Nos agarró corriendo y sin paraguas
esta tristeza fría de granizo,
esquivando baldosas camufladas
de charcos camuflados en el piso.
Nos agarró con hambre de otros días
estas ganas de reestrenar los dientes
y le clavamos nuestras lenguas frías
a nuestra calentura más urgente
Nos agarró colgados de una nube,
el cuelgue de vivir en pleno vuelo.
Pero ya vimos, todo lo que sube,
termina hecho pedazos en el suelo.