 surgió juntarnos a tocar el piano, cantar y armar canciones que teníamos inconclusas. Para el verano del 2016 el proyecto se hizo más tangible y en mayo ya estábamos tocando en algunos lugares.
¿Cuáles fueron las primeras composiciones que dieron pie al disco?
Jazmín: Las primeras que armamos fueron “Tornasol”, “Peatona” y “Te Vi Caer”. Después se fue dando algo que hasta el día de hoy sostenemos y es componer juntas. Por más que una u otra trae la idea, nos sentamos a arreglar y escribir las letras. Hay mucho de laboratorio en el proyecto. No es sólo para tocar, sino como enriquecimiento mutuo, ya que vamos explorando.
¿Qué buscaron mostrar en esta primera etapa?
Jazmín: Yo creo que todas las canciones tienen un contenido muy adolescente, por así decirlo. Es la decantación de experiencias y miradas del mundo que tuvimos desde el comienzo de nuestras primeras canciones, cuando teníamos 14 ó 15 años, hasta este último tiempo. Las mismas se vinculan, entre otras cosas, a los primeros acercamientos al amor, al no poder entender las injusticias del mundo y querer cambiarlo. Hay muchas preguntas, reflexiones y hasta fantasía dentro del disco.
¿Cuándo decidieron plasmarlas en un estudio?
Jazmín: Ya habíamos hecho algunas experiencias caseras en la casa de Emi, que tiene una consola, y también fuimos a un estudio a hacer una sesión en vivo. Sin embargo, el año pasado surgió la necesidad de hacer composiciones nuevas, de tocar con más instrumentos y que el proyecto virara hacia otro lado. Entonces, por respeto a nuestro laburo, decidimos registrar todo eso.
A partir de ahí hicimos una búsqueda y lo terminamos haciendo en Estudio Bulo porque nos pareció súper cómodo el ambiente y fue decisivo el hecho de que tuviera piano acústico.
Emilia: La recomendación vino a través de Pablo Gnesutta, que es baterista y tocó en el tema “Tornasol”. Concretamos la grabación a fines de marzo de este año con jornadas largas en las que fuimos cerrando los temas.
Jazmín: Lo produjimos nosotras, mientras que los ingenieros a cargo fueron Nacho de la Riega y Santiago Mealla. Este último hizo la mezcla y el primero el mastering, pero trabajamos con ambos a la vez.
¿Existe un hilo conductor en lo sonoro?
Jazmín: Creo que, más a allá de la búsqueda acústica, hay mucha variedad en ese aspecto. Cada canción se asemeja a un género distinto y va desde el funk, pasando por el rap, hasta llegar al flamenco, entre otros. Lo que nos interesaba era que cada tema tuviera su sonoridad y lo pensamos mucho desde la expresión en las voces y las dinámicas.
Hablemos de los invitados.
Jazmín: Fueron principalmente amigos y colegas. Agustin Bogt participó con su bajo en el corte “La Tempestad”, pero ya tocaba de invitado en nuestras presentaciones. Después estuvo Martín Lafroscia con su guitarra en “Vals del Ocaso”. A su vez, Pablo Gnesutta aportó con su bata y Jonatan Szer en las percusiones. Por otro lado, Simone Ornella y Matías Siricman aportaron en la parte audiovisual y fotográfica.
¿Cómo es la propuesta en vivo?
Jazmín: Creo que está muy basado en lo sonoro. Ahora buscamos otras propuestas y en la presentación oficial habrá una puesta audiovisual con proyecciones y performance. A ambas nos llama mucho la atención lo multidisciplinario y queremos abocarnos a eso.
Muchas veces hacemos canciones a capela y, dado que las canciones tienen esa variedad, vamos hilando de acuerdo a cómo creemos que será la sensación.
Estrenaron recientemente el videoclip del primer corte.
Jazmín: Sí, del tema “La tempestad” que fue uno de los últimos que armamos. La letra es fuerte y nació de un momento particular en la vida de Emi.
Tiene que ver fundamentalmente con el malestar interno y externo. Son cosas que a veces a uno le exceden porque son lógicas de la sociedad en la que vivimos. A pesar de eso, la canción habla de que está bien que nos sintamos mal a veces y lo que nos hace fuertes es atravesar esas situaciones.
Emilia: “La tempestad” está atravesada por las tormentas que vivimos los humanos urbanos. La angustia, el estrés, la contaminación y la necesidad de crear a partir del caos.
Jazmín: El video en sí lo trabajamos con Facu Puebla (Foco), que está con una productora que se llama Verdadera Imagen y es un cineasta increíble. Fue una experiencia muy interesante porque, a pesar de que casi no aparecemos, fuimos muy partícipes en la creación del guion y de la filmación.
¿Por qué eligieron Mediterránea como lugar de presentación oficial?
Jazmín: La condición principal era que el lugar contara con un piano acústico. Finalmente, pudimos dar con un espacio llamado Mediterránea, que antes se abocaba a los shows musicales y hoy se dedica más al teatro y la danza.
Nos pareció un espacio muy lindo y agradable; y la presentación en sí va a tener un giro distinto a los venían siendo nuestros shows en vivo. En el sentido de que va a estar más presente el arte, la danza y lo audiovisual, entre otras cosas. Eso sumado a los invitados que participaron del disco, que no es poco.