Kumbia Queers
No me digas señora
Vos podes pensar lo que quieras de mí que no te equivocas.
Vos podes pensar lo que quieras de mí que a mi me da igual.
Eso que vos ves, vos lo comparas con lo que conocés y lo encasillás
y lo que no sabés te lo imaginás.
Lo que yo leo es que algo te hizo pensar
que alguien a mi edad ya se quiso casar,
lo que no entiendo es esa necesidad de la formalidad
para pedir la hora.
No me digas señora, no me digas señora,
sabé que cada vez que me decís señora
mi corazón llora, llora, llora.
No me trates de usted y no me señorees, mi tiempo es ahora.
Estoy esperando el colectivo - “Deja pasar a la señora”.
Pelea en un supermercado - “No me interrumpa, señora”.
Lloran los niños al lado - “Qué va a pensar la señora?”.
Cruza volando un pelotazo - “Cuidado con la señora”.
No me digas señora, no me digas señora,
sabé que cada vez que me decís señora
mi corazón llora, llora, llora.
No me trates de usted y no me señorees, mi tiempo es ahora.