El hombre tiene miedo de ver la verdad,
de ver que él era algo que no podía definir.
De ver que al fin su sexo pudo ser o no ser
que no era absoluto, que podía ser la flor.
El hombre tiene miedo de su sexo también
y niega a la mujer que lleva dentro de él
¿Qué flor le daré a aquel que vive sin amor?
La flor de mil y un sexos, la flor de un creador.
Cuando él era muy pequeño, él sabia vivir.
Todo era pureza, mamá y papá
si después creció, sufrió y lloró.
¿Dónde estará la flor, dónde está el que se fue?
Un día la farsanta, nuestra gran sociedad
le dijo mil mentiras, lo metió en un corral.
Le dijo que su sexo él tenía que ocultar.
La flor se marchitó, no pudo ver el sol…
También le dijo como él tenia que pensar,
sentir, vivir, amar y ser un ser normal.
Después le regaló, el caos, la maldad
y la publicidad por fin lo convenció.
Te engañaron, ya lo sabes, sino lo sabes también
con la pluma y la palabra; y con silencio también.
Aunque bien, bien lo sabia, la bendita sociedad
que eras algo más que un sexo y tu cédula de identidad.
Lo miro a mi abuelo, él era muy viejito,
igual que yo era hombre o mujer.
Díganme ustedes, dueños de la moral:
¿la voz de ese viejito es de hombre o de mujer?
Escúchame, hermano, entre este ruido actual,
hermano te lo pido ayúdame a seguir.
No esperes que te entiendan, por qué lo habrían de hacer.
son sólo maquinitas que no pueden fallar.
Las máquinas fabrican frases para vivir
que todos repetimos sin nunca descubrir
la libertad del hombre no era de metal
la máquina triunfó, el hombre se acabó.
Ustedes dicen macho, varón y qué se yo,
me meten en un molde como si fuera un flan.
Para recibirme de hombre, no es verdad
me tengo que pelear, no tengo que llorar.
Hablar de las mujeres como cosas que hay que usar,
tener la pose macha y la voz del arrabal.
Pero yo bien los conozco no me pueden engañar,
tienen mucho, mucho miedo, que los llamen “anormal”.
Cuando el niño te sonríe y él te quiere acariciar,
cuando lloras y estás solo y no hay nadie a quien llamar,
cuando mueres un instante porque estas con ella al fin,
cuando abrazas un amigo que lo quieres como un dios.
¿Están ciegos, son idiotas?
¿O qué es lo que pasa aquí?
¿O qué es lo que pasa aquí?
¿O qué es lo que pasa aquí?