La banda porteña de rock Acorralados lanza su segundo disco de larga duración, “Naturaleza plástica”, en donde confrontan a todo lo falso en la música.
“El eje temático del disco es bien variado –señala el cantante y guitarrista Leandro Visca–. Pero siempre el título de un disco es el que dispara una idea que predomina sobre las demás ideas. Quizás lo más fuerte que me surgió como autor lírico fue una crítica a la escena que estamos viviendo hoy en día en la música y en especial en el rock. Pero una crítica desde adentro, siendo parte. Con un poco de vergüenza también. Esa idea de lo plástico es bien lineal, es una referencia a lo falso. A lo que no somos y queremos ser”.
Formados en 2008, Acorralados cuenta con otros dos materiales, otro larga duración de 2013, “Dicen las fronteras” y un EP “Volver” de 2016. Para la producción de este álbum, el conjunto que se completa con Hernán Arroyo en bajo, Facundo Visca y Santiago Rossi en guitarras eléctricas y Nicolás Stavisky en batería convocó a dos integrantes de El Bordo, Miguel Soifer y Pablo Spivak.
Al respecto, el frontman remarca: “Contar con ellos fue tener un arsenal de recursos mejorando cada parte de cada tema. Nos potenciaron, mejoraron la banda, nos llenaron de recursos y de experiencias que antes no teníamos. Lo lindo fue poder abrir el corazón y las canciones a su criterio y confiar. Muchas veces, después de las modificaciones, me volvía a casa derrotado, pensando que había perdido una parte irremplazable de una canción, y después era un éxito. La síntesis de esa unión fue la confianza. Tuvimos que creer y hacer. Y el balance es un éxito”.
En cuanto a la diferencia en lo musical con los álbumes anteriores, Leandro afirma que existe un crecimiento absoluto en el sonido que ya les otorga una personalidad y que es primordial seguir divirtiéndose. Las similitudes entre los tres discos se encuentran en las letras y la idea de hacer temas concretos que signifiquen y cuenten historias.
“‘La Espera’ habla de mi hijo que está viniendo en camino cuando nada más era un proyecto. ‘Magnificar’ habla de mi gata. ‘Pompeya’ habla de la resistencia obrera en la ocupación de AGR Clarín. Todo eso es genuino. Lo sentí cuando lo compuse y lo escribí. A eso apunto con ‘Naturaleza Plástica’ también. Dice la canción ‘Mi corazón estará siempre en el lugar donde haga falta, en donde sienta, donde quiera arder’”.
¿Qué es eso que te resulta falso y te molesta del rock?
Si los noventa fueron la escena de una batalla cultural que el rock tuvo que dar, la post escena fue la pelotudez: los covers de veinte segundos en las redes, los guetos de artistas de moda, sindicatos sólo de cartelera que vacían el contenido al concepto de sindicalismo, todos peinándose para la foto y haciendo música realmente mala. Porque, he aquí el problema, la música no importa. Lo que importa es lo que sale en las fotos. Entonces tenés coberturas fotográficas en donde la mitad son fotos del público.
¿A qué crees que se debe?
Es un tema complejo pero forma parte de la cultura del aguante. Eso nos costó mucho. La música necesitó tanto de la “fiesta” que pronto se convirtió en una fiesta en la que la prioridad no es la calidad de la música. Me encontré haciendo canciones de naturaleza plástica y dije basta. Muchas veces el consejo es hacer lobby por la banda, ir a los bares de moda, relacionarse con los artistas que están más cerca del mainstream. Qué se yo. Me aburre eso. Me gusta hacer temas que me llenen, me gusta mirar fútbol y jugar a la play, comer un asado con mis amigos, estar en casa con mi mujer, mi perro y mi gata. Eso es un sentimiento genuino. Por eso vivo. Ahí pongo mi corazón entero. La vida para mi es eso. El resto existe. Pero es como la golosina, no alimenta.
¿Cómo se preparan para el show en el Roxy y qué expectativas tienen?
La expectativa es la más grande y linda: que nuestras canciones les llenen el corazón y podamos vivir una gran noche. Nos preparamos ensayando el disco con todo. Lo bueno es que nos gusta tanto que disfrutamos tocarlo cada vez en la sala. Es muy divertido. Seguimos descubriendo cosas que pasan en los temas. Como si uno no lo hubiera tocado. Soy fan de mi disco. Si no te pasa eso, fuiste. Estás fregado. Como dice Silvio, tenés que amar la arcilla que va en tus manos y sino no la emprendas porque es en vano. Es así. Por eso cada vez me cierra menos este estado de las cosas. No comprendo cómo puede funcionar una canción que no es genuina. Que no tiene sustento en lo real. Ahí perdió la canción. Pero ojo. Hay muchos que hacen lo contrario. Que aman la música, que le ponen el alma, y que trascienden. Conozco a muchas y muchos. Para el resto, el pronóstico es funesto. Por más que jueguen bien, se van en primera ronda. La mentira tiene patas cortas.